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El 81º Scudetto

ROMA -- Con la final de la Coppa Italia, se terminó oficialmente la temporada 2012-2013 de la Serie A italiana, la "Cátedra de la Táctica". Así, es tiempo de análisis, porque viendo el cuadro general pueden entenderse mejor las cosas pasadas y se cuenta con mayores elementos para adivinar lo que será del futuro, si bien, inevitablemente, el mercado es el factor más determinante y de eso aún no se sabe nada, además que rumores.

Este año, más allá de nuestra típica sección para los números, analizaremos los cinco mejores y los cinco peores equipos del año, hablaremos de la revelación del torneo, y en fin le dedicaremos algunas palabras a los restantes nueve cuadros.

CATANIA, LA REVELACIÓN
La revelación del torneo fue Catania, como demuestra su octava plaza y los 56 puntos gracias a los cuales obtuvo esa posición. El equipo siciliano en esta temporada sumó su récord de unidades y, de no ser por las discutidas derrotas ante Milan, Juventus e Inter, quizás se hubiese podido hasta jugar un puesto en Europa League.

El trabajo de Marán fue excelente, porque aprovechó bárbaro de la buena base construida por Montella en la campaña anterior y logró sacar el máximo provecho de casi todos sus jugadores, especialmente de Bergessio, quien consolidado en el campeonato italiano logró meter 13 centros en este campeonato, su mejor marca en Serie A.

En eso hay que reconocerle el mérito al club, que encontró el entrenador ideal para darle continuidad al conjunto y, además, completó el plantel con apenas un par de movidas muy interesantes; en particular la llegada de Castro fue muy acertada, porque el argentino jugó muy bien y supo ser útil tanto cuando fue titular cuanto en las veces que le tocó entrar desde el banco.

Como si todo eso no alcanzara, hay que recordar que lo que obtuvo, Catania lo hizo con buen fútbol, lo que enorgullece la ciudad pero también a todo el fútbol italiano, porque es un buen síntoma cuando también los equipos "chicos" juegan prestando atención al aspecto estético y no sólo el práctico (que, a menudo, en el fútbol coincide, porque jugar bien y bello suele significar sumar puntos y vencer).

Para la próxima temporada no le será muy fácil al equipo repetir cuanto hecho hasta ahora, porque las intenciones del club parecen ir en la dirección de vender algunas "piezas preciosas" más que en la de reforzar aún más el cuadro, mejorándolo con la idea de cumplir un salto de calidad.

Comprensible, para un conjunto de sus dimensiones, pero no hay que excluir que los Gómez y los Barrientos del equipo (en suma, los jugadores más importantes) puedan ser sustituidos por algún joven todavía desconocido, logrando así mantener el nivel del plantel en general.

Veremos como trabajará el club durante el verano. Pero con Marán aún en el banco y algo de continuidad en el inteligente trabajo cumplido hasta ahora, será muy difícil que Catania no logre alcanzar una serena permanencia.

TODO LO DEMÁS
Respecto todos los otros equipos de Serie A, una mención particular va a Siena, equipo que, con toda probabilidad, sin el peso enorme de los seis puntos de penalización se hubiera salvado.

No nos convenció la elección del club de echarlo a Cosmi, pero hay que admitir que el trabajo de Iachini fue muy positivo y que el descenso, en fin de cuentas, no pasó por ese cambio de banco. Ahora los albinegros, con un poco de atención, podrán ser protagonistas en Serie B y sin dudas se la jugarán para ascender inmediatamente.

Encomio particular para Parma y para Cagliari: los azul y oro no estuvieron tan bien como en la pasada temporada, pero perderlo a Giovinco inevitablemente marcó una merma sobre el plano técnico y al final cerrar el campeonato con 49 puntos es algo positivo, para un cuadro de su dimensión.

Los sardos, por su parte, se salvaron cómodamente y disputaron un buen torneo, no obstante las enormes dificultades por el tema de la cancha, una situación que evidencia la condición dramática del fútbol italiano.

Muy amarrete lo de Chievo, pero en fin de cuentas el cuadro hizo lo suyo y se salvó bien. Nos esperábamos otro tipo de mentalidad por parte de Corini, un estratega del fútbol pero también un buen jugador, de calidad e inteligente. Pero quizás el viejo "cinco" de Delneri haya terminado por "pagar dacio" por haber tomado un equipo armado por otro técnico, obligado a adaptarse con lo que tenía.

Por el resto quedaron, en orden de llegada, Bologna, Sampdoria, Atalanta y Torino. Los rojo y azul pagaron bastante la venta de Ramírez, pero también el bajón de Pérez, quien no logró mantener el excelente nivel de la campaña pasada. Mirando hacia el futuro, preocupa la venta ya casi asegurada de Diamanti, el farol del equipo. Si eso se realizará, el club deberá buscar jugadores de talento para el ataque porque sino el riesgo serio es de verse obligado a sufrir para salvarse el año que viene.

Sampdoria y Torino vivieron de momentos: ambos tuvieron un buen periodo en el que sumaron mucho y, gracias también a lo mal que estuvieron muchos rivales, con esas buenas rachas lograron construir la diferencia que en definitiva les permitió salvarse.

Los dos cuadros contaron con dos jugadores que sorprendieron positivamente, los dorianos con el joven argentino Icardi y los granates con el italiano Cerci, quien gracias a sus buenas performances parece haber conquistado también la confianza de Prandelli, para la Nazionale.

De todas maneras ambos cuadros fueron demasiado inconstantes y deberán mejorar mucho, si quieren poderse salvar con mayor tranquilidad en el 2013-2014, especialmente Torino.

Por último Atalanta: el conjunto de Colantuono mermó respecto al campeonato anterior, tanto que el técnico se vio obligado a cambiar resquema de juego en más de una ocasión, para ser menos previsible. El equipo necesitaría jugadores que le permitan esa "adaptabilidad" y es en eso que debería trabajar la sociedad durante el verano que viene.

De todas maneras, el conjunto se demostró solido y eficaz y mereció la permanencia, que llegó también gracias a la buena ayuda de Denis, quien cerró el torneo anotando 15 goles, apenas uno menos respecto a los 16 del pasado. Vale la pena recordar que difícilmente un equipo que tiene un delantero que anota quince o más goles termina por descender.

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