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Rivalidad con nuevo sabor

NUEVA YORK -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": habían pasado casi 32 años desde la más reciente visita de los Dodgers de Los Angeles a Yankee Stadium, de hecho, la última ocasión en que habían pisado ese terreno de juego, fue para celebrar el título de la Serie Mundial de 1981, cuando en aquel sexto encuentro, derrotaron 9-2 a los del Bronx, para vencerlos en seis juegos en el Clásico de Otoño.

Antes del cuadrangular de Hanley Ramírez en la octava entrada del primer juego en la doble cartelera, el más reciente Dodger en irse para la calle en la casa de los Yankees, había sido Pedro Guerrero, también en el octavo inning de aquel juego final y ante Rudy May. Esa sería la última carrera de aquella temporada antes de que los Dodgers comenzaran la celebración de lo que era su quinto título de Serie Mundial.

Pero a pesar de que mencionamos a Pedro Guerrero como uno de los héroes de aquel más reciente juego de los Dodgers en el Bronx, la historia de aquella visita fue totalmente distinta a lo que se vivió éste miércoles en el histórico doble juego.

El equipo de Los Ángeles que participó en aquel Clásico de Otoño de 1981, contaba entre sus filas con dos peloteros nacidos fuera de los Estados Unidos, el propio dominicano, que terminó bateando para .333 en la serie con 2 cuadrangulares y 7 carreras producidas; y el mexicano Fernando Valenzuela, que comenzó y ganó el tercero juego lanzando ruta completa y, a pesar de haber sido su única actuación en la serie, resultó fundamental, pues los Dodgers habían llegado a casa en desventaja de 0-2 tras caer en los dos primeros en patio ajeno y aquella labor del "Toro" cambió por completo el rumbo de la serie.

Por parte de los Yankees, el único jugador extranjero era el mexicano Aurelio Rodríguez, quien también cumplió con una gran actuación en la serie, bateando para .417 en 4 juegos en los que vio acción.

La doble cartelera que marcó el regreso de los Dodgers al Bronx, tuvo varios héroes. En el primero, ganado por los locales, el japonés Hiroki Kuroda se llevó la victoria luego de lanzar 6.2 entradas, admitiendo apenas 2 carreras limpias. El salvamento fue para el panameño Mariano Rivera, que llegó a 25 en la temporada y a 633 en su carrera, para consolidarse como el número uno de todos los tiempos.

El héroe ofensivo por los Yankees lo fue Ichiro, de Japón, bateando de 4-3 con 2 anotadas, 3 producidas y su tercer cuadrangular de la campaña y, por cierto, el derrotado, resultó el coreano Hyun-Jin Ryu.

Para el segundo del doble cartel, los baluartes ofensivos de los Dodgers en su blanqueada 6-0, resultaron el cubano Yasiel Puig, con 2 imparables, incluido su quinto batazo para la calle de la temporada, el mexicano Adrián González, que se fue de 5-3 y el dominicano Ramírez, que en 8 turnos totales en los dos encuentros, conectó 6 imparables.

La cita en el Bronx era entre esas dos organizaciones que han sido "modelos" en las Grandes Ligas por más de 100 años. Entre esos dos titanes que con 11 Series Mundiales entre ellos, han forjado una rivalidad única en el Beisbol y en el deporte, entre dos organizaciones respetables, de prosapia, con 33 títulos de Clásico de Otoño entre los dos, con cientos de héroes y millones de seguidores en todo el planeta. Pero aunque los equipos eran los mismos, casi 32 años después, los protagonistas fueron completamente diferentes. Peloteros llegados de todos los rincones del planeta, que hoy, han hecho que la rivalidad más "Clásica" de las Ligas Mayores, haya tomado un tinte internacional que mucha falta le hizo desde que comenzó a principios del siglo pasado.