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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Al desnudo
Como lo hace anualmente desde 2009, ESPN Magazine presentó su edición "The Body Issue", publicación que ilustra entrevistas a distintos deportistas del planeta con fotos de ellos desnudos y, generalmente, realizando su respectiva disciplina. Así como en el pasado fueron parte Serena Williams, James Blake, Vera Zvonareva y Daniela Hantuchova, la edición de 2013 también tuvo representación desde el tenis. Y con singular repercusión. Esta vez, los elegidos fueron John Isner y Agnieszka Radwanska.

Isner posó efectivamente en posición de juego, habló de los complejos que le generaba de chico ser "siempre mucho más alto que todos" y cómo sus 206 centímetros influyen hoy en su tenis. El caso de Radwanska no se alejó mucho de esa premisa: la polaca celebró poder "mantenerse en forma sin demasiado gimnasio", contó cómo evolucionó su entrenamiento físico al respecto y hasta confesó entre risas que su rutina habitual para incorporar energías es comer un plato de pasta media hora antes de un partido. Lo diferente fue la foto que acompañó su reportaje: en una pileta, mirando a cámara y con algunas pelotas de tenis simplemente decorando la escena.

Y aunque Agnieszka no fue la única que tomó cierta distancia de la imagen estrictamente "deportiva" (el basquetbolista John Hill, sin ir más lejos, posó en un hidromasaje solo tapándose con espuma), la cuestión de la desnudez fue suficiente para encender la polémica en su país. "Es una lástima que alguien que ha declarado su amor por Jesús ahora promueva que la mujer sea vista como un objeto por el hombre", disparó el padre Marek Dziewiecki, haciendo referencia a la prédica católica que Radwanska ha hecho en el pasado.

En efecto, desde 2011 la N°4 del mundo era embajadora de la organización polaca "Cruzada joven", en su campaña "I'm not ashamed of Jesus" ("No estoy avergonzado de Jesús"). Pero habrá que hablar en pasado. Por la producción de fotos, el grupo católico decidió excluirla, aduciendo un "comportamiento inmoral".

El precio del éxito
Poco después de la consagración en el dobles de Wimbledon, Su-Wei Hsieh celebraba convertirse en la primera campeona de Grand Slam procedente de Taiwán puesto que "allí el tenis no es muy popular". "Haber logrado esto es algo grande. No sé cómo repercutirá en la ayuda que se la da a los juniors para que continúen mejorando, pero es algo que estoy esperando. Antes de viajar a Europa tuve una pequeña pelea con la Asociación porque hay muchos problemas en el medio", agregaba la ganadora del título junto a la china Shuai Peng.

Y la proclama pública tomó otro matiz cuando, días más tarde, el padre de la jugadora revelaba que precisamente desde China ya se habían puesto en contacto para ofrecerle a la jugadora un patrocinio 36 veces mayor al que recibe de sus sponsors en Taiwán. Acuerdo, claro, que involucraría que Su-Wei dejara de representar a la isla y adoptara la ciudadanía china. "No es que no nos queramos quedar en Taiwán, pero no hay mucho que podamos hacer -afirmó el padre-. Lo que hoy recibimos de los sponsors (50 mil dólares por año) apenas cubre la mitad de los gastos de Su-Wei y sus hermanos" (dos de ellos -un varón y una mujer- compiten profesionalmente).

Ante la tensa situación, el legislador Wang Jin-pyng declaró que Taiwán va a hacer "todos los esfuerzos" por mantener a sus deportistas en la isla, pidiendo la ayuda de las empresas locales y llevando sus palabras al plural puesto que el conflicto de intereses no es novedad y la presencia de China es difícil de ignorar. Ya en 2011, el campeón de pool Wu Jia-Qing siguió ese camino y cerca estuvo la golfista Yani Tseng. En el tenis internacional también sobran casos, por motivos muy variados. ¿Se sumará Hsieh a esa lista? La ilusión de un poderoso doble 100% chino descansa detrás de esa pregunta.

Licenciada Zvonareva
Casi un año ha pasado de su último partido profesional, pero Vera Zvonareva acaba de conquistar, quizás, el título más importante de su carrera. En su Rusia natal no hubo ningún torneo por estos días, pero la ex N°2 del mundo prevaleció en otro terreno: se graduó en Relaciones Económicas Internacionales. Sí, la finalista de Wimbledon y el US Open, la misma que ha ganado doce torneos en la WTA y que en febrero pasado se operó el hombro derecho prolongando una inactividad que arrastraba desde los Juegos de Londres. La ausencia en el circuito, se aprende en retrospectiva, no fue tiempo perdido.

"Los últimos cuatro meses estudié mucho para ponerme al día con algunas cosas que me había perdido al estar compitiendo. En total me tomó seis años llegar hasta aquí. Normalmente llevaría tres, pero hacerlo mientras jugaba en el circuito generó que me tomara más tiempo. Pero el trabajo duro siempre paga y hoy, finalmente, tengo mi título. Estoy muy contenta", contó Vera en diálogo con la web de la WTA. Y agregó que su formación aún está en proceso: "Quiero ir más allá. Este título me da una maestría de grado en economía, pero quiero hacer lo mismo en derecho".

¿Y el tenis? "Desde mi operación he hecho todo para tener mi hombro al 100%, pero no me quiero apresurar -explicó-. No tengo un plan concreto de cuándo volver. Lo llevo día a día. He estado lesionada en el pasado y sé que tratar de regresar antes de lo debido puede ser contraproducente. Va a ser un desafío volver, lo sé. Pero me gustan los desafíos".

Mirando al futuro
15 años, cinco meses y siete días. El hombre (o el chico) detrás del número es Stefan Kozlov y esta semana se convirtió en el jugador más joven en disputar el tradicional torneo de Newport. Kozlov, nacido en Macedonia pero nacionalizado estadounidense, ya había sorprendido al ganar sus primeros puntos ATP con 14 años y cinco meses, al tiempo que se abría paso en el circuito junior. En esa categoría, esta temporada llegó a su primera final en un torneo de Grado A (en Brasil, cayó con el italiano Gianluigi Quinzi, luego campeón de Roland Garros) y en Wimbledon escaló hasta los cuartos de final, siendo, también, el más joven del cuadro. Aunque para muchos la referencia que baste será que durante el US Open 2012 se entrenó con Roger Federer.

En Newport, invitado por los organizadores, Kozlov no solo estuvo a la altura del que era su debut a nivel ATP sino que casi da el golpe: cayó 6-3, 6-7 (9) y 6-4 con el polaco Michal Przysiezny, que le lleva 14 años y 1350 posiciones en el ranking. Fueron dos horas y media de bienvenida al circuito grande, que lo vieron terminar acalambrado y con ayuda para dejar la cancha. "En cinco o seis años va a ser realmente muy bueno -lo elogió el ganador-. Normalmente uno no puede ni practicar con alguien de 15 años y aquí casi pierdo el partido. Jugó algunos tiros increíbles". ¿Kozlov? Conforme, pero con ambición manifiesta: "Debí haber ganado".

Stephens también se anima
Sabido es que el tenis mundial está ávido de figuras descollantes, femeninas y marketineras. La situación se acentúa en los Estados Unidos, país que explotó al máximo el deporte y que lo dominó por completo durante varias décadas pero que, hoy por hoy, está carente de grandes estrellas, exceptuando a Serena Williams.

En ese contexto, surge Sloane Stephens. La norteamericana de 20 años ya está 16ª en el ranking mundial. Ganó notoriedad venciendo a la propia Serena para arrribar a las semifinales en Australia y alcanzó los cuartos de final en Wimbledon, ante Marion Bartoli, la campeona, demostrando que los torneos grandes le sientan cómoda.

Ella sabe muy bien que faltan figuras y que tiene que saber manejar la presión. Mientras tanto, no esquiva las sesiones fotográficas. En otro capítulo de esta exposición, es una de las figuras de la edición de agosto de "W", la revista neoyorquina que desde 1972 intenta generar vanguardia en cuanto a lo que a la moda se refiere. Stephens, siempre provocadora.

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