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Una historia conocida

MIAMI -- Cuando el Miami Heat estaba en una situación complicada ante los Indiana Pacers en la Final de la Conferencia Este, ya se escuchaban los murmullos.

Las redes sociales estaban invadidas por comentarios como "Hay que desarmar el Big 3" y "Este es un fracaso absoluto".

Por eso, como siempre les digo, no cedan ante la vorágine de amarillismo.

Digo, después de todo, estamos hablando de un equipo que llegó a tres Finales consecutivas y ha ganado los últimos dos campeonatos.
Estamos en una era en la cual lo importante es el ahora y la perspectiva está muerta. En una época en la cual tantos periodistas están ansiosos por ser noticia que se convierten en prisioneros del momento y caen en declaraciones desmedidas.

Básicamente lo que les estoy tratando de decir es que el Big 3 no se va a ningún lado.

Debido a los cambios de reglas, el Heat tendrá que pagar una barbaridad en impuestos de lujo de la próxima temporada.

Micky Arison es el segundo dueño más rico en toda la NBA, y ha dicho en varias ocasiones que no tendría problema en gastar dinero si eso significaría mantener un núcleo ganador.

Obviamente no hay dudas acerca de LeBron James, quien es el mejor jugador de la actualidad y ha convertido a Miami, una ciudad tradicionalmente vinculada con el fútbol americano, en una cuna de baloncesto.

Dwyane Wade no será operado de la rodilla y promete estar en condiciones para la próxima campaña. Sigue siendo el niño mimado de la ciudad y no se irá a ningún lado.

Sí creo que deberían monitorear más los minutos de Wade durante la temporada regular, pero habrá que ver si el escolta está dispuesto a ceder más protagonismo.

Lo cual nos lleva a la pieza que la gran mayoría piensa estará en otro equipo la próxima temporada.

Sobre todo luego de que Chris Bosh tuviera unas Finales por debajo del promedio y no anotara puntos en el séptimo juego.

Sin embargo, Erik Spoelstra insiste en que "Bosh es la pieza más indispensable de este equipo".

No coincido con dicha afirmación, pero sí creo que Bosh seguirá siendo un miembro del Miami Heat.

¿Cuál es la alternativa?

Cambiar a Bosh por un alero de poder y un centro de menor envergadura. El Heat no cree que eso sea conveniente y yo tampoco.
No se discute que Miami tiene debilidad en la pintura, pero dejar ir a Bosh no es la solución.

Insisto con lo mismo, pero creo que es algo que habla por sí solo; el Heat es bicampeón y a veces parece que nos olvidamos de ese "pequeño detalle".

La próxima temporada no será más sencilla.

Boston contará con el regreso de Rajon Rondo, los Pacers con el de Danny Granger y los Bulls contarán con un ya "saludable" Derrick Rose.

La Conferencia Este va tomando cada vez más poder, y a Miami le costará más que nunca en la temporada 2013-14.

Para reforzar la pintura, Miami tiene ya un nombre en carpeta.

Greg Oden ha despertado interés de cinco equipos, pero él mismo ha dicho que prefiere jugar en Miami, por lo cual no sería sorpresa si lo vemos vistiendo un uniforme del Heat.
Imposible saber si se mantendrá saludable, pero es una apuesta barata que vale la pena tomar.

Considero que Joel Anthony no seguirá en el equipo, y tanto el futuro de Mike Miller como el de Ray Allen son una incógnita, aunque yo me inclino porque este último va a decidir jugar una temporada más.

No son los cambios de la cual la gente está hablando, pero no recuerdo la última vez que un equipo separó a su núcleo en el comienzo de una dinastía.

Ya veremos que sucede en el 2014, cuando el Big 3 tiene la opción de salirse de su contrato. Tanto Bosh como Wade ya han expresado su deseo de quedarse.

LeBron es la gran duda, aunque si el equipo sigue ganando, las posibilidades de que permanezca en Miami aumentan.

El Big 3 no se va a ningún lado, y si este núcleo se mantiene, el Miami Heat volverá a partir como favorito la próxima campaña.

No se dejen llevar por el ruido, ni por el vaivén de emociones que este equipo parece generar en la prensa.

Aquí no ha pasado nada.