<
>

El día que Firpo imaginó a Monzón

Carlos Monzón, campeón mundial, nació el 7 de agosto de 1942 Getty Images

BUENOS AIRES -- Luis Ángel Firpo murió el 7 de agosto de 1960. Por entonces, Carlos Monzón, nacido el 7 de agosto de 1942, no era profesional. Sin embargo...

Ulises Barrera y Félix Daniel Frascara han sido, de lejos, los dos mejores periodistas de boxeo de la Argentina. Y fue justamente Ulises Barrera quien le narró a este periodista una breve historia: "Estábamos conversando con Luis Ángel Firpo --narró Ulises Barrera-- cuando, en un momento de la charla, me dijo: 'Un día no muy lejano, va a aparecer alguien que va a ser todavía más que mi sucesor. Me lo imagino alto, flaco, huesudo, de pelo negro y fuerte, de tono aindiado. Así será él'..."

Barrera hizo uno de sus largos y atractivos silencios. "No haga cuentas con el almanaque. No hace falta, porque Firpo murió en 1960, cuando solamente habíamos tenido un campeón mundial, Pascual Pérez, y por ese entonces, Monzón era un aficionado... Firpo apostaba a que alguien bien de nuestra tierra, bien criollo, por decirlo de alguna manera, iba a llegar a un campeonato mundial. No se equivocó", concluyó Barrera. Aquel relato nos ofrece un excelente prólogo para esta nota...

Carlos Monzón nació hace 71 años, un 7 de agosto de 1942, "en un piso de tierra", como él mismo contó, en Santa Fe. Murió a los 52, tras haber sido un sólido campeón de peso mediano entre 1970, cuando batió a Nino Benvenuti, y 1977, tras vencer por segunda vez al colombiano Rocky Valdez, por el campeonato unificado de los medianos. Cerró así un ciclo de 100 peleas, de las que ganó 87 con 59 KO, perdió 3 y empató 9. Su record de 14 defensas en la categoría se mantuvo hasta el 2002, cuando fue superado por Bernard Hopkins tras su victoria ante Carl Daniels.

Luis Ángel Firpo, considerado El Padre del Boxeo Argentino, nació un 11 de octubre de 1894 y murió un 7 de agosto de 1960, a los 65, tras haber peleado entre 1917 y 1936. Efectuó 31 peleas con 26 KO a favor y perdió 4, 3 por nocaut. Aunque se retiró oficialmente en 1926, luego de una década volvió al cuadrilátero para comprobar que como había dicho su viejo rival, Jack Dempsey, "Nunca se vuelve".

El 14 de septiembre de 1923, en el Polo Grounds de Nueva York, Firpo perdió por nocaut en 2 asaltos, tras haber lanzado a Dempsey fuera del ring con un tremendo derechazo. Aunque Dempsey tardó más de diez segundos en subir al ring, la pelea siguió igual y ganó el norteamericano, quien derribó varias veces al Toro Salvaje de Las Pampas, como lo bautizó Damon Runyon.

El 7 de agosto es un día para recordar el nacimiento de uno y la muerte de otro. Firpo vivió hasta sus últimos días como la celebridad que fue. Hizo alguna película, vivió buscando a un peso pesado que pudiera seguir sus pasos y llevó con orgullo su condición de haber sido el primer argentino en combatir por un campeonato mundial.

La vida de Monzón, luego del ring y de su reinado, entró en complicados laberintos. Cuando murió, a los 52 años, estaba a punto de ser puesto en libertad, tras haber sido declarado culpable por la muerte de Alicia Muñiz.

Ambos, tanto Firpo como Monzón, encarnaron en el ring el coraje y la fuerza. Sí, es cierto, Firpo era ante todo un peleador tosco y salvaje, con muy poca técnica, pero reemplazaba esta carencia con su empuje y corazón. Monzón, en cambio, era también limitado técnicamente, pero además de ser muy inteligente, tenía una gran economía de movimientos que le permitía mantener lejos a los rivales e irlos demoliendo de a poco. Sabía pelear –y pegar- retrocediendo y esquivaba los golpes simplemente echando hacia atrás su torso.

Firpo no fue campeón mundial pero trazó una profunda brecha, como que fue el pionero del boxeo argentino. De hecho, en la Argentina no solo el 14 de septiembre es el Día del Boxeador –recordando su pelea con Dempsey- sino que tras aquel combate, el boxeo pasó a ser legal en el país.

Carlos Monzón está considerado hoy como el mejor campeón que dio el boxeo argentino. Si algo tuvieron en común, fue su capacidad de esfuerzo y trabajo.

Hoy, Día de San Cayetano, Patrono de los Trabajadores, es también una fecha clave para evocar a dos leyendas del boxeo argentino.