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Kaká regresa, ¿acierto o error?

"Algunos amores nunca mueren, simplemente dan vueltas y vuelven otra vez", dijo Adriano Galliani en un encuentro con periodistas el mes pasado. Y ahora es oficial, cuatro años después de su partida a la capital española, Ricardo Izecson dos Santos Leite, mejor conocido en el mundo del fútbol como Kaká, ha vuelto a Milán.

En los alrededores donde se vieron algunos de sus mejores momentos, ¿Podrá el brasileño reinventarse y florecer o se trata de un paso hacia atrás para la Rossoneri?

"En los últimos días, he estado soñando con escuchar a los fanáticos cantar mi nombre en San Siro de nuevo", dijo a Milan Channel.
"Me fue muy difícil dejar este club y ahora es genial estar de vuelta, estoy muy contento".

Con los aficionados colmando el aeropuerto Linate, así como Via Turati, para saludar a su antiguo héroe, parece que el sentimiento es mutuo, con el jugador de 31 años de edad, uniéndose como agente libre y firmando un contrato de dos años.

El objetivo del jugador es claro: después de haber admitido finalmente que su paso por el Real Madrid fue en última instancia un fracaso dada su incapacidad para replicar el nivel que mostró con el Milan, Kaká quiere volver a su mejor forma.

Junto con el hecho de que la Copa del Mundo en su tierra natal se acerca rápidamente, el regreso a Milán representa una situación casi ideal para él para volver a establecerse en Europa.

Aunque las lesiones sufridas puede que aseguren que ya no es el mismo jugador, le queda suficiente talento y capacidad combinada con su inteligencia creativa para disfrutar de tal vez un renacimiento.

Se ha hablado mucho de los sacrificios económicos que ha hecho para impulsar el retorno a Italia; según se informa, redujo a la mitad su salario a fin de que el acuerdo fuera posible.

El argumento es que todavía igualmente puede estar sobre pagado, teniendo en cuenta el riesgo que representa, pero los detalles del contrato ya han sido acordados.

En medio de toda la euforia, sin embargo, es vital reconocer que esta versión de Kaká no será la de 2007, cuando los recuerdos inmediatamente retrotraigan al doblete en Old Trafford y a ese pase en la final de la Champions, así como muchos goles memorables en la Serie A.

A los 31, Kaká todavía tiene mucho que ofrecer y entregar al club y será clave el aporte para el desarrollo de Stephan El Shaarawy y Riccardo Saponara, quienes aprenderán de su ídolo.

El brasileño todavía tiene la creatividad para jugar en el rol de armador, aunque habrá comprensiblemente retoques a su papel en su primera etapa con el club.

La pregunta más importante, sin embargo, es qué significa esto para el Milan. Hay dos argumentos que se pueden hacer aquí: el primero, el de los críticos, sugiere que es un paso atrás y se trata de una vuelta a la estrategia de transferencia cuestionable que muchos pensaron que el club había dejado atrás.

Tanto con Alessandro Matri, de 29 años, como con Kaká, ¿Sacrifican un poco la política de impusar a la juventud puesta en marcha el verano pasado? Además, ¿realmente resuelven las necesidades de este equipo?

Sin embargo, del otro lado abrazan el regreso de Kaká ya que todavía tiene la capacidad de agregar la clase creativa que durante mucho tiempo ha estado ausente en esta formación.

La visión del brasileño moviendo los hilos en un rol más retrasado, detrás de El Shaarawy y Mario Balotelli podría ser otro golpe de genialidad de Galliani, pero depende de Kaká que el traspaso se convierta en un éxito.

¿Fue un buen movimiento traer a Kaká de regreso? ¿Qué esperas de él esta temporada?