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Caruso: "La voy a luchar a morir"

BUENOS AIRES -- El entrenador de Argentinos Juniors, Ricardo Caruso Lombardi, advirtió este lunes
que todavía "quedan cinco finales" y siguen "vivos" en la pelea por mantener la categoría, pero adelantó que si tiene "que morir", será "de pie".

Fiel a su estilo, Caruso Lombardi no reparó en cuestiones de estilo y en conferencia de prensa disparó: "Con Quilmes morí de pie, y con Argentinos jugaré con lo que tengo. Tengo los huevos necesarios para salir adelante. Si nos tenemos que ir, lo haremos con la frente en alta".

Luego, con un dejo de confianza, destacó que "a este equipo lo van a tener que sacar en ambulancia. Lo que queda lo jugaremos como finales".

El técnico del "Bicho" aseguró no estar "acostumbrado a perder cinco partidos seguidos, pero hay que ponerle el pecho".

Pero Caruso Lombardi no se quedó sólo con lo mucho que le cuesta a su equipo sumar, sino que disparó contra los arbitrajes: "Si hay un penal dudoso, que no lo inventen. Cobran cosas raras. Sólo pido respeto como seres humanos".

Por último, Caruso se refirió al presente de Independiente, que está a sólo un partido de alcanzarlos en los promedios, y remarcó que "ahora no patea al arco y gana; antes pateaba veinte veces y no ganaba".

Argentinos acumuló su quinta derrota consecutivo, que le permitió a Independiente quedar a sólo 3 puntos, con 15 por jugarse.

INSULTOS Y AMENAZAS
Cientos de hinchas de Argentinos Juniors insultaron y amenazaron hoy a los jugadores del equipo de La Paternal, luego de la dura derrota 3-1 frente a Belgrano de Córdoba, que dejó a los dirigidos por Ricardo Caruso Lombardi a sólo tres puntos de Independiente, en la pelea por escaparle al descenso.

"Jugadores, jugadores, no se los decimos más, si nos mandan al descenso, qué quilombo se va a armar", corearon los hinchas durante gran parte del segundo tiempo y luego del partido, en las adyacencias del estadio, a la espera de la salida de los jugadores.

Otros de los cánticos que se escucharon en la esquina de las calles Gavilán y Juan Agustín García, a metros del estadio, rezaba que "si lo tiran al Bicho al bombo, va a haber quilombo, va a haber quilombo", entre otras que apuntaban también contra la dirigencia que encabeza Luis Segura.

Parte de la parcialidad local mostró su disconformismo durante el juego e incluso desde el lugar que ocupa la barra brava arrojaron bombas de humo y algunos proyectiles, que obligaron al Mauro Vigliano a suspender el partido durante cinco minutos cuando transcurrían 43 de la segunda etapa.

Pero lo más llamativo durante los reclamos e insultos de los hinchas se vio cuando, durante el segundo tiempo, un plateista le arrojó su dentadura a Caruso Lombardi.

Las cámaras de la telivisación del partido hicieron un primer plano a la dentadura, que fue arrojada desde la platea que está detrás del banco de suplentes y quedó tirada sobre el césped, muy cerca del entrenador.