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Corea del Norte, la revelación

LONDRES -- La hazaña de Corea del Norte en la Copa del Mundo de 1966 no tiene antecedentes en la historia del fútbol. Una Selección desconocida, amateur y sin ningún tipo de antecedente en la escena internacional eliminó a la superpoderosa Italia y estuvo a punto de dar el golpe frente al Portugal de Eusebio. El combinado asiático fue, sin dudas, la gran revelación del campeonato disputado en Inglaterra.

Norcorea se clasificó tras vencer a Australia por 6-1 y 3-1 en dos encuentros disputados en Camboya. Los representantes africanos se retiraron de la competencia en protesta a la decisión de la FIFA de no otorgarles una plaza directa y Corea del Sur se sumó a este boicot. Por eso, el conjunto norcoreano obtuvo su pasaje directo tras esta doble victoria.

El jefe de estado Kim Il-Sung eligió a dedo a los 22 futbolistas que formaron el plantel mundialista. Todos eran militares de grado y la enorme mayoría no había tenido experiencia en el fútbol profesional. El líder de la Nación sólo les pidió que no hicieran el ridículo y que intentaran ganar un partido para alegría de su pueblo. Cuando partieron de Pionyang nadie pensó que volverían como héroes nacionales.

En su debut no tuvieron ninguna oportunidad frente a Unión Soviética. El campeón de Europa de 1960 goleó 3-0 a los entusiastas norcoreanos, que mostraron gran velocidad y capacidad atlética pero escasas respuestas futbolísticas. Fue una presentación sólo digna para los asiáticos. Tres dias más tarde mejoraron su nivel y obtuvieron un gran empate 1-1 contra Chile, gracias a un gol de Seung cerca del final del juego. El saldo era positivo tras los dos primeros partidos, pero nadie se esperaba lo que sucedería en el tercer encuentro.

El 19 de julio los futbolistas de la Selección de Corea del Norte le hicieron honor al apodo "Chollimas", que es un caballo alado mítico que puebla en forma de estatuas la ciudad de Pyongyang. No sólo le ganaron al bicampeón del mundo Italia, sino que protagonizaron la primera victoria de un equipo de Asia sobre uno de Europa y lograron que por por primera vez un representante de dicho continente supere la fase inicial de un Mundial.

Con un gol inolvidable de Park Doo Ik (sargento del ejército norcoreano) a los 42 minutos del segundo tiempo, Corea del Norte venció 1-0 a Italia en el estadio Ayresome Park de Middlesbrough, eliminó a los campeones europeos reinantes y se clasificó a cuartos de final. Aquel resultado inverosímil hasta provocó un problema en la organización, ya que los dirigentes tenían tan poca fe que debieron cambiar de emergencia los pasajes que ya habían adquirido para volver. Además, el plantel se vio obligado a alojarse en un centro religioso, porque todos los hoteles se encontraban ocupados.

Así comentó este partido el diario español La Vanguardia: "Fallaron, con gran sorpresa, los cálculos y vaticinios de los especuladores del fútbol en el ambiente de estos campeonatos". La derrota italiana fue festejada por un puñado de hinchas ingleses que se habían propuesto alentar a los orientales al grito de "Corea, Corea".

El partido de cuartos de final en Goodison Park no fue menos extraordinario. Sin nada que perder y con todo para ganar, Corea del Norte se lanzó al ataque y a los 25 minutos ya vencía 3-0 a Portugal, el Seleccionado que había eliminado a Brasil en la primera ronda. Lo que parecía un batacazo se había convertido en una verdadera epopeya deportiva.

Sin embargo, apareció el talento de Eusebio en todo su esplendor y marcó cuatro tantos para que el conjunto luso ganara 5-3 y se clasificara para las semifinales. De todos modos, el resultado no empañó la extraordinaria campaña norcoreana en Inglaterra.

Así relató este duelo La Vanguardia: "La gran sorpresa del torneo estuvieron a punto de darla los coreanos. Marcarle nada menos que tres a cero en el primer tiempo a Portugal no es empresa que esté al alcance de cualquiera, y ellos, con su velocidad y también, es hora de que se les reconozca, buen juego, marearon a la defensa lusitana, que a lo mejor consideraba iba a jugar un partido con toda tranquilidad y poco trabajo.

La desmoralización cundió en las filas portuguesas y tuvo necesidad Eusebio, el magnifico jugador que está alcanzando en este campeonato las calificaciones más sobresalientes, de sacar a relucir lo que realmente es, y asi poder enderezar las cosas y el partido. Habían empezado a jugar abiertamente seguros en su tuerza y saber, pero ello permitió a los coreanos colarse hasta por debajo de sus piernas y marcar de sendos tiros tres goles.

Ahí se vio la gran calidad de los portugueses. Como aquel célebre Honved húngaro de antaño, sin perder la serenidad y seguro de su Juego, aumentó el ritmo y uno tras otro consiguió nada menos que cinco tantos. Los coreanos fueron aplaudidos por su bien jugar, pero a su vez los portugueses fueron aclamados por su fabulosa reacción, por su potencia de ataque y por esa maravilla qus es Eusebio, sin duda el mejor jugador del Mundial.

Ya nada será igual para el fútbol asiático, que demostró todo su potencial de la mano de una Selección que llegó en silencio y se retiró entre los aplausos de todo el planeta.