Jayson Stark 11y

Hablar con el guante

Alguna vez, hubo un momento en el béisbol en el cual los guantes eran solamente guantes, y hablar solamente era hablar, y era posible emplear una sin la otra.

Ya esos días se fueron.

Ahora, en estos tiempos neuróticos en que vivimos, aparentemente ya no es seguro ni viable para nadie el llevar a cabo una conversación en el terreno sin colocar un viejo pedazo inmenso de cuero -- entro otros obstáculos- encima de sus bocas.

Uno lo ve todas las noches. La escena se desarrolla más o menos así:

Un lanzador -- digamos Junichi Tazawa de los Medias Rojas de Boston -- se mete en problemas allá fuera. Así que...

El receptor, el coach de pitcheo e intérprete se encuentran en el montículo. El coach de pitcheo habla dirigiéndose a la manga de su camisa, en inglés. El intérprete a su mano, en japonés. El lanzador contesta hacia su guante, en japonés. El intérprete vuelve a hablar hacia su mano, en inglés. El receptor habla a través de su guante y máscara.

¿Y en realidad logran entenderse?

"Seguro", dijo el receptor de los Medias Rojas, David Ross. "Es un lenguaje especial por sí solo. Todo el mundo habla 'guante'".

Uff, eso seguro. Y no solo lo hablan. Están directamente adictos al 'guante' -- porque todo el mundo lo está haciendo hoy en día.

"Esto es lo que yo estoy esperando", dijo el ingenioso locutor de los Cachorros de Chicago, Jim Deshaies. "El manager sale a argumentar una decisión de un árbitro. Entonces el árbitro y él ambos agitan sus guantes y comienzan a gritarse entre los guantes".

Hey, a este ritmo, ¿realmente los dejaría atónitos si eso en verdad pasase? No nos dejaría estupefactos al menos. Así pues hemos victo esta epidemia de hablar hacia el guante esparcirse por todo el paisaje beisbolístico durante los últimos años y nos hemos preguntados en múltiples ocasiones:

¿Cómo llegamos a esto? ¿El hablar por el guante realmente cumple con algún cometido? ¿Hay leedores de labios -- o posibles agentes de la CIA- en cada dugout?

¿Están los cazatalentos observando? Lo están los bateadores? ¿Las máquinas de vídeo están grabando? ¿Y qué tienen que ver los guantes con eso de todos modos?

Así que nos propusimos cavar buscando estas importantes respuestas. Por favor, avísenle al comité del Pulitzer, porque esta historia nunca ha sido divulgada:

La verdadera historia de hablar a través del guante en el siglo 21.

El porqué lo hacen

¿Por qué estos hombres grandes hablan a través de sus guantes de pelota? Dale, vamos. ¿Por qué creen que lo hacen?

"Es pura paranoia", comentó el lanzador de los Bravos Paul Maholm. "Creo que todos los lanzadores y receptores son paranoicos, así que alzamos los guantes".

¿Y sobre qué exactamente es que están paranoicos? Ehhh, básicamente por todo. Y cualquier cosa.

"Ahora existe el TiVo", explicó el lanzador de los Rays, David Price. "Ahora se puede avanzar, rebobinar, ponerlo en cámara lenta. Así nos pueden leer los labios. Y lo pueden hacer muchas veces".

¿Pueden hacerlo? Seguro que sí. ¿Pero lo hacen? Hmmm. Nadie está muy seguro de eso.

"Toda la cuestión me parece muy graciosa", opina el pitcher de los Medias Rojas Ryan Dempster. "Lo veo todo el tiempo. Mientras están allá fuera hablando detrás de los guantes, poco se dan cuanta de que estamos sentados en el dugout, ni tan siquiera prestando atención. Miren a los bateadores cuando [el receptor y el coach de pitcheo] salen allá fuera. Usualmente están hablando con el árbitro, jugueteando con su bate, chequeándose el uniforme cotejando que se ven bien. Lo veo todo el tiempo y me hace reír".

Así que Dempster es uno de los pocos, orgullosos y valientes en este deporte ahora mismo. El se rehúsa a esconderse tras el guante.

Es sabido que retuerce su guante alrededor de 75 veces antes de un lanzamiento. También es conocido por tener buena puntería contra su buen amigo A-Rod. Pero, ¿hablar a través de su guante? Ni por casualidad. No le ve el propósito.

"Sería interesante ver cuántas veces en un partido los jugadores se cubren los labios", dijo. "Alguien debería contarlas una noche -- y entonces contar cuántas veces, después de que se taparon la boca, ¿consiguen el out? Necesitamos una estadística. Tienen las estadísticas FIP y xFIP. ¿Qué tal xLABIO- el factor xLABIO?"

Hermoso. Alguien que hable con los de FanGraphs acerca de esto inmediatamente. Pero más acerca de lo que realmente cumple el hablar por el guante más adelante en nuestro programa. Primero, no obstante, necesitamos jugar el rol de Doris Kearns Goodwin y examinar...

La verdadera historia de hablar detrás del guante

Debe de haber habido un tiempo, un momento en la historia de la innovación norteamericana, en donde el hombre decía palabras -- y probablemente palabras soeces -- de cara al guante por primera vez. ¿Pudo haber sido Thomas Edison, quizás?

"Edison -- él era un hablador de guante notorio", destacó David Ross. "Ese es el rumor".

Desafortunadamente, no tenemos un agravación que lo pruebe. Así que decidimos examinar lo que sí podíamos demostrar. Lo cual nos llevó a ...

Greg Maddux.

Dice la leyenda, desde hace un tiempo ya, el siempre innovador Maddux es el verdadero Padre del Hablar Detrás del Guante. Lo dice aquí mismo en el libro de Pete Morris, "Un Juego de Pulgadas: La Historia Detrás de las Innovaciones Que le Dieron Forma Al Béisbol".

Así es que cuenta la historia: en el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 1989, Maddux estaba a punto de enfrentarse a Will Clark con las bases llenas en un partido con una sola carrera. El receptor de los Cachorros Rick Wrona y el coach de pitcheo Dick Pole trotaron hacia el montículo para una conferencia con Maddux y sus infielders.

Mientras tanto, desde el círculo de espera del bateador (on-deck), Clark supuestamente le leyó los labios a Maddux mientras éste decía las palabras, "recta, alta y adentro". Pueden ver toda la secuencia aquí, en la marca 1:21:15.

Clark entonces conectó un grand slam, contra una recta alta y adentro. Y, teóricamente, nació el hablar escondiéndose tras el guante, aproximadamente cuatro segundos después.

Pero, ¿nació así en serio?

En el libro de Morris, el compañero de equipo de Clark, Bob Brenly, expresó dudas acerca de la veracidad de esa historia, aunque uno puede ver en el video que Clark observó la escena en el montículo con mucha atención.

¿Y qué pasa con Maddux? Su viejo amigo y ex compañero de equipo en esos Cachorros, el mismo de Rick Sutcliffe de ESPN, tiene una recolección distinta de cómo y porqué Maddux se convirtió en uno de los primeros habladores entre guantes -- si no el primero.

"Hablé con Mark Grace [también un miembro de esos Cachorros] acerca de ello", dijo Sutcliffe. "Y ambos creemos que Greg fue el primero que habíamos visto en ponerse el guante sobre la boca".

Pero...

Pero no fue para evitar otra treta futura al estilo de Will Clark, aclaró, Sutcliffe. Al menos, no al principio.

Una razón, dijo, era que Maddux a veces captaba la señal del receptor y "hacía la mímica con la boca del pitcheo que iba a lanzar". Entonces, gran pensador que es, Maddux comenzó a cubrirse los labios mientras buscaba la señal, explicó Sutcliffe.

"Además", dijo, "Greg era un jugador que utilizaba un vocabulario soez de vez en cuando. Y finalmente, su esposa le dijo: 'Si vas a decir esas cosas cuando estás por televisión, al menos cúbrete la boca'.

"Así fue que Greg terminó siendo el primero que recuerdo haberlo hecho", reportó Sutcliffe. "Pero, honestamente, lo hizo más que nada para esconder la vulgaridad".

Solo para estar seguros, conseguimos a Leo Mazzone, quien se convirtió en el coach de pitcheo de Maddux en Atlanta unos años después. Mazzone se rió a carcajadas ante cualquier sugerencia de que Maddux estaba al frente de la paranoica habladuría detrás del guante.

Por un lado, Mazzone dijo "nunca me tapé la boca- ni una sola vez" cuando le hablaba a Maddux, o con nadie más de ese magnífico staff de los Bravos. Por el otro, dijo que Maddux era tan dominante que prácticamente eliminó la necesidad de realizar conferencias en la lomita.

"En una ocasión", compartió Mazzone riéndose, "me dijo, 'Sal y visítame. No te he visto [en el montículo] hace varios meses'. Dijo, 'Sabes Leo, uno puede sentirse solitario aquí. Así que, ¿por qué no vienes a visitarme en la sexta entrada?'.

"Entonces, estaba dominando a los Mets, y mira hacia el dugout con un out en la sexta entrada. Y Bobby [Cox] me dice, 'Mad Dog te está buscando. Sal y asegúrate de que se encuentra bien'. Así que fue hasta allá y me dice, 'Me alegro de que viniste. Mi receptor no habla inglés. Estoy cansado de hablarle a Chipper. Fue un lindo gesto de tu parte el venirme a ver. ¿Tienes algo que necesites preguntarme?'. Yo le contesté, 'Sí, ¿tiene pensado lanzar hasta la séptima entrada o las nueve completas?'".

Y nada de eso fue pronunciado, juró Mazzone, con un guante cubriéndole los labios a nadie. O así versa la historia. Qué pena que no habían leedores de labios en el parque para verificarlo.

Así que si Maddux es realmente el Padre del Hablar Detrás del Guante, son novedades para su antiguo coach de pitcheo. Lo que sí pasó, Mazzone está seguro, es que otro coach de pitcheo hizo que le leyeran los labios en el montículo una noche en los '90s- "y pudo haber sido Joe Kerrigan", teoriza.

Lo que significó que era tiempo de contactar a Kerrigan, el antiguo coach de pitcheo para los Expos, Medias Rojas, Filis y los Piratas. Pero Kerrigan fue rápido en desmentir los rumores.

"Sé que están buscando ese momento Watergate", nos dijo. "Pero no lo tengo".

De hecho, dijo, cada vez que ve a los jugadores escondidos detrás del guante en el montículo en los Estados Unidos moderno, se pregunta: "¿Cuál es el punto?".

Así que si no fue él y no fue Maddux, quién fue el primer hablador de guante en la historia?

Requirió un arduo trabajo periodístico. Pero estamos seguros de que lo encontramos.

Uno de las varias fuentes fiables sobre la habladuría entre guantes nominó a otro miembro de nuestro profundo staff de pitcheo de ESPN, Curt Schilling. Y cuando se lo contamos a, nos asombramos cuando dijo, casi inmediatamente: "Creo que yo lo pude haber inventado".

Incluso recordó exactamente cuándo y dónde. Era el Juego 5 de la Serie Mundial del 1993. Él estaba en camino de una épica blanqueada de 147 lanzamientos que podía extender la Serie. Y con dos en base y cero outs en la octava entrada, y Rickey Henderson dirigiéndose al plato, salió el receptor Darren Daulton hacia la lomita para discutirlo.

Mientras comenzaron a hablar, "recordé haber pensado, "Me están mirando. Me pueden leer los labios'", rememoró Schilling. "Estaba paranoico".

Así que se cubrió la boca con el guante, dijo lo que tenía que decir y entonces consiguió un gran out en el plato en un roletazo hacia el montículo. Después de maniobrar y zafarse del aprieto de los outs para finalizar la blanqueada, pensó para sí: "No recuerdo haber visto a alguien hacer eso".

"He mirado el deporte toda mi vida", comentó Schilling. "Y no sé si fui el primero o no. Estoy seguro que probablemente no fui el primero. Pero no recuerdo a nadie haciéndolo antes. Y sí recuerdo que la gente hablaba de ellos después que lo hice. Entonces, todo el mundo lo estaba haciendo".

Entonces le preguntamos a Schilling si quería que lo consagráramos como el pionero de la poblada frontera del hablar entre guantes.

"Si me puedo llevar el crédito por ello, seguro", contestó encantado. "Eso sería un legado del cual puedo estar totalmente orgulloso. Este deporte tiene µás de 100 años. Ya no hay muchos 'primero en...'".

Ahí lo tienen. Thomas Edison ... Alexander Graham Bell ... Curt Schilling: Inventores que cambiaron el mundo, para siempre.

Pero, ¿qué fue lo que forjó?

Ok, el hablar detrás del guante está entre nosotros. Y se está esparciendo a una velocidad más rápida que los abogados de A-Rod. Lo tenemos presente. Pero, esta es la pregunta importante:

¿Es esto un importante e inevitable desarrollo en esta era de locura, cargada de espionaje y tecnología? ¿O es la práctica paranoica más exagerada, maníaca y fuera de control que alguna vez sacudió al planeta?

Ni tan siquiera el "inventor" de este fenómeno conoce la respuesta. ¿Hay leedores de labios y roba señales y los que buscan la ventaja a toda costa en todas partes del deporte? Claro. ¿Pero este nivel de habladuría entre guantes sin cesar y de nunca acabar realmente necesario? Sean honestos.

"Oh, esto se pasa de la raya", admitió Schilling. "Como el ejército armando un ejército falso para el [General] Patton antes del D-Day. Hay un nivel de paranoia envuelto. Sin duda alguna".

Ahh, ¿te parece?

Brad Ausmus fue un receptor en las mayores durante 18 temporadas, desde el 1993 hasta el 2010. Fue testigo del emerger de las habladurías a escondidas a su alrededor. Eventualmente se contagió también. Siempre se dijo así mismo que si simplemente hacía la diferencia en un partido, y que ese si partido terminaba siendo el margen entre estar en los playoffs o no, valía la pena intentarlo.

Pero aún concede que no tiene evidencia de que funcionó- alguna vez. Es más, ni tan siquiera está seguro de que si los lanzadores estaban hablando al objeto correcto.

"Si le vas a hablar a algo", dijo Ausmus soltando una carcajada, "y uno tiene la opción de elegir entre l apelota y el guante, yo escogería la pelota, porque la pelota es la que va a terminar en el plato".

Excelente punto. Pero esa no es la única vuelta innovadora sobre el hablar entre guantes en la que ha reflexionado en su momento. Como graduado de Dartmouth y conocido pensador creativo, Ausmus experimentó con variaciones del concepto del hablar entre guantes, por una cuestión de variedad, al menos.

"Irónicamente, recuerdo haberme ido por el otro camino", dijo. "Iría hacia el montículo, me quitaba la máscara, no cubría nada y me colocaba mirando al bateador y decía la palabra "recta", con la esperanza de que me pudieran leer los labios. Decía cosas como, 'No creo que la RECTA' -- entonces me giraba hacia el lanzador -- 'es una buena idea'. Era un pequeño ejercicio en la psicología inversa. Estaba viendo a ver si caían. No tengo pruebas de que funcionó".

Y, por supuesto, no tenemos prueba que el esconderse tras el guante, en su forma básica, verdaderamente funcione. Pero seamos honestos. Ya no se trata de que si funciona o no. Esto, dice Deshaies, es un ejemplo clásico de "la mentalidad de manada" fuera de control. Fue "guante" a primera vista- el nacimiento de una epidemia, dice, tan fuera de la lógica que, "si Maddux lo está haciendo, lo debo de hacer también".

"Eso me recuerda", bromeó Deshaies, "del antiguo Cono del Silencio de 'Get Smart': 'Jefe, necesitamos el Cono del Silencio. Debemos de hablar hacia nuestros guantes".

Bueno, si esa es su directiva, algunos lanzadores lo toman tan literalmente como es posible. Por ejemplo, Matt Garza "se tapa por completo", comenta Dempster, su antiguo compañero de equipo en Chicago. "Se cubre la cara por completo [con el guante]. Es increíble. No sé cómo lo pueden escuchar. Él dice: 'Recta bajita y afuera'. Y el receptor está como: 'No tengo idea de lo que dijo'".

El otro jugador exagerado con su guante entre los favoritos de Dempster es Carlos Marmol, quien siempre "se está cubriendo". Se cubre tan pronto el receptor comienza a acercarse- solo por las dudas de que diga algo".

Pero tenemos que admitir que los rangos del tipo de jugador que exceden los límites de la lógica del guante difícilmente están confinados a esos dos. Ni tampoco a los lanzadores.

"He visto receptores que se dejan la máscara puesta y se cubren la cara", dijo Ross. "Y pienso, '¿Cuán misterioso puedes ser?' Pero no creo que muchos de los jugadores piensen en ello. Creo que no saben lo que están haciendo ni la mitad del tiempo".

¿Hay alguien que se pregunte si la mitad de esta táctica anti-espionaje es realmente necesaria?

Algún nivel de precaución obviamente lo es. ¿Pero la mayoría? Contrólense.

"Yo no lo hago", comentó el campocorto de los Filis, Jimmy Rollins. "Usualmente bajo la cabeza. Y si necesitamos cambiar las señales o algo, quizás lo haga. Pero si es una conversación casual, ni me molesto. Sé que mis labios son grandes. Pero si los jugadores los pueden leer desde tanta distancia, es que son muy buenos".

Quizás, sugirió Dempster, 'los equipos necesitan hacerles señas a los que leen labios. Creo que hacia ahí nos dirigimos. De hecho", dijo, señalando al intérprete japonés de su equipo, C.J. Matsumoto, "realmente no me sorprendería si C.J. realmente no es un intérprete. Creo que es un leedor de labios profesional. Te apuesto que ni habla japonés".

Ehh, sí lo habla. Pero, ¿ leedores de labios de equipo oficiales podrían estar en el horizonte del hablar entre guantes? ¿Por qué no?

"Si acabas de terminar la universidad y estás buscando un trabajo en el crudo mercado laboral, esta sería una opción", comentó Deshaies. "Las universidades podrían comenzar a ofrecer un programa en leer labios en el béisbol. Quizás puedan becar a estudiantes que puedan leer labios penetrando la cobertura del guante".

Hey, no se rían. ¿Cómo podemos descartar eso- u otras numerosas innovaciones potenciales dentro de la práctica del hablar entre guantes?

"Podría realizar un campamento para receptores en el receso de temporada", caviló Ausmus. "Campamento de Hablas Detrás del Guantes de las Grandes Ligas. Olvídense de recibir, bloquear, lanzar, hacer las llamadas correctas. Es tiempo de enseñar la táctica de esconderse con el guante".

"Quizás", dijo Deshaies, "en vez de hablar detrás del guante, cada club podría inventarse su propio dialecto, su propio lenguaje de cobertura. Podrían hablar libremente y los otros equipos estarían preguntándose, '¿Qué demonios están diciendo?'".

"¿Podríamos hacerlo con los celulares?", se preguntó Ausmus. "Quizás los jugadores se pueden enviar mensajes de texto en vez de hablarse. Guantes para textear. Ese puede ser el producto del año".

Sí, podría estar a la vuelta de la esquina si la epidemia continúa. Pero es tiempo de preguntarse: ¿Tiene que seguir creciendo? ¿En serio?

"Creo que podemos comenzar un nuevo movimiento, para detener todo tipo de habladurías detrás del guante", expresó Deshaies, quien alega que nunca se cubrió con el guante en una carrera de 12 temporadas en las mayores. "Lo único es que, necesitamos a un jugador de élite que lo comience, que sea nuestro portavoz".

Hmmm. ¿Pero quién? Deshaies sabe quién es perfecto para la tarea.

"¿Qué tal Mariano Rivera?", propuso. "Podría ser su último gran acto, su última gran contribución a la vida deportiva. Puede dejar saber que, durante el último mes de su carrera, no se cubrirá con el guante, que no tiene miedo- porque, caramba, no tienen idea que va a lanzar un cutter".

Esto, amigos, es un movimiento que seriamente podemos respaldar: El Movimiento Mariano Rivera Contra El Guantismo. Ahora, ¿qué piensan? ¿Podemos hacer que esto suceda, por favor? ¿Un por favor doble?

Puede ser nuestra esperanza para restaurar el arte del simple conversar sobre un montículo cerca de usted. Cuenten con nosotros desde ahora. Esto tiene que darse -- por el "guante" al juego.

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