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Del Potro y Mayer, eliminados

NUEVA YORK -- El argentino Juan Martín del Potro, sexto cabeza de serie, cayó ante el australiano Lleyton Hewitt por 6-4, 5-7, 3-6, 7-6 (2) y 6-1 y se despidió en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. En tanto, Leonardo Mayer perdió por 7-5, 6-1, 3-6 y 6-1 ante el escocés Andy Murray, tercer favorito y defensor del título. Además, ganó el serbio Novak Djokovic, el Nº 1 del mundo.

Doble falta. Así se fue. Y esa imagen, ese golpe, fue un fiel reflejo del paso de Juan Martín del Potro por Flushing Meadows. Al igual que en el debut, el argentino estuvo molesto, incómodo e impreciso. Y Lleyton Hewitt, con un estilo de juego que lo pone en aprietos, no lo perdonó: le ganó bien y lo sacó en segunda ronda del US Open, donde defendía cuartos de final. Muchos errores del tandilense; varias virtudes del exnúmero uno del mundo, hoy 66° de la ATP.

La historia comenzó cuesta arriba para Del Potro. Sus pocos winners -apenas cinco- y sus 20 errores no forzados lo pusieron a correr desde atrás. La movilidad de Hewitt y sus contantes variantes con los golpes le generaron más de un problema al argentino. Incómodo, sin pegar dos bolas seguidas a la misma altura, el argentino cedió el primer set.

El ritmo del partido continuó por el mismo camino. Del Potro tuvo un poco más de control con sus impactos, pero sus golpes aún no hacían el daño suficiente para romper la resistencia Hewitt, quien además se aprovechaba del constante revés con slice del argentino, algo que también hizo ante Guillermo García López por dolores en su muñeca izquierda.

¿Qué pasó? El australiano le dio vida. No pudo aprovechar ninguno de sus dos sets points (en uno hizo doble falta) y el número seis del mundo, con mucho esfuerzo y sufrimiento, ganó tres games consecutivos para dar vuelta el score y poner el 7-5 que le dio aire. Mucho aire.

Y también confianza. Así por lo menos se vio en el tercer set. Sin dar una gran versión, fue de lo mejor de Del Potro. Tomó envión por el cierre del parcial anterior y quebró el servicio de Hewitt para ponerse 2-0. Sin embargo, las dudas de nuevo. El australiano se recuperó y puso nuevamente en aprietos al argentino. La irregularidad, dueña del pasaje del duelo. Y el tandilense le sacó tajada para sellar una ventaja en el marcador.

No estaba todo dicho. El cuarto set le aportó esa cuota de emoción para convertirlo en un partido épico. Del Potro sacó adelante un durísimo game con su servicio, pero cedió el siguiente y quedó contras las cuerdas. Sin embargo, como venía ocurriendo, a Hewitt le costó jugar con ventaja en el marcador: del 5-3 y pasó al 6-6. La definición, en el tie break, en el que el argentino era favorito. Pero no. El australiano aprovechó las ventajas dadas por el tandilense -errático y sin potencia- y mostró lo mejor de su repertorio, con tremendos passings shots, para forzar un quinto set.

El golpe de no poder cerrarlo lo afectó en lo anímico. Y tuvo su tiro de gracia en el tercer y cuarto game. Ahí se definió el quinto set, y el partido. Hewitt quebró, se puso 2-1 y soportó el embiste de Del Potro. Salvó chances de break point, ganó su game de saque y se fue directo a la victoria. Del Potro, con pocas energías por la duración del partido -pasó las cuatro horas, al igual que el de su debut-, se terminó apagando. Y se marchó muy rápido de Flushing Meadows.

Por su parte, Leonardo Mayer (81°) también se fue en segunda ronda, pero con una imagen muy distinta. Buen partido del correntino ante Murray, en un duelo que duró poco más de dos horas y 40 minutos.

El argentino tuvo un gran inicio de partido. Agresivo, jugando puntos cortos y llevando el control, Mayer estuvo muy cerca de quedarse con el primer set. Su ansiedad lo traicionó. Cuatro errores no forzados, todos en posición de ataque, le hicieron perder su servicio en el duodécimo game. Así, tras el primer quiebre del partido, 7-5 para Murray.

El escocés, con el envión, apretó sobre el juego del correntino. Buscó ser más punzante con su derecha, manejó más ángulos con su revés y rápidamente volvió a romper el saque para sacar una buena diferencia. Todo de él. Un quiebre más, ya sobre el cierre del set, para un claro 6-1.

Mayer, no obstante, tuvo reacción. Nuevamente se mostró ofensivo, con muy buenos tiros desde base y cerrando los puntos en la red. Pudo con el servicio de Murray y, tras mantener la ventaja pese a la amenaza de su rival, forzó un cuarto capítulo.

Ahí el británico, campeón de Wimbledon hace poco más de un mes, puso toda su jerarquía sobre la mesa. Murray fue el entregó las condiciones y, en definitiva, se terminó quedando con la victoria. Ahora, paradojas de la vida, irá ante otro Mayer: jugará en tercera ronda ante Florian, el alemán, que venció en cuatro sets al estadounidense Donald Young.