Por segunda semana consecutiva, un lanzador se lleva los máximos honores entre los peloteros latinos de la Liga Nacional.
Hace siete días, el elegido fue el panameño Randall Delgado y esta vez le tocó al cubano Jose Fernández, de los Marlins de Miami.
En realidad, Fernández, quien esta semana cumplió 21 años, ha sido una de las pocas cosas rescatables de unos Marlins miserables. De hecho, es la principal atracción de un equipo que deberá esperar varios años antes de convertirse en un contendiente de fuerza.
Esta semana, el cubano salió dos veces a la lomita y en 16 episodios de actuación permitió apenas ocho hits y dos limpias, para efectividad de 1.13 y 27 ponches propinados.
Fernández, representante de los Marlins en el pasado Juego de las Estrellas, se llevó en ambas ocasiones el triunfo y su nombre empieza a sonar cada vez con mayor fuerza como candidato a Novato del Año en el viejo circuito.
En su primera salida, el cubano ponchó a 13 bateadores de los Piratas de Pittsburgh, equipo que encabeza la tabla de posiciones en la división central.
Y luego, abanicó a 14 ante los Indios de Cleveland, que llegaban con una racha de nueve triunfos en fila que el cubano se encargó de cortar de golpe.
Con su faena de esta semana, Fernández se conviritó en el primer pitcher en lograr dos partidos seguidos con al menos 13 ponches desde que el gran Randy Johnson lo hiciera en el 2004 y el primer novato en conseguirlo desde Kerry Wood en 1998.
Además, sus 14 ponches ante Cleveland representan la cifra más alta de este año para cualquier lanzador, debutante o no, en toda la Liga Nacional.
Uno de los mayores rivales que Fernández tendrá en la batalla por el Novato del Año es, sin dudas, su compatriota Yasiel Puig, de los Dodgers de Los Angeles.
Puig sigue robándose los titulares con su juego agresivo, su bateo tórrido, sus arriesgados corridos de bases y su fildeo de excelencia, que esta semana estuvieron casi a diario en las selecciones de las mejores jugadas.
Entre el domingo 28 de julio y el sábado 3 de agosto, el jardinero de 22 años bateó ocho hits en 21 turnos, para average de .381, con seis anotadas y tres impulsadas.
Como extrabases ligó dos dobletes y par de cuadrangulares, para un slugging de .762, al tiempo que enseñó un poco de paciencia en el plato al negociar cinco pasaportes.
El veterano puertorriqueño Carlos Beltrán, de los Cardenales de San Luis, sigue burlándose del paso del tiempo.
Beltrán se fue de 29-11 (.379), con seis anotadas y tres remolques, cinco dobletes y slugging de .552.
Un pelotero con raíces boricuas y cubanas, Nolan Arenado, de los Rockies de Colorado, también le dio duro a la pelota, al ligar ocho cohetes en 24 turnos (.333), con dos anotadas y cuatro empujadas, un biangular, par de bambinazos y slugging de .625.
Y el venezolano Wilson Ramos, de los Nacionales de Washington, también tuvo una semana de aplausos, al irse de 16-5 (.313), con cuatro anotadas y seis impulsadas, dos vuelacercas y slugging de .688.
Frío, frío
El dominicano Carlos Gómez, de los Milwaukee Brewers, casi desapareció por completo de la caja de bateo.
Gómez, en la que parece ser su campaña consagratoria, se fue de 20-3 (.150) y se ponchó nada menos que diez veces, al tiempo que cerró la semana con una racha de 12 turnos seguidos en blanco.
Para esta selección se tomaron las estadísticas de los juegos desde el domingo 28 de julio hasta el sábado 3 de agosto.