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Juan Hernández: el único Mago

Pro Focus/Sánchez Checa

BUENOS AIRES-- Para muchos denominado como "el Mago del rugby", Juan Martín Hernández se hizo un lugar en la elite del deporte mundial por su patada envidiable. Criado por una familia inmersa en el deporte, el back de Los Pumas se decidió por la ovalada, a pesar de su afán por el fútbol, y afortunadamente no se equivocó.

Sus primeros pasos fueron en un humilde club como lo es Deportiva Francesa y, a partir de ese momento, su carrera se lanzó al estrellato. Si bien tuvo que ir a recalar al Tala de Córdoba por cuestiones familiares, finalmente regresó a Buenos Aires para dedicarse al rugby por completo y, entre tanto talento y dedicación, Juani deslumbró a más de uno. Marcelo Loffreda, entrenador de Argentina desde el 2000 hasta el 2007, había puesto sus ojos en él mientras se formaba con la selección juvenil, y en el 2003 no dudó en llamarlo para que haga su debut con el plantel mayor ante Paraguay.

Tras un puñado de partidos con Los Pumas, incluido el Mundial de Australia en 2003, y un ciclo cumplido en el conjunto de Del Viso, el jugador escaló a lo más alto cuando arribó al Stade Français, para luego consagrarse como uno de los mejores aperturas del mundo, premio que conseguiría en el 2006. Con el equipo parisino, se alzó el campeonato francés en el 2004 y fue finalista de la Copa de Europa al año siguiente, comandado por grandes figuras como las del francés Christophe Dominici y sus compatriotas Rodrigo Roncero y Agustín Pichot.

Aquel joven que una vez fue promesa, dejó de serlo para transformarse en una realidad. Ya se había forjado como Puma con varios minutos en el Mundial de Australia en 2003 y en el campeonato del mundo siguiente, deslumbró a todos. El tercer puesto de Argentina fue sorpresa de todos pero, a la vez, una certeza luego de su actuación para que al final del torneo sea nominado al mejor jugador del año por la IRB. La habilidad para patear con ambas piernas y su despliegue en ataque fueron el fruto de su éxito y su nombre ya era cartelera internacionalmente.

"Estamos en el camino correcto de trabajo"

Llegó la hora de cambiar de rumbo y, después de cinco años, llevó su talento hacia el hemisferio Sur para desembarcar en Natal Sharks, de Sudáfrica. De todas maneras, no todo fue color de rosas para Juan Martín, ya que una lesión en su espalda lo privó de jugar el Super Rugby y tuvo escasos minutos en la Currie Cup. Tras un arreglo de una temporada, volvió a Francia para formar parte de Racing Metro.

Una vez más, fue víctima de una seguidilla de lesiones y su presencia en la cancha no era la misma que antes. Volvió a disputar el Top 14 francés pero no como él hubiese querido. Desde el 2007 hasta el 2011, tan solo jugó seis partidos para Argentina por problemas en la mano y un baldazo de agua fría que fue la rotura de ligamentos en su rodilla, que lo marginó de la Copa del Mundo 2011.

Después de haberse recuperado, Hernández continuó su estadía en Paris para reencontrarse con la pelota y olvidarse de no haber podido participar del campeonato mundial en Nueva Zelanda. Los Pumas lograron la clasificación a cuartos de final, pero el anfitrión culminó con su sueño y la ausencia del apertura se hizo notar.

Pero claro, Agustín Pichot, logró la participación del seleccionado argentino en el Tres Naciones, que luego pasó a llamarse Rugby Championship. Tras una buena temporada en el 2012 con el Racing Metro, Juani volvió a ganar confianza y se calzó la camiseta albiceleste otra vez para codearse con los países que respiran rugby.

Si bien llegó una camada de chicos para llevar la 10 en su espalda tales como Santiago Fernández y Nicolás Sánchez, Hernández sabe que, estando al cien por ciento, no hay quien le quite la posición de apertura en Los Pumas. Hoy en día, tras haber sido marginado por una serie de lesiones, Juan Martín está recuperando su nivel de juego y quiere volver a ser aquel jugador que maravilló al mundo en el 2007.