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River: Tiene razones para soñar

Télam

BUENOS AIRES -- River Plate procesó de la mejor manera su regreso a la élite del fútbol argentino tras pasar una temporada en la Primera Nacional B y va por más.

El regreso de Ramón Díaz al banco le devolvió la autoestima y el envión anímico, más algunos momentos de lucidez, lo llevaron a pelear el título del Torneo Final 2013. La tabla de posiciones indica que quedó a tres puntos de Newell's, pero su rendimiento deportivo reflejó que la diferencia con el campeón resultó mayor que en el terreno matemático. Por eso el Pelado practicó una cirugía mayor en el plantel.

¿Su objetivo? Reducir la distancia en lo futbolístico con Newell's, un equipo cuya base viene trabajando sin mayores fisuras desde hace un año y medio, y aumentar la productividad en el área rival.

Ramón Díaz recuerda muy bien que en su primer título como entrenador de River (Apertura 1996) el equipo millonario concretó 52 goles, que redujeron el aspecto negativo de los 22 tantos que recibió. En el Inicial 2013, en su vuelta al club, River recibió la misma cantidad de goles que en aquel dulce 1996 (22), pero sólo sumó 28. Muy lejos de los 40 goles que produjo el equipo de Martino.

Por eso su obsesión radica en dinamizar al equipo de tres cuartos de cancha hacia delante, y practicar la menor cantidad de cambios posibles en la extrema línea defensiva, para que se mantengan ciertos automatismos y ganar seguridad.

Ramón Díaz considera que al juego de su equipo le faltaba no sólo gol, sino un eje. Por esa razón insistió en la llegada de Jonathan Fabbro, ex 'fantasista' de Cerro Porteño de Paraguay y jugador criado en el semillero de Boca Juniors. Este último dato le encanta al Pelado, que sueña con renovar la vigencia del dicho popular que reza "no hay peor cuña que la del mismo palo".

Muy importante resulta la presión que ejerció el crack colombiano Teófilo Gutiérrez para cumplir el sueño de su vida. Jugar en River. Díscolo, pero comprometido para hacer valer su deseo, el exdelantero de Racing Club forzó su salida del Cruz Azul de México y el fútbol argentino recuperará su jerarquía. "Nos dará la cuota de gol", dijo Ramón sobre Teo.

El River 2013/14 tendrá un marcado tinte colombiano también por la llegada de Carlos Carbonero, quien está llamado a tener el mismo rol preponderante de Vangioni, pero en el lateral derecho.

Cabe destacar el regreso de Osmar Ferreyra, quien a pesar de no haber tenido un buen momento en Independiente, vuelve al club de sus orígenes. Un movimiento que implica identificación, y que le da a Ramón Díaz la posibilidad de contar con un jugador en el que deposita plena confianza.

River salió del cascarón, hace tiempo que perdió los miedos, y se lanza a hacer historia con un chasis renovado que hace pensar en un coche de alta gama más que en un Ford Falcon rendidor.

PARA TENER EN CUENTA: River pasará de un dibujo 4-4-2 a un 4-3-1-2. La llegada de Fabbro tiende a aportarle mayor creatividad, claridad y pausa a una zona en la cual sobraban vértigo y escasez de ideas. Al mismo tiempo, este fichaje colaborará para estimular la competencia y la evolución de Manuel Lanzini, que no quiso irse al fútbol árabe.

LOS NUEVOS: Osmar Ferreyra, Jonathan Fabbro, Carlos Carbonero y Teófilo Gutiérrez. Además, volvieron: Cristian Insaurralde, Gustavo Fernández, Fabio Giménez, Nicolás Castro, Gonzalo Olid Apaza y Diego Coria.

LOS QUE SE FUERON: Juan Manuel Iturbe, Rodrigo Mora, Diego Martínez, Ezequiel Cirigliano, Leandro González Pirez, Luciano Abecasis, Espíndola López, David Trezeguet y Carlos Luna.