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NUEVA YORK -- Más de ocho horas después de saltar por primera vez a la cancha -con varias interrupciones por lluvia- y luego de más de cuatro horas de acción, el argentino Juan Martín del Potro cerró su pase a la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. 
El N°6 del mundo, campeón en 2009 y cuartofinalista el último año, tuvo trabajo extra ante el español Guillermo García López (74°) y se impuso por 6-3, 6-7 (5), 6-4 y 7-6 (7). También ganó en cuatro sets el correntino Leonardo Mayer (81°) ante el rumano Victor Hanescu (54°). El resto de la jornada, que completará la primera ronda, contó con un cómodo triunfo del escocés Andy Murray, defensor del título.
Del Potro comenzó firme, quebró y sacó una luz de ventaja. Con una derecha impactante mantuvo la distancia y, luego de una nueva rotura de servicio, logró la primera ventaja en el marcador. No obstante, el argentino no supo aprovechar sus momentos en el segundo set (tuvo tres break point en el 4-3), empezó a errar más de la cuenta y se chocó con un García López más agresivo. No lo pudo cerrar en el tie break y quedó 1-1 en sets. Así, partido muy irregular, con idas y vueltas constantes. Sin jugar del todo bien, Del Potro volvió a hacer la diferencia. En el quinto game volvió a quebrar y se puso 3-2 arriba. Sin embargo, dudas con su revés -síntomas de dolor en su muñeca izquierda- lo pusieron nuevamente en jaque: se enfrentó a la chance de perder su servicio en dos games consecutivos, pero encontró respuestas en la ansiedad del español. Y cuando estaba dispuesto a cerrarlo con su saque apareció la lluvia una vez más en el partido. No fue oposición. Después de un impasse de diez minutos, con ambos sentados en la cancha, el sexto favorito se adueñó del tercer set. García López se hizo fuerte desde la adversidad. Dejó en el olvido molestias en su pierna izquierda -con pedido de médico incluido- y quebró a Del Potro por primera vez en el partido. La historia parecía encaminarse hacia el quinto y decisivo parcial, pero el argentino supo cómo girar el marcador. Ganó tres games consecutivos (4-4) y se puso nuevamente en carrera, con su derecha nuevamente como gran aliada. Y llegó el festejo, no sin antes tener que sufrir en un tie break en el que se le escaparon tres puntos de partido. Ahora, con la cabeza en la segunda ronda, en la que espera por el australiano Lleyton Hewitt, exnúmero uno del mundo, quien venció en cuatro sets al estadounidense Brian Baker. Por su parte, Leonardo Mayer confirmó un poco más tarde el doble festejo argentino en la jornada de Flushing Meadows. El correntino sacó adelante un duro compromiso ante Hanescu y se impuso por 7-6 (4), 6-4, 3-6 y 7-6 (4). Mayer, quien defiende tercera ronda en Nueva York, se quedó con el triunfo gracias a su mejor juego en los momentos clave, más específicamente en el cierre del primero y del cuarto set. Duelo muy parejo, con tres quiebres por lado y con apenas un punto más ganado por el argentino: 157 a 156. Mayer, cabe destacar, llegaba al US Open con un solo partido sobre cemento luego de la temporada de polvo de ladrillo. Fue en Winston Salem y caída a manos de Guido Pella. Ahora tendrá el duro desafío de enfrentarse al ganador del escocés Andy Murray o el francés Michael Llodra.
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