Especial para ESPN.com 11y

El acuerdo de Alemania y Austria

MADRID -- Lo que sucedió en el partido entre Alemania Federal y Austria fue, sin dudas, una de las grandes vergüenzas de la historia de la Copa del Mundo. Ambas Selecciones europeas "pactaron" el triunfo teutón, resultado que clasificó a ambas a la siguiente rueda y eliminó a la gran sorpresa del Mundial de España 1982, Argelia.

El partido se jugó con normalidad hasta los diez minutos de la primera etapa, cuando Horst Hrubesch marcó el gol alemán. Desde ese momento, los adversarios comenzaron a prestarse la pelota y ya dejaron de atacarse. Incluso, se veía como futbolistas rivales (Harald Schumacher y Hans Krankl, o Hrubesch y Bruno Pezzey) dialogaban entre susurros. Así, entre la vergüenza y la reprobación del público, transcurrieron los ochenta minutos restantes.

Al día siguiente, el periódico La Vanguardia habló de un "triunfo moral de Argelia" y condenó la actitud de los equipos europeos: "En las tribunas hubo gritos de fuera, fuera y de tongo, tongo; palmas de tango; flamear multitudinario de pañuelos. Porque los dos equipos eran sendas barreras. Cada uno en su terreno, ninguno se atrevía a progresar lo más mínimo. Era realmente escandaloso tanto pase atrás sin otro sentido que el de dejar pasar el tiempo. No voy a escribir que alemanes y austríacos se habían puesto de acuerdo para amañar un resultado que les conviniera a los dos, entre otras razones porque no hay modo de demostrarlo. Pero lo que está claro es que cuando llegó el marcador el 1-0, ninguno hizo el menor esfuerzo por variarlo en uno y otro sentido. Y tan mal lo hicieron, sin el menor disimulo, que los dos equipos parecían empeñados en dar la razón a los mal pensados".

La indignación de Argelia no se hizo esperar. El presidente de la Federación Argelina de Fútbol, Sekkal, hizo público un comunicado, al término del encuentro entre alemanes y austríacos en el que calificó textualmente de "acto escandaloso e inmoral y que no puede tener otra sanción que la descalificación de los dos equipos".

"Este siniestro complot —añade Sekkal— planeado en contra del equipo argeolino y que se ha desarrollado bajo los ojos de la FIFA y con la complacencia del árbitro, es un atentado grave a los nobles principios de la ética deportiva y un insulto sin nombre al público español, que con su protesta ha demostrado ser inteligente".

Por su parte, el entrenador Rachid Mekhloufi afirmó: "Creía que lo teníamos todo hecho, pero el partido posterior al nuestro estaba arreglado, es un escándalo. No puedo decir otra cosa. Alemania y Austria deberían ser descalificados y pasar a la siguiente fase Argelia y Chile". Los futbolistas africanos se expresaron en el mismo sentido.

La prensa y la opinión pública alemana también repudiaron el hecho. El titular más utilizado por los periódicos teutones fue "Avergonzados", mientras que la gran mayoría de los simpatizantes sufrió el partido como si hubiese sido una derrota. Según el diario catalán La Vanguardia, la televisión alemana calificó a los jugadores de "irresponsables y estafadores (por lo menos del público)" y su exhibición fue descripta como "fecal". Los canales dividieron el tiempo de sus comentarios por igual entre la dimisión del secretario de Estado norteamericano Alexander Haig y la "dimisión futbolística" de las selecciones de Alemania Federal y Austria.

En tanto, el ex seleccionador alemán Helmut Schoen, campeón en 1954, admitió que no comprendía "cómo se había podido producir un juego tan vergonzoso por parte de ambos equipos".

^ Al Inicio ^