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Un pequeño primer paso

Sin importar lo arrepentido Ryan Braun quiera lucir, tiene mucho que reparar en su imagen que no puede ser ayudada por consultores o por disculpas meticulosamente redactadas. Es relativamente fácil desnudar tu alma a finales de agosto, cuando estás cumpliendo con una suspensión desde la comodidad de tu hogar. Trata de lidiar con las consecuencias cuando sea abril o mayo y algunos bien lubricados fanáticos de los Cachorros traten de intimidarte en los jardines del Wrigley Field.

Un mes después de haber aceptado un alto de 65 partidos por su vínculación al escándalo de Biogenesis, Braun emitió un comunicado de 944 palabras que fue más noticioso por su autoflagelación que por los detalles de su experiencia con sustancias prohibidas (PED's por sus siglas en inglés). Si pueden pasar por alto el hecho de que Braun se disculpó mediante correo electrónico dado a conocer por los Cerveceros de Milwaukee, no hemos visto una figura del béisbol que haya demostrado tanto arrepentimiento desde que Jim Joyce le arruinó el juego perfecto a Armando Galarraga.

En el transcurso de 10 párrafos, Braun se disculpó con su familia, sus compañeros, la organización de los Cerveceros, sus amigos, agentes y consejeros, al igual que con el ahora famoso recolector de muestras de orina, Dino Laurenzi Jr. Braun asumió completa y absoluta responsabilidad por sus acciones, y admitió que un sentido de justicia e ira injustificada fue lo que lo llevó por mal camino. Cuando las palabras "avergonzado" y "triste" no fueron suficientes, Braun elevó el discurso a un nuevo nivel y dijo que estaba "profundamente avergonzado" y "profundamente triste".

¿Detalles sobre los esteroides? No tanto. Los escépticos que esperaban que Braun aceptase que había utilizado esteroides desde sus días en la Universidad de Miami no van a encontrar ningún momento de "te agarré" o un patrón a largo plazo de decepción. Solo admitió un momento de debilidad durante la temporada 2011 cuando estaba lidiando con una lesión y necesitaba algo para ayudarse a regresar. Quizás algún día Braun nos dé detalles sobre lo que pasa por la mente de un atleta élite y las razones por las que incluso un jugador de su nivel está dispuesto a arriesgar tanto por tener ventaja en el terreno. Pero no ahora.

Los ojos de muchos ruedan hacia arriba cuando los jugadores describen el uso de sustancias prohibidas como incidentes aislados, porque ya estamos condicionados a ser escépticos. Piensen en la gran conferencia de prensa de Alex Rodríguez en febrero del 2009, cuando admitió haber usado drogas para mejorar el rendimiento de 2001 a 2003 cuando jugaba con Texas. Quizás Rodríguez pensó que los escritores de béisbol y los futuros votantes del Salón de la Fama pondrían en cuarentena sus 156 jonrones como Vigilante y verían el resto de su carrera digna de Cooperstown en un vacío. Fue una táctica extraña, pero algunos votantes se la pudieron haber creído si A-Rod no hubiese recaído en el asunto de los PED's.

Antes de que Braun enviara su disculpa (vía correo electrónico), su caso había tomado algunos giros. En junio, Braun tuvo una reunion con las Grandes Ligas en la que "no le fue muy bien", de acuerdo con una persona familiarizada con la situación. MLB había recolectado voluminosa evidencia de los archivos de Biogenesis, y Braun, para todos los efectos, fue básicamente acorralado.

Fue Braun quien pidió una segunda reunión. ¿Acaso concluyó que el círculo se estaba cerrando a su alrededor y que su caso era uno perdido, o realmente le dio cargo de conciencia y decidió que estaba cansado de vivir una mentira? Siéntanse en libertad creer cualquiera de las anteriores, pero la decisión de Braun de aceptar su suspensión de 65 juegos allanó el camino para que Nelson Cruz, Jhonny Peralta y los otros 10 miembros del combo de 14 de Biogenesis aceptaran su castigo de parte de MLB. Eso deja a A-Rod y a su batallón de abogados como la última línea de resistencia en las puertas del Álamo de Biogenesis.

Fuentes indican que Braun dejó en claro a los oficiales de MLB que él recibió su cargamento de Biogenesis de un tercero y no directamente de parte de Tony Bosch. Eso quizás no le gane mucha simpatía de parte de Kirk Gibson, futuros votantes del Salón de la Fama o gente que tiene a Braun en sus equipos de fantasía. Pero cualquier cosa que pueda proveer un pedazo de distinction contra A-Rod tiene que ser algo bueno, ¿cierto?

Inevitablemente, a medida que los jugadores sigan sentándose en sus gordos cheques, el debate público continuará rondando alrededor de las ramificaciones riesgo-recompensa que conlleva el uso de las PED's. A Braun se le deben $117 millones hasta el 2020, y apenas perderá $3.25 millones por su suspensión esta temporada. Además se quedará con su premio de Jugador Más Valioso del 2011, aunque probablemente podríamos encontrar una gran cantidad de fanáticos de los Cerveceros que estarían contentos si ese premio se declarase vacante o si se le diera al que llegó segundo, Matt Kemp.

Pero piensen por un momento sobre las apuestas que incluso trascienden el dinero. Ryan Braun tiene 29 años y se encuentra en el mejor momento de su carrera. Ciertamente le puede ir diciendo adios a sus aspiraciones de llegar al Salón de la Fama, y ahora reside en el purgatorio junto a Manny Ramírez, Rafael Palmeiro y otros tramposos usuarios de PED que nunca podrán recuperar sus reputaciones. Si Braun tiene problemas en el plato la próxima temporada, será porque ya no usa esteroides. Si conecta 40 cuadrangulares y remolca 120 carreras, será porque está usando de nuevo esteroides. Él es el único responsable del escenario donde se encuentra, donde no hay un ganador.

Y solo piensen en las sórdidas revelaciones que han salido desde la suspensión de Braun el 23 de julio. Según los informes, intentó desacreditar a Laurenzi, el asediado recolector de muestras, como fanático de los Cachorros y antisemita. Y ahora, encima de todo eso, un ex amigo llamado Ralph Sasson sometió una demanda por difamación contra Braun. En la misma se alega, entre otras cosas, que Braun utilizó PED's en Universidad, violó las reglas de la NCAA al recibir pagos en efectivo en Miami y haber engañado a su prometida, la modelo Larisa Fraser.

Braun puede atestiguar personalmente el hecho de que no has vivido hasta que te llamen "cucaracha" en un portal nacional de deportes, como le sucedió en julio. Cuando los jugadores de béisbol y las PED's incitan a la ira nacional, solo hay dos grados de reacción: Mala y peor.

Si se aferran a la esperanza de que el béisbol se va a mover algún día más allá de la embestida por las noticias de esteroides, la disculpa de Braun fue un breve respiro de la actitud defensiva y la hostilidad. Probablemente podría lograr más si se conectara con Don Hooton y hace labor para la Taylor Hooton Foundation. Pero esa estrategia ciertamente no ha rendido frutos para A-Rod -- ¿y puede alguien ver legítimamente a Braun como un portavoz anti esteroides y mantener una cara seria?

Analicen su declaración, y verán que las palabras "drogas para mejorar el rendimiento" ni siquiera hacen su aparición. Uno se queda con la impresión de que Braun se tomó una pastilla y usó una crema para recuperars de una lesión, su nivel de testosterona aumentó, y bla bla bla. En la escala general de "un paso en la dirección correcta", su admisión de culpa es el equivalente de Ben Revere yéndose lejos en una contienda contra de Barry Bonds en la lista de jonroneros de todos los tiempos.

Dicho esto, cualquier día sin ver a Joe Tacopina es un desarrollo positivo para el béisbol. La prueba real para Ryan Braun comenzará en la primavera que viene, cuando pise un terreno de béisbol en un mundo lleno de escepticismo, hostilidad e ira. Es mejor que aprenda a mantener su cabeza baja, y que mantenga su distancia de Ryan Dempster.