MÉXICO -- Entrenadores en la historia del boxeo ha habido infinidades, algunos muy brillantes, otros de buen perfil, algunos han sido exboxeadores y hay otros que simplemente no ayudan al peleador, pero hacedores de campeones, pocos.
Ese término de 'Hacedores de Campeones' es precisamente lo que unía al enorme Amilcar Brusa y al legendario Ignacio Beristáin. Los dos son los únicos entrenadores latinos con un lugar en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional con sede en Canastota, Nueva York. El argentino fue inmortalizado en 2007, el mexicano cuatro años después.
Desafortunadamente, la vida se llevó a Brusa en 2011 y evitó un encuentro que hubiera sido histórico, hoy que Beristáin visita su tierra, con la misión de coronar a Felipe Orucuta como Campeón Supermosca de la OMB ante Omar Narváez.
Beristáin, hace unos meses, dijo sentir un gran respeto y admiración por don Amilcar, ambos acompañando a grandes generaciones de peleadores en su ingreso al Salón de la Fama.
Brusa estaba acompañado por Roberto Durán, Ricardo López y José Sulaimán; Beristáin por Mike Tyson, Julio César Chávez y Kostya Tszyu.
Pero ese encuentro no se dio entre dos de los más orgullosos latinoamericanos y amantes del boxeo.
Beristáin tiene en Orucuta a su posible campeón mundial número 26 entre manos, de los cuales 23 han sido varones y sólo dos mujeres. Brusa, según los entendidos, se quedó en 15, pero podrá presumir siempre, así como Beristáin con Juan Manuel Márquez, haber llevado la carrera de un grande, como lo fue Carlos Monzón.