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El reto de Rosario en Dallas

IRVING -- Dante Rosario conoce la complejidad de llegar a ser atleta profesional. Pero también sabe que es más difícil mantenerse en el deporte de paga.

El nuevo ala cerrada de los Dallas Cowboys ha batallado para establecerse en la NFL, a donde llegó reclutado en la quinta ronda del draft del 2007 por los Carolina Panthers, recién egresado de la Universidad de Oregon.

Después tuvo que pasar por los Denver Broncos y los San Diego Chargers, antes de llegar a Valley Ranch para tratar de ganarse un puesto en una posición que parece saturada.

El ala cerrada titular es el futuro miembro del Salón de la Fama, Jason Witten, quien encabeza una comitiva formada por James Hannah, elegido en el Draft 2012 y Gavin Escobar, seleccionado en la segunda ronda del 2013.

"Sé que será bien difícil, pero creo que tengo la habilidad y experiencia para tratar de ganarme un puesto", dijo Rosario. "He pasado por mucho en esta liga y ahora sé qué se necesita para quedarse en un equipo".

"Me considero versátil, puedo hacer muchas cosas. Puedo atrapar, puedo correr y hasta taclear".

Rosario comenzó a darse cuenta de la dificultad para ser un atleta profesional en una liga de alto nivel desde que nació.

Su padre nació en San Pedro De Macorís, República Dominicana, donde se convirtió en un estelar beisbolista amateur.

Llegó a Estados Unidos como pelotero profesional firmado por la organización de los Bravos de Atlanta, para los que nunca jugó en las Mayores.

"Se quedó en Clase A", comentó Rosario. "Era lanzador y tuvo algunos problemas en el brazo, que le impidieron seguir lanzando a un alto nivel".

"Mi papá podía subir su recta entre 96 y 98 millas por hora cuando era muy joven", agregó. "Pero la lesión lo frenó y tuvo que olvidarse de las Grandes Ligas".

Su padre se casó y se mudó a la tierra de su mamá, Dayton, Oregon, donde el hoy jugador de los Cowboys comenzó a jugar beisbol y fútbol americano desde pequeño.

En su segundo año de preparatoria, decidió abandonar el beisbol porque notó que su talento para el deporte de las tacleadas podría conseguirle al menos una beca universitaria.

"Mi papá no sabía nada de fútbol americano, pero comenzó a interesarse por mí, para apoyarme", recordó. "Ahora, su deporte favorito es el fútbol [americano]. Es un gran aficionado de los Cowboys".

"Está feliz porque estoy aquí" comentó. "Yo de pequeño también era aficionado de los Cowboys; de esos Cowboys de Troy Aikman, Michael Irvin, Emmith Smith, Jay Novacek... Eran increíbles".

Rosario dijo sentirse un jugador latino por completo en la NFL, aunque entienda poco español y no hable nada.

"Tengo la sangre dominicana", comentó. "Mi papá es dominicano y convivo con mi familia allá. Desafortunadamente allá en Oregon nunca aprendí ni practiqué el español porque mi mamá es americana por completo".

Rosario, de 28 años, reconoció que una de sus principales motivaciones para llegar a Dallas es compartir y aprender de Witten.

"Es un tipo que hace todo bien", consideró. "Lo he visto desde que estaba en la universidad; he seguido cada movimiento. Es un jugador 'all-around'. Algunos alas cerradas pueden bloquear, otros cachar o correr. Él puede hacerlo todo".

El entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett, rechazó que Rosario fuera sólo un jugador más para completar el roster de prácticas en pretemporada y que su destino estuviera fuera del equipo.

Dijo que Rosario llega precedido de una buena fama como jugador de equipos especiales y que a la ofensiva era versátil.

"Tiene habilidad y tamaño", comentó Garrett sobre Rosario, quien mide 6-3 y pesa 250 libras. "Puede jugar equipos especiales. Tuvo cinco tacleadas, un balón suelto recuperado y bloqueó una patada de despeje el año pasado con los Chargers".

El entrenador de equipos especiales de San Diego en el 2012 era Rich Bisaccia, recién contratado por Dallas.

"El entrenador Bisaccia tiene mucho que ver con que yo esté aquí", dijo Rosario. "Me gustaba jugar para él en San Diego y creo que a él le gusta mi juego".

En seis temporadas en la NFL, Rosario suma 99 recepciones para 1,106 yardas y ocho touchdowns en 91 partidos, incluidos 27 como titular.