MÉXICO -- Nueve de la mañana. El "Jerry" Flores vive un nuevo día, sabe que la selección se quedó lejos, también sabe que Cruz Azul tendrá que esperar.
Abrió las puertas de su casa para platicar con ESPN de los sentimientos encontrados, que son parte de su actualidad, mientras con Gaby su novia escoge la ropa con la que el día de hoy en el partido frente a Chivas formará parte del aficionado número 12.
Y segundos antes de partir al inmueble de la Colonia Nochebuena, Gerardo Flores se dio tiempo de descolgar una camiseta de su clóset, la camiseta del equipo de sus amores, para firmarla así y dedicarla a Jorge Monroy, productor de ESPN, que aparte de ser aficionado de "hueso colorado" de La Máquina celeste, hoy vive un momento duro, pero al igual que "Jerry", sabemos que muy pronto será parte de su pasado.
Al llegar a la Ciudad de los Deportes, por primera vez Jerry sabía que hoy la cancha no sería su compañera. En el Palco 24 del Azul, el jugador vivió los primeros 45 minutos de lo que sería una goliza al Guadalajara, un aguacero incontrolable y un partido que sólo podía ver desde las alturas.
En el intermedio, parte de la Sangre Azul se acercó a Gerardo para pedirle que formara parte de los gritos, de los cantos y de las muestras de aliento hacia los protagonistas de la cancha. El "Jerry", temeroso, consciente de que podría no sólo empaparse (por la lluvia que caía en el estadio), sino también llenarse de fotos, autógrafos, aficionados que querrían tocarlo, no dejó de lado esos sentimientos y guiado por más de 15 aficionados, logró llegar a las tribunas, tomó un tambor, se lo acomodó y empezó a tocar; empezó a cantar, mostrando así el gran cariño y respeto que siempre siente un jugador por su afición en las gradas.
20 minutos más tarde, el "Jerry" terminó esa sesión de apoyo a sus compañeros y pudo por fin regresar al palco para ser testigo y gozar, al igual que sus compañeros de equipo, de la obra que Cruz Azul logró frente a las Chivas y ante su gente.