BUENOS AIRES -- Tras apenas ocho días de vacaciones, el plantel de Boca Juniors volverá el martes al trabajo, sin refuerzos (a excepción de que Franco Cángele "continuará" en el club) y con la mayoría de los futbolistas que quedarán marginados de la próxima temporada.
El encuentro será en el predio Pedro Pompilio desde las 15, donde el técnico Carlos Bianchi se reencontrará con los que quedan del plantel.
Ya no estará Clemente Rodríguez, quien se marchó, con críticas a la forma en que se fue del club, hacia su nuevo destino en San Pablo, y seguramente Walter Erviti no se presentará al iniciarse una licencia que acordó con el club.
Erviti admitió que quería cambiar de club aunque no tuvo conflicto alguno.
En cambio, las declaraciones de Santiago Silva, quien perdió la titularidad tempranamente ante la llegada de Bianchi e hizo críticas hacia afuera, habló del vestuario "complicado" y eso no cayó bien. Silva estará con sus compañeros.
De Boca, además, se irán Oscar Ustari, y también emigrarían Lucas Viatri y Leandro Somoza.
Para tener ingresos e incorporar refuerzos, la dirigencia accedería a vender a Cristian Erbes al Tigres de México, en 2,5 millones de dólares.
La directiva preferiría vender a Erbes y no a Juan Manuel Sánchez Miño a Ucrania.
Caída la chance de Daniel "Cata" Díaz, Boca buscaría por el mercado interno y trascendió que podría intentar con Sebastián Domínguez.
Fernando Gago tendrá que definir en Valencia si Boca está en su destino inmediato.
SE QUEDÓ FRANCO CÁNGELE
Un caso atípico es el del mediapunta Franco Cángele, quien está entrenando junto al plantel desde enero de 2013.
El jugador llegó proveniente del fútbol turco y obtuvo un permiso para practicar en el club. Su intención siempre fue quedarse, cuestión que quedó confirmada hace unos días.
Cángele, surgido en Boca, entonces será un refuerzo, aunque no una cara nueva para el plantel.