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MÉXICO -- Para Ray Beltrán ha llegado el día de cobrar la factura de todos aquellos rounds en los que ayudó a Manny Pacquiao a prepararse para sus peleas y sacar toda esa experiencia acumulada cuando se enfrente este sábado en Escocia al campeón ligero de la Organización Mundial de Boxeo, Ricky Burns. Luego de haber ligado tres victorias de forma consecutiva en pruebas competitivas para él, el peleador de Los Mochis, Sinaloa, Beltrán (28-6, 17 KO) tratará de hacer sus sueños realidad a los 32 años, con todo en contra, con una misión dura, pero con los ánimos por las nubes luego de haber logrado la mejor condición de su carrera. Beltrán, quien ha realizado más peleas en Estados Unidos que en su natal México, llega precedido de una excelente fama pues fue el sparring de lujo de Pacquiao en cada uno de sus recientes enfrentamientos, así como lo fue alguna vez el sonorense José Luis Castillo, de Julio César Chávez y luego brilló con luz propia. "Se llegó la hora de sacar toda esa experiencia, no ha sido nada fácil pero aprendí mucho y este sábado lo voy a mostrar", apuntó Beltrán. "Nadie me ha regalado nada y así como lo he hecho antes en otros lugares, con otros rivales, lo voy a lograr", agregó. Sin embargo, enfrente no tendrá el sinaloense un peleador fácil, sino un roble en Burns (36-2, 11 KO) que viene de una pelea dura ante el boricua José González que se encaminaba a coronarse hasta antes de lesionarse una muñeca y quedar fuera de acción tras nueve rounds. Es por ello que ahora Burns tiene un doble reto, el de vencer a un impetuoso mexicano y el de conquistar nuevamente a su afición, la misma que le estaba viendo caer ante el 'Chelo' pero que finalmente terminó por reconocer su suerte en ese combate. La pelea es de pronóstico reservado. Ligero favoritismo para el Campeón del Mundo, pero con ciertas dudas debido a las recientes combinaciones de ambos, una línea ascendente del mexicano y una que no ha repuntado en la carrera del escocés que recibirá el apoyo de su gente en Scottish Exhibition Centre de Glasgow. En la ceremonia de pesaje, tanto Beltrán como Burns detuvieron la balanza en 134.75 libras, un cuarto de libra por debajo del límite de peso Ligero, en el que estuvo pactado este duelo que será transmitido por HBO.
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