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El 81º Scudetto

ROMA -- Con la final de la Coppa Italia, se terminó oficialmente la temporada 2012-2013 de la Serie A italiana, la "Cátedra de la Táctica". Así, es tiempo de análisis, porque viendo el cuadro general pueden entenderse mejor las cosas pasadas y se cuenta con mayores elementos para adivinar lo que será del futuro, si bien, inevitablemente, el mercado es el factor más determinante y de eso aún no se sabe nada, además que rumores.

Este año, más allá de nuestra típica sección para los números, analizaremos los cinco mejores y los cinco peores equipos del año, hablaremos de la revelación del torneo, y en fin le dedicaremos algunas palabras a los restantes nueve cuadros.

LOS CINCO MEJORES
Juventus: La Vieja Señora, como quedó dicho ya en otras ocasiones, fue por lejos el mejor equipo del año. No tuvo rivales en el campeonato, es cierto, pero gran parte del mérito de eso fue suyo, porque más allá de los límites de los otros cuadros los bianconeri no permitieron que las esperanzas pudieran crecer en ninguno de sus adversarios, protagonizando una marcha impresionante.

Quizás el cuadro "exageró" un poco, cuando podía dedicarse un poco menos al torneo nacional para guardar energías en vista de la Champions, pero en fin de cuentas el cuadro tuvo mala suerte en chocarse ante el mejor cuadro en absoluto, Bayern Munich, en cuartos de final.

El cuadro se reforzó bien durante el marcado pasado, tanto que logró ganar el título cómodamente y, al mismo tiempo, llegó a semifinales de la Coppa Italia y, como dicho, a cuartos de Champions, en ambos casos eliminado por el futuro campeón.

Increíble como creció el equipo sobre el plano de la madurez y de la conciencia de sí mismo y de su buen nivel, una consolidación que se debe en gran parte al triunfo del Scudetto anterior, una victoria que le hizo hacer un importante salto de calidad al plantel. A todo eso, vale la pena recordar que si bien perdió cuatro veces en este torneo, la Juve sumó más que en el pasado, cuando terminó invicto.

Claro, no fue todo perfecto y Conte pecó un poco en la gestión de los jugadores más importantes, así como el club falló a no traer un talento puro y de alto nivel internacional, capaz de decidir sólo un partido, de hacer esos goles o esas jugadas que la mayor parte de los otros jugadores no saben hacer.

Pero se está trabajando en ese sentido, si bien lo que está buscando Juventus es un goleador (debería llegar Higuaín), mientras que, en nuestra opinión, el perfil perfecto sería el de un jugador habilidoso, que pueda partir los encuentros, como un Riberí, un Nasrí o un Özil.

El entrenador está proyectando también un cambio de esquema, porque ante Bayern se vio claramente que el 3-5-2 no logra suportar ambas fases de juego a la hora de chocarse ante un cuadro que dispone de la calidad necesaria para atacar con tantos hombres, especialmente sobre los costados, sin por eso perder equilibrio.

En suma, la impresión es que el actual esquema con tres centrales de defensa no permita ponerse al nivel de los mejores de Europa. Mazzarri, con su Nápoli, había logrado milagros con una defensa a tres, pero se vio el precio que el equipo tuvo que pagar en el campeonato, para poder entregar el 120% en cada desafío continental.

No caben dudas de que la Vieja Señora, en Italia, será el equipo a vencer en la campaña que viene, recordando que podrá reforzarse más que sus rivales gracias al factor Juventus Stadium, gracias al cual, por primera vez en años, el club bianconero pudo cerrar el primer trimestre del año con 15 millones en activo. Algo realmente raro hoy en día en el Calcio, entre los equipos de vértice.

Nápoli: Nápoli se clasificó directamente a la UEFA Champions League, cosechando 78 puntos en la tabla. Inevitablemente, como nos cuenta su posición final y considerando que terminó el torneo con el mejor ataque de la Serie A, cos que obtuvo jugando a menudo un muy buen fútbol, el Burro se merece ser el segundo mejor equipo en nuestra clasificación.

Sin embargo, también este año el cuadro desilusionó bastante, porque a pesar de todo lo bueno que logró hacer falló a la hora de cumplir ese salto de calidad necesario para pelearse algo en serio. Además, en Coppa Italia fue eliminado en octavos por mano de Bologna y salió en dieciseisavos de la Europa League, superado por Viktoria Plzen con un resultado total entre ida y vuelta de nada menos que 5 a 0.

Los celestes no se portaron de equipo grande y los problemas más grandes fueron dos: el limitado nivel de la defensa y la falta de calidad y fantasía en el medio de la cancha. Mazzarri, evidentemente cansado de tener que sacar siempre el máximo de un plantel con algunos defectos estructurales importantes, optó por "abandonar" la causa partenopea y se fue a entrenar a Inter, consciente también de que el club lo venderá a Cavani.

Sin embargo, De Laurentiis sorprendió a todos con una movida tan inesperada cuanto, al parecer, acertada: le dio el mando del conjunto a Benítez, uno muy fuerte en las competiciones continentales y especializado en optimizar equipos de "segunda línea", transformándolos en cuadros eficaces y sumamente peligrosos.

Esa decisión, por encima, deja suponer que buena parte del enorme tesoro que frutará la vendida del Matador, a la que se suma el botín por participar a la Champions, será invertido para potenciar al equipo y cubrir esas fallas estructurales de las que hablábamos antes. Claro, no será fácil armar un equipo fuerte vendiéndolo al fenomenal uruguayo, pero con compras acertadas y el trabajo de un nuevo entrenador, manteniendo el resto de la base, Nápoli podría volverse realmente competitivo para la próxima campaña.

Porque hay que recordar también que Benítez traerá la experiencia y la mentalidad de uno que ganó mucho, en su carrera, por encima a menudo con equipos que tenían todos los pronósticos en contra. Mientras que el límite de mentalidad evidenciado por parte del Burro en esta campaña tiene sin dudas una parte de sus raíces en la actitud algo amarrete de Mazzarri, como se vio claramente cuando Nápoli podía pelearle el título a Juventus ganando en el enfrentamiento directo, pero en cambio en el San Paolo salió a defender el 0 a 0.

Fiorentina: Los violetas mostraron en absoluto el mejor juego de la Serie A en esta campaña y, por encima, lo hicieron con continuidad, mostrando una maniobra fluida y divertida y muchísimas ideas de juego y variantes también en su momento de mayor dificultad.

No todos los partidos fueron perfectos, claramente, pero en línea de máxima el cuadro expresó siempre un fútbol hermoso, de ataque y de dominio. Curiosamente, perdió en casa solamente ante Pescara y Roma, quizás los dos partidos en los que más aplastó a su rival, lo que en un cierto sentido remarcó algo de inexperiencia.

Pero ese factor es natural e inevitable, porque hay que recordar que el Giglio jugó por too el año con nueve o hasta diez titulares nuevos, la mayoría provenientes de equipos diferentes y que nunca habían jugado juntos.

Gonzalo Rodríguez, Borja Valero y Matías Fernández (uno de los suplentes más utilizados) procedían desde el Villarreal y ya se conocían, así como en un cierto sentido se conocían Pizarro y Aquilani (el chileno también con Toni). Por el resto, nuevos y "desconocidos" fueron Cuadrado, Viviano, Roncaglia, Tomovic, Savic, Migliaccio, El Hamdaoui y Larrondo, así como muchos otros. También el técnico, Vincenzo Montella, era nuevo y, por encima, a su segundo año (y medio, considerando los pocos partidos del final de le temporada 2010-2011 en Roma) como técnico en Serie A.

Construir un equipo totalmente nuevo y obtener enseguida resultados de este tipo, llegando a pelearle a Milan la tercera plaza hasta la última jornada y por encima haciendo todo con buen fútbol, es algo realmente encomiable.

Fiorentina tuvo la facilitación de no participar a las competiciones europeas y falló en Coppa Italia, eliminado por Roma en cuartos de final. De todas maneras, no salió con demérito, al revés, y en un cierto sentido, en realidad, el no jugar en el continente no fue sólo una ventaja: conociendo la mentalidad del club, es probable que el Giglio hubiera jugado para ganar la Europa League, por lo que podía perder algunos puntos en la tabla pero, al mismo tiempo, hubiera tenido la posibilidad de darle lustro a la temporada con buenos resultados continentales.

La prueba la tendremos en la campaña que viene, si bien, para el próximo año, la Fiore tendrá la ventaja de poder alargar y mejorar el plantel durante el mercado de verano, eventuales adquisiciones a las que se suma la llegada de Giuseppe Rossi, comprando en el mercado de invierno justamente en vista del campeonato que viene.

En nuestra opinión el cuadro puede ser candidato para la Europa League y, sumando coraje y entusiasmo con esa competición, podrá pelearse un puesto en Champions, así como lo hizo en este campeonato. Claramente, mucho dependerá de lo que ocurrirá durante el verano, respecto a quienes se irán y a quienes llegarán.

Lazio: Hay quien creía que Petkovic no había mejorado al equipo respecto a cuando estaba Reja y que, al revés, el cuadro había obtenido resultados algo menores. El error fue doble: el de evaluar la temporada antes de que terminara y el de no sumar los puntos generales entre todas las competiciones. Yerros que suelen hacer también los mejores, pero que no por eso dejan de ser errores.

Como sentenció sin dejar ninguna duda alguna el triunfo en la Coppa Italia, que por encima llegó con una final ante Roma, en el clásico más importante de la capital de este país (y negándole la décima a los giallorossi, que así se quedaron afuera de Europa mientras que el Águila entró gracias a ese triunfo), Lazio mejoró sensiblemente con su nuevo entrenador, porque cambió mentalidad y dejó de sentirse un cuadro provincial, para empezar a sentirse un grande.

Reja, con un cuadro en suma muy parecido al actual, en la pasada campaña alcanzó solamente los cuartos de final de la copa nacional, los dieciseisavos en E.League y cosechó 62 unidades totales en Serie A. Este Lazio, cerrando el torneo con 61 puntos, ganó un título y llegó a cuartos en la menor competición continental para clubes, por encima eliminado con un "robo" sufrido en Turquía.

El equipo mostró personalidad, eficacia, cinismo y grande corazón, armas con las que superó con mérito a la Loba en la final de la Coppa Italia. Además, de no ser por el tremendo bajón sufrido en el 2013, reflejo de los tantos desafíos disputados (fue el equipo que más jugó de todos los italianos) pero también de un mercado de invierno insuficiente, los albicelestes se hubieran podido jugar un acceso para la Champions.

No hay que olvidar que los capitalinos terminaron la ronda de ida en segunda posición junto a Nápoli, ambos con 39 puntos, lo que significa una proyección de 78 a fin de campeonato. El Burro respectó los cálculos pero tuvo que salir del continente y de la copa para lograrlo: Lazio mermó en la tabla pero se quedó con un título.

De no ser que el cuadro fatigó a crear juego y que, tras un buen comienzo, perdió consistencia y capacidad de atacar y anotar, Lazio podía tranquilamente ubicarse en la segunda plaza de los cinco mejores del torneo y, en efecto, de los cuadros italianos fue el único junto a Juventus que levantó un trofeo. Y con la Juve se jugará el primer título de la campaña que viene, la Supercoppa Italiana.

Respecto a lo que será, le tenemos mucha fe al entrenador, en nuestra opinión uno de los más inteligentes y capaces hoy en día en Italia y en Europa, pero el club deberá ponerlo en condiciones de trabajar como quiere. En efecto, por ahora el técnico tuvo que adaptarse a lo que encontró, obligado a defender mientras él quisiera atacar. Si el equipo traerá un par de aleros ofensivos interesantes, el cuadro podrá despegar y ser muy competitivo también el año que viene.

Milan: Llegar terceros tras el enorme proceso de renovación vivido durante el verano (italiano) pasado fue sin dudas un buen resultado para el Diávolo, que en efecto festejó como un gran triunfo lo que en otros tiempos hubiese sido el resultado mínimo.

Sin embargo, la temporada rossonera no fue del todo positiva y, en realidad, se vivió por todo el tiempo entre luces y sombras, como las que poblaron los sueños de los milanistas octavos de Champions, cuando primero el equipo de Allegri venció por 2 a 0 en San Siro ante Barcelona para luego ser eliminado en el Camp Nou, cayendo 4 a 0.

El trabajo del entrenador toscano en el banco de Milan es muy ambiguo y alegrías y desilusiones se alternan constantemente. A tal respecto, queremos aclarar nuestro punto de vista: Allegri es un excelente entrenador, inteligente y capaz desde el punto de vista táctico, que se demostró capaz de entrenar grandes campeones con buenos resultados.

Sin embargo, en los últimos cinco años sus equipos tuvieron altos y bajos increíblemente constantes y, a la hora de hacer las cuentas, descubrimos que sus tres años en rossonero fueron prácticamente idénticos: pésimo inicio, excelente periodo entre mitad octubre y mitad diciembre, merma de juego pero no de resultados entre febrero y abril y bajón también en los resultados al final de la temporada.

A todo eso, hay un aspecto táctico que preocupa un poco, que tiene mucho que ver con el rendimiento de El Shaarawy. Al inicio de esta nueva campaña el equipo no lograba encontrar equilibrio, pero como debía ganar a toda costa Milan jugaba con un 4-3-3 muy ofensivo, puesto que los aleros del tridente se paraban altísimos, tanto que "el Faraón" la rompió por toda la ronda de ida y también quien jugaba por derecha cumplía una excelente labor.

Luego, en enero, llegó Balotelli, ese delantero capaz de aguantar solito el peso ofensivo y de decidir con sus jugadas cada partido. Así, como cuando lo tenía a Ibrahimovic, la solución de Allegri para encontrar equilibrio fue la de tirar muy atrás a todos los otros jugadores; en este caso específico los bajó de casi quince metros a sus laterales. El resultado fue, claramente, que El Shaarawy dejó de anotar, que Niang desapareció y que Boateng fue mucho menos importante.

En suma, la impresión es que el entrenador cometa mucho errores y que, entre cosas buenas y cosas malas, no haya cambiado de un céntimo su aporte al equipo. Parece casi "fosilizado" y, probablemente, tanto al equipo cuanto a Allegri mismo un cambio les haría bien.

Subrayamos nuevamente que Milan no tuvo una mala temporada, en fin de cuentas, sino no lo pondríamos como el quinto mejor italiano. Sin embargo, el Diávolo no puede conformarse con la quinta posición en esta clasificación y lo que nos enseña el estudio de la historia reciente es que, a menos de un mercado faraónico (y también con eso podría no ser suficiente), Allegri no puede ofrecer mucho más que eso en este momento.

Para el futuro, entonces, el club debería encontrar un técnico que pueda sorprender con algo nuevo. Quizás el proyecto falle, quizás no, pero cuanto menos tendrán una chance de suceso que con la gestión actual no parece haber.

Nosotros, si fuéramos Galliani, dejaríamos que decidiera Berlusconi: conociéndolo al magnate italiano, si tomará una decisión en primera persona, "poniendo la cara", invertirá unos cuantos millones en el mercado para no correr el riesgo de protagonizar un papelón. Algo que, vaya como vaya, lo dejará bien parado al experto y astuto administrador rossonero.

EX AEQUO
Respecto a los cinco mejores hay un "ex aequo", como decían en latín los antiguos romanos, es decir una igualdad de posición. Se trata de Udinese, que en nuestra opinión fue el quinto mejor cuadro junto a Milan.

En un cierto sentido, lo demostrado por parte de los albinegros y en particular por su entrenador supera el trabajo del Diávolo, lo que lo dejaría quinto en soledad (y hasta ahí nomás a pelearse la cuarta plaza con Lazio).

En efecto, a pesar de otro verano pasado a vender, en el que se cometió el yerro de no quedárselo a Cuadrado para valorizarlo al máximo "en casa", el cuadro protagonizó otra gran temporada y esta vez alcanzó la clasificación a Europa League, con un final de temporada fantástico, en el que brilló especialmente la joven estrella colombiana, Muriel.

Además, Guidolín supo hacer que su cuadro jugara bien en ambas fases de juego y otra vez más les enseñó a sus jóvenes a jugar como grandes campeones. Clamoroso el caso de Pereyra, quien creció de manera exponencial y terminó el torneo siendo uno de los jugadores más interesantes de la Serie A, capaz de jugar en muchas posiciones diferentes y de ser tan útil para defender cuanto para atacar.

Sin embargo, no hay que olvidarse que el equipo falló otra vez más en Preliminar de Champions, esta vez ante un rival abordable como el Sporting Braga, por encima a penales tras haber estado a pocos minutos del pase del turno. Por encima, el conjunto disputó una pésima Europa League, saliendo en la fase de grupos en calidad de colero, no obstante su camino había comenzado con un emocionante 3 a 2 de visita a Liverpool.

La mala actitud con la que los albinegros enfrentaron la menor competición continental para clubes, en fin de cuentas sin respetarla como debido, le quitan mérito a su temporada y, además, nos dejan con la preocupación para la campaña que viene, porque Udinese será nuevamente un representante del tricolore en Europa y el Calcio necesita absolutamente de un buen aporte en esa condición por parte de sus equipos, para recuperar posiciones en el Ránking UEFA o, cuanto menos, no arriesgar perder aún más plazas.

Respecto al campeonato que viene, las preocupaciones son múltiples, porque Di Natale no es eterno y muchos jugadores importantes parecen ya vendidos, com Benatiá, Basta, Pereyra y Muriel, siguiendo así la filosofía del club que trabaja más para producir millones que no para obtener trofeos.

De todas maneras, tenerlo a Guidolín es una garantía y, como nos enseñó esta temporada, no hay nunca que subestimar el trabajo de un entrenador como él, ni el valor de conjuntos jóvenes y llenos de ganas de lucirse en un escenario tan importante como la Serie A, la "Cátedra de la Táctica".

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