Especial para ESPN.com 11y

La "campaña antiargentina"

BUENOS AIRES -- Mientras la prensa extranjera denunciaba las atrocidades realizadas por la dictadura militar en Argentina y hasta reclamaba un "boicot" a la Copa del Mundo de 1978, los medios nacionales mantenían su defensa al gobierno de facto y hablaban de "campaña anti-argentina". Así, entre esas dos campanas, se llevó a cabo el campeonato que ganó el Seleccionado local.

Con proclamas como "No al fútbol entre campos de concentración" se formó en 1977 el Comité Organizador del boicot a la Copa del Mundo en Argentina (COBA). El mismo contó el apoyo de Amnistía internacional y fue el principal soporte de los medios europeos en su crítica a la organización del certamen.

Justamente Amnistía internacional difundió un manifiesto que decía: "El deporte no está separado de la política: los estadios de la Argentina dará la apariencia de terrenos si no neutros, al menos limpios, respetables, civilizados, protegidos (todos los medios serán puestos en acción para esos efectos). La verdadera escena de la Argentina, la de las cárceles, la tortura, la represión de opositores políticos se encontrará minuciosamente enmascarada,rechazada. Somos, en ese sentido, los que quebramos la ilusión, los granos de arena que frenamos la publicaidad de esos paraísos exóticos en los cuales se oculta el horror de la realidad".

Antes del inicio de la Copa, los periodistas franceses Alain Fontain y Francois Geze -presidente del COBA- lideraron la resistencia contra la realización del Mundial. Lo hicieron através de sus artículos en diversas publicaciones. Por ejemplo, uno de ellos estaba titulado: "El Mundial tiene plomo bajo las alas" y otro ¡La Copa desborda, Videla! Además, los medios italianos se sumaron a la crítica y hasta se animaron a pedir "no viajar" al campeonato.

Los periodistas alemanes también expresaron su repudio, ya que vieron en este evento muchas similitudes con los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Incluso, la realización de la Copa fue ratificada en marzo de 1978 por Hermann Neuberger, un ex oficial de la SS. Apenas comenzado el torneo fue expulsado un trabajador de prensa oriundo de Alemania que había osado afirmar: "los niños de la ceremonia inaugural me hicieron recordar a las juventudes hitlerianas".

Como contracara a la reprobación internacional, la enorme mayoría de los medios argentinos defendieron a la dictadura de la mano del concepto "campaña antiargentina", que no era más que instalar la noción de que en el resto del mundo la única meta era desprestigiar el trabajo del gobierno de facto. Esta idea nació dos días después del golpe, cuando la Junta creó la Secretaría de Estado de Prensa y Difusión (SEPYD), un ente que se encargó de crear las "pautas" que los medios debían seguir.

El estado contrató a la agencia estadounidense Burson Masteller, especialista en mejorar la imagen de diferentes dictaduras, para que el control sobre los medios sea lo más efectivo posible. La SEPYD minimizó las críticas extranjeras y creó el concepto de "campaña antiargentina", alrededor del cual se movieron todos los artículos argentinos durante la Copa del Mundo.

A fines de 1977, Jorge Rafael Videla afirmó: "Es evidente y somos conscientes que se ha generado una imagen exterior de la Argentina que nos es desfavorable, es una realidad. Esto obedece a dos razones: en primer término la desinformación, el desconocimiento de lo que es la Argentina real, el desconocimiento de sus problemas; la segunda razón es que se ha montado una campaña internacional que tiende, mediante la exageración de los hechos a aislar a la Argentina del resto del mundo". Esto, de diferentes maneras, es lo que se repitió en los diversos medios de prensa durante todo el certamen futbolístico.

Uno de los íconos del Mundial fue el relator José María Muñoz, quien arengaba a los hinchas a "tirar papelitos" y en su discurso siempre reivindicaba al gobierno de facto. "Va a entrar Videla a dar la Copa, el fútbol ha hecho el milagro del país, nos siguen atacando aquellos que no nos conocen", afirmó el día que Argentina se consagró campeón. El hombre que le puso la voz al campeonato era el principal defensor de las atrocidades oficiales.

"Fue gracias a los periodistas que vinieron por el Mundial que tuvimos nuestros primeros grupos de apoyo" declaró Mercedes Meronio, vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo. Si el papel que jugó la prensa internacional sirvió para darles visibilidad a las Madres, entonces la "campaña antiargentina" fue uno de los puntos más rescatables de la Copa del Mundo.

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