NUEVA YORK -- Roberto Clemente Jr. recordó aquel día cuando estuvo presente dentro del parque estatal Rio Harlem, que fue renombrado en honor de su padre, reconocido por muchos como uno de los mejores, sino el mejor latino, en la historia de las Grandes Ligas.
Cuarenta años después, Clemente Jr. regresó junto a su hermano menor Luis este jueves para presenciar la develación de una estatua de bronce del 'Cometa de Carolina', creada por la escultora cubana, Maritza Hernández, auspiciada por la empresa Goya, y colocada en ese mismo recinto neoyorquino.
"Yo estaba de frente cuando la develamos y me impresionó muchísimo. De verdad me sacó las lágrimas. Yo quiero que sea una fuente de inspiración", afirmó Luis Clemente a ESPNDeportes.com.
"Esa imagen dice mucho. Dice gracias. Demuestra el carácter y yo creo realmente es el logro de todos los latinos que representa", afirmó el menor de los descendientes de la familia Clemente.
La estatua, colocada en la entrada del parque, muestra a Roberto Clemente quitándose su gorra y saludando a la fanaticada cuando conectó su hit número 3,000 el 29 de septiembre de 1972.
Los últimos 30 días han sido muy especiales para los hermanos quienes siguen llevando el legado de su padre en alto a través de su empeño de ayudar a los jóvenes y comunidades.
"Tiene un valor muy especial para que sirva de ideal para la juventud que se inspira. Han habido una serie de acontecimientos en este último mes. Develar esta estatua fue muy especial", declaró Luis Clemente.
Hernández trató de evitar lagrimas mientras hablaba sobre Roberto Clemente y el trabajo que hizo en honor de el, alguien que sigue sirviendo como una inspiración desde su triste fallecimiento mientras iba rumbo a Nicaragua para entregar los recursos necesarios a los damnificados del terremoto ocurrido en 1972.
Hernández recuerda que se encontraba en su cocina preparando una comida para su hija y esposo cuando él la llamo al enterarse sobre la muerte de Clemente en un noticiero de TV. Desde entonces estudió todo sobre esa gran persona que fue el puertorriqueño, leyendo sus libros.
"Roberto Clemente siempre ha sido una inspiración. Me alegro mucho de haber sido parte de lo que va a seguir siendo su legado", dijo Hernández.
Alabó la obra, que es la quinta de todas sus comisiones que le ha tocado trabajar, como la mejor, y resaltó que le tomó nueve meses en completarla.
"Para mi fue una alegría poder lograr la estatua de Roberto Clemente", apuntó Hernández.