Jayson Stark 11y

Aumentando castigos por esteroides

Damas y caballeros, démosle un fuerte aplauso a Jared Michael "Skip" Schumaker. Él pronunció las palabras esta semana que nunca pensamos que un jugador de béisbol diría:

"Suspensión... de por vida".

¿Fue suficiente, como cuestionó el dínamo multiusos de los Dodgers, para que Ryan Braun perdiera solamente $3.2 millones de un contrato de $150 millones, por su crimen contra el béisbol? ¿Fue realmente suficiente para él sacrificar 65 partidos de una campaña que ya estaba perdida?

Y la conclusión a la que llegó Skip Schumaker fue que no. De ninguna manera.

Así que es hora, dijo él, de ser más duros. Es hora de que sea una y fuera. Es hora de suspensiones de por vida. Incluso afirmó que es hora de comenzar a anular contratos.

"Los jugadores están a favor de castigos más severos. Sin duda", nos dijo Schumaker. "Y ellos están a favor también de anular contratos. No es que hable a nombre de todos. No puedo. Pero digamos que algunos de mis amigos cercanos son peloteros de alto perfil y ellos están a favor de limpiar el deporte".

Lo que él sabe actualmente -- lo que todos los habitantes de Norteamérica saben actualmente -- es que las suspensiones de 50 partidos aparentemente no son lo suficientemente fuertes como para limpiar el deporte. Entonces, de forma creciente, los jugadores están comenzando a contemplar un concepto que antes era impensable:

Tomar esos contratos garantizados -- no importa qué tan extensos, qué tan grandes -- y hacer que desaparezcan.

¿Quién lo hubiera pensado?

Hace no mucho, ustedes hubieran tenido una mejor oportunidad de ganar la carrera de autos Daytona 500 en una minivan que convencer a los jugadores de anular el contrato de alguien. Pero, aparentemente, el mundo ha cambiado. Vaya que ha cambiado.

Lo escuchamos de jugadores en todo el mapa beisbolero esta semana. Lo escuchamos de Max Scherzer, un representante de la Asociación de Jugadores en Detroit, quien le dijo al diario USA Today que él pensaba que los Cerveceros deberían tener la "habilidad para cancelar el contrato de Braun". Lo escuchamos, fuera de grabadoras, de unos cuantos jugadores molestos.

Y lo escuchamos, con el mayor énfasis, de alguien que se describe como un "tipo normal", que ha pasado cada temporada de su carrera peleando por uno de los últimos lugares disponibles en el roster.

"Creo que cuando se establecieron las suspensiones de 50 partidos, 100 partidos y luego suspensión de por vida por una tercera ofensa, el 99 por ciento de los jugadores pensaron que eso sería suficiente", dijo Schumaker. "Y eso ha limpiado mucho el deporte. Realmente lo ha hecho. ¿Pero por qué los peloteros de renombre todavía lo hacen? Eso es frustrante para mí, como un jugador que no es muy bueno, que sabe que ha sido realmente difícil mantenerme aquí, y como padre. Es difícil para mí aceptarlo".

Schumaker escucha los argumentos de que todos merecen una segunda oportunidad. Y, en general, él cree que "eso es parte de la vida".

"Pero debo admitir", señala, "que me molesta que alguien pueda consumir eso hasta que lo atrapen, y diga, 'Oh, lo siento. Merezco una segunda oportunidad'".

Entonces dijo que él y sus compañeros se sentaron esta semana para hablar del tema, pensando en qué tipo de castigos harían que se detuvieran los intentos para vencer al sistema. Ellos decidieron que había solamente dos opciones.

"Hay solamente dos formas de llamar la atención de los jugadores", afirmó Schumaker. "Bien sea con una suspensión de por vida o empezar a quitarle victorias a un equipo. En cuanto empiezas a afectar los contratos de los jugadores o las victorias del equipo, los jugadores realmente serán afectados por eso. Sé que sería difícil para alguien pararse enfrente de todo el vestuario y decir, 'Les acabo de costar 20 victorias, y ahora ustedes no tienen ninguna posibilidad de clasificar a playoffs'".

Eso, sin embargo, es un discurso que casi podemos garantizar que ningún jugador pronunciará. Es casi imposible empezar a castigar a los "tramposos" quitándole victorias a sus equipos. Demasiado complicado. Así que asumamos que eso no ocurrirá.

¿Pero qué tal que un día hayan suspensiones de por vida y anulación de contratos? ¿Qué tal una regla que lidiaría a los futuros Ryan Brauns de la forma como el béisbol alguna vez manejó a Pete Rose: un strike y estás fuera -- pero puedes solicitar ser reinstalado en un año?

Bueno, puede pasar cualquier cosa, en teoría, si, digamos, el 98 por ciento de los jugadores lo demandan. ¿Pero en realidad? De ninguna forma que eso ocurrirá.

Hicimos esta pregunta a varios jugadores que trabajan de cerca con la asociación de peloteros. Ellos plantearon el mismo escenario

¿Están a favor de castigos más severos? Sí. ¿Pero anular contratos por una primera ofensa? "No hay posibilidad", dijo uno.

"Los jugadores lo han dejado muy en claro", agregó otro jugador. "Si alguien está haciendo trampa, no vamos a proteger a aquellos que lo hagan. La gran variedad de jugadores en las juntas de la asociación están a favor de sanciones más severas para los tramposos. De hecho, es una gran mayoría. Estoy sorprendido por eso".

Pero hay un mayor obstáculo en el camino para que los jugadores accedan, digamos, a un año de sanción por la primera ofensa, sin hablar de una suspensión de por vida. Antes de que eso pueda ocurrir, los jugadores quieren que la oficina del comisionado reconozca que no todos los resultados positivos son idénticos.

Su mejor ejemplo: Un jugador (Freddy Galvis de los Filis) que dio positivo la temporada pasada porque empleó la crema para pie de atleta equivocada. Y no es exactamente lo mismo que alguien que arroja positivo porque emplea cosas que normalmente se le dan a los caballos. Vaya, creemos que incluso Secretariat testificaría sobre eso si hoy estuviera vivo y comiendo su avena.

Entonces, ¿qué quieren los jugadores? Ellos nos han dicho repetidamente que quieren negociar un grupo diferente de castigos para ofensas que claramente no son intencionales. Y si no pueden, entonces ellos no están preparados para votar por castigos más duros para los verdaderos "tramposos".

"Los hombres que deben pagar son aquellos que conscientemente toman una substancia", afirma Schumaker. "Y créanme, esos hombres lo saben. La asociación de peloteros ha hecho un gran trabajo para educar a los jugadores. Nosotros sabemos qué podemos tomar y qué no podemos. Entonces, si sabemos cuáles substancias están prohibidas, ellos lo saben y de todos modos las consumen, entonces debe haber castigos más severos".

¿Pero saben lo que Grandes Ligas responde cuando los jugadores argumentan este punto? Ellos dicen, "Tú eres responsable de lo que te metes en el cuerpo. Punto".

Ustedes probablemente entenderían la lógica si lo analizan detalladamente. Hacer distinciones -- bajo cualquier circunstancia -- es truculento. Entonces, Grandes Ligas prefiere mantener las cosas sencillas y no hacer esas distinciones. Sin importar qué pase.

Pero los jugadores permanecen cautivos en el otro lado. Entonces, incluso en un punto que ellos creen es muy claro, se han topado con una enorme división filosófica. Ahora, ¿se imaginan que ellos lleguen a un punto donde puedan ponerse de acuerdo en suspensiones de por vida y contratos anulados por tu primera ofensa? Se necesita una gran imaginación. Seguro.

Los jugadores que realmente han analizado esto simplemente no están listos para abrir esa puerta. Y, ultimadamente, ellos sin duda convencerán a los otros jugadores -- incluso a aquellos que hablaron al respecto esta semana.

Pero eso no detendrá a los jugadores de pensar acerca del problema en otras formas creativas.

"Pienso que es un problema que los jugadores lo acepten, sean suspendidos, paguen su castigo de 50 partidos y luego, al año siguiente, obtengan un buen contrato", dijo Schumaker. "Si de todos modos les van a pagar, ¿entonces realmente cuál es el castigo?".

Otro jugador sugirió que quizá la respuesta sea un impuesto a los equipos que firmen a un jugador que previamente ha sido suspendido. Parece una propuesta extraña, viniendo del lado de los jugadores, pero aquí está el razonamiento:

"Los jugadores hacen trampa porque no les afecta en el bolsillo", razonó el jugador que hizo esta proposición. "Entonces, si alguien vuelve y luego el equipo que quiere firmarlo debe pagar un impuesto del 20 por ciento, su valor disminuye. Y pensamos que eso es justo".

Tenemos un largo camino por recorrer antes de que ideas como esa -- ya no hablemos de anular el contrato de alguien -- estén en la mesa de negociaciones más cercana a ustedes. Pero las voces de los peloteros esta semana han sido tan fuertes y tan poderosas, que es claro que un grupo de castigos más fuerte aparecerá en la mesa de negociaciones. Y más pronto de lo que ustedes creen.

Esa es la moraleja de la historia,

"En algún momento, tenemos que hacer que los muchachos de preparatoria y de la Universidad dejen de tomar esteroides", dijo Schumaker. "¿Y cuándo se detendrán? Cuando todos los ligamayoristas lo hagan. Entonces, depende de nosotros como jugadores, hacer todo lo que sea posible para que esto se detenga".

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