|
ARLINGTON -- Para los estadounidenses la tercera puede ser la vencida. Jugadores y cuerpo técnico aseguraron que disputar la final de la Copa Oro el domingo tiene una motivación especial. Estados Unidos buscará su primer título del torneo regional de futbol después de perder las dos finales anteriores; ambas frente a México. "Esta generación de futbolistas necesita ganar algo importante", dijo el delantero estadounidense, Eddie Johnson. "Hemos estado ahí ya dos veces consecutivos y no hemos podido sacar el resultado". Johnson encaminó a su selección a la que será la novena final de su historia en 12 ediciones del torneo desde 1991. El delantero abrió el marcador al minuto 11 y a partir de ahí Estados Unidos pudo ejecutar el plan de trabajo con mayores espacios y facilidades por parte de los hondureños. Estados Unidos ganó 3-1 con el gol de Johnson y un par de su capitán, Landon Donovan. "Es un hecho que pudimos jugar mucho mejor después del gol, porque Honduras tuvo que abrirse temprano en el juego", consideró Johnson. "Se abrieron los espacios y supimos aprovecharlos para comenzar a definir el juego desde temprano". El hondureño, Marvin Chávez, reconoció que los primeros minutos marcaron diferencia en su contra. "Nos desconcentramos en los primeros minutos, parpadeamos y ellos aprovecharon los dos goles para manejar el juego", señaló. "Anotamos y de inmediato nos descuidamos otra vez y de inmediato nos anotan". "Nosotros queríamos ganar", agregó. "Pero no se pudo, hay que reconocer que Estados Unidos fue mejor". CONSIDERA TORRES MALA FE
El mediocampista mexicoamericano de la selección estadounidense, Francisco Torres, aseguró que los futbolistas hondureños jugaron con mala fe durante buena parte del partido. Torres dijo que al final la preocupación prioritaria era evitar una lesión porque consideraban que el partido estaba resuelto desde antes de llegar al último tercio de juego. "Fue un partido complicado, de muchos golpes", indicó. "Hubo un momento que nos desesperamos porque nos estaban pegando mucho. Sabíamos que íbamos ganando, pero había jugadores que nos querían lastimar". "Afortunadamente, nadie salió lastimado", agregó. "Es parte del futbol, aunque hoy algunos se pasaron". JUEGA 'GRINGO' EN CASA
Para Torres, el partido tenía una motivación especial, además de conseguir el boleto a la final: Ganar en su propia casa. Torres es del poblado de Longview, Texas, localizado a menos de 100 millas de Dallas. "El Gringo", como le apodan en el futbol mexicano, también es egresado de academias infantiles de futbol de Dallas. "Sí claro que estaba más motivado que nunca", dijo. "Mi familia casi completa estaba en el estadio y muchos niños que juegan en el club del que yo salí hace tiempo". "Fue algo muy bonito", agregó. "Además fue en el estadio de los Cowboys".
|
