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Argentina no pudo y fue eliminado

MAR DEL PLATA -- "¿Por qué ya quedamos afuera pa, si falta un set?", le pregunta el nene a su papá en la tribuna del Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata. 25-17 a favor de Italia marca el tanteador del tercer parcial. Es el 2-1 para el equipo europeo y, como dice el niño, efectivamente el cotejo no terminó. El padre del nene se acomoda en la grada sin saber cómo hacer para explicarle a su hijo. Son las cosas raras que tiene el deporte. Con el 2-1 parcial para Italia, el equipo dirigido por Javier Weber ya quedaba eliminado del Final Six de la Liga Mundial de Voleibol por diferencia de sets, sin importar cómo terminara este encuentro, cuyo marcador final -una anécdota- fue 3-1 para la Azzurra. Pero el chico seguía colgado de la manga de su papá, sin entender.

Con ese tercer parcial a favor de la Selección Azzurra se terminaba el sueño del equipo albiceleste de levantar en esta fase final, y de local, la pobre imagen que había dejado en la etapa regular. Sin jugar mal, pero lejos del estandar de nivel de las potencias mundiales con que se encontró en Mar del Plata, a los de Weber les alcanzó nada más que para ganar un set en cada uno de sus partidos de esta fase.

En cuanto al encuentro en general, la Albiceleste tuvo el arranque menos soñado, y rápidamente se encontró 11-3 abajo en el set inicial. A partir de eso, fue dominada en todo momento en el parcial, que se llevó Italia cómodamente por 25-20, pese a que el nivel de juego del local no fue para nada malo.

A diferencia del equipo, el público arrancó muy encendido, gritando no sólo los puntos, sino también las salvadas en defensa. Para eso hubo una gran contribución de la 14 bis, la orquesta (casi) oficial de la Selección Argentina en las tribunas, que esta vez estuvo más cerca del rectángulo de juego. Abandonó su esquina habitual del estadio para trasladarse a una de las gradas ubicadas detrás de la cancha. Así, sus bombos y redoblantes estuvieron más presentes que nunca.

Muy activa, recorrió los pasillos de las tribunas, a pura batucada y banderazo. Con la presencia de Javier Zanetti, Sergio 'Cachito' Vigil, ex técnico de Las Leonas, y el entrenador de la selección argentina de handball, Eduardo Gallardo, el público hizo la ola para uno y otro lado, una y otra vez, sin hacer caso a las señales negativas que llegaban desde la cancha.

El segundo set presentó una realidad distinta en el rectángulo de juego, porque el conjunto albiceleste arrancó concentrado, peleando cada pelota, y se fue al primer tiempo técnico 8-6 arriba. Con el correr del parcial quedó demostrado que eso no había sido un espejismo, porque en este caso el equipo de Weber logró hacer eso que tanto le cuesta: anotarse a su favor los sets que se le presentan favorables. Fue un 25-23 para que el Polideportivo explote.

Eso alimentó la ilusión, ya que si ganaba 3-1 tenía chances de avanzar a la siguiente ronda. Pero, como ya se consignó, el tercer parcial hizo que esas esperanzas se esfumen.

Desde la frialdad de los datos, el cuarto parcial estuvo de más. El local ya estaba eliminado. Pero vayan a decírselo a las 4800 personas que ocuparon en buena medida el estadio. Para ellos, el aliento y el aguante estaba lejos de finalizar.

Como botón de muestra, una joven ubicada en la tribuna que estaba atrás del espacio para la prensa se rompió la garganta gritando cada punto del conjunto de Weber en ese set final. Esa fue la tónica general de parte del público en esos minutos, hasta el mismísimo 25-22 con el que los europeos cerraron el pleito. Otra cosa rara del deporte. Aunque, en este caso, mucho más alegre.

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