BUENOS AIRES -- "Fue el gol más famoso de la historia de Austria". Hansi Krankl, en pocas palabras, le dio al triunfo de la Selección de Austria sobre Alemania Federal en Córdoba la relevancia que realmente tuvo para el fútbol de su país. Es cierto que ambos equipos ya estaban eliminados y jugaban para cumplir, pero la victoria tuvo para el combinado austríaco el sabor de algo inolvidable, irrepetible. Fue "el milagro de Córdoba".
"Aquí llega Krankl, entra en el área, remata... gol, gol, gol, gol, gol. Me estoy volviendo loco. Señoras y señores, estamos abrazándonos todos aquí, mi colega Rippel, el ingeniero de sonido, Posch. Estamos besándonos. Ojalá nos vieran. Creo que los hemos batido". El relato de Edi Finger, rescatado por el diario español El País, quedó en la memoria de todo el pueblo de Austria. Es que el Seleccionado de ese país llevaba casi cinco décadas sin ganarle a los vecinos, que eran los campeones reinantes y tenían mucho más talento.
A pesar de que Holanda ya estaba clasificada para disputar la gran final, el clásico tuvo una gran importancia para Alemania Federal y Austria. Por un día Córdoba se transformó en Berlín o Viena y decenas de miles de hinchas europeos coparon el Chateau Carrera. Unos querían mantener la paternidad y otros soñaban con volver a sentir la gloria de los treinta o los cincuenta. Era un duelo particular, en el que los puntos mundialistas que estaban en juego no eran ni de cerca lo más importante.
Karl-Heinz Rummenigge abrió el marcador a los 18 minutos y el primer tiempo finalizó con el 1-0 en favor de los alemanes. A los 14 minutos de la segunda parte Berti Vogts anotó el empate en contra de su valla. Siete minutos después Krankl convirtió el 2-1 para Austria y enseguida Bernd Hölzenbein decretó una nueva igualdad. El partido era de ida y vuelta, emocionante, y cuando parecía que el resultado estaba sellado apareció el héroe de la tarde, Krankl, y marcó el 3-2 que hizo feliz a un país.
El resultado tuvo sus consecuencias, al día siguiente, el diario alemán Bild contó que un hombre, incapaz de soportar la humillación, se tiró por la ventana y que un turista alemán se abrió las venas en Tirol. Además, otro periódico germano, el Süddeutsche Zeitung inventó un verbo en relación con este partido: Cordobaverhindern (evitar Córdoba).