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Argentinos en Las Vegas

BUENOS AIRES -- A través de los años, el boxeo argentino se ha hecho presente muchas veces en la Ciudad del Pecado. Por supuesto, no puede compararse a la presencia mexicana. Los boxeadores aztecas, más que un clásico en Las Vegas, son algo así como una cuota imprescindible, especialmente en septiembre, mes en que se celebra el Día de la Independencia de ese país. Ello convoca no sólo una tremenda afluencia de turistas, sino también, casi de manera matemática, a un show de boxeo con por lo menos un mexicano como protagonista. En este caso, obviamente, será Saúl Canelo Álvarez frente a Floyd Mayweather.

Dentro de los suyo, el boxeo argentino ha tenido sus presencias. La primera recordable es la de Jorge Fernández, quien combatió por el campeonato mundial de peso welter frente a Emile Griffith. Fue en el Convention Center, el 8 de diciembre de 1962, cuando Las Vegas estaba muy lejos de ser la de hoy. La pelea terminó accidentadamente. Fernández fue derribado en el séptimo asalto. Y volvió a caer en el noveno. Mientras el argentino se quejaba de un golpe bajo y pedía la descalificación del rival, se determinó que -dado que la pelea no podía seguir- ganaba el que iba arriba en las tarjetas. Así que Griffith terminó ganando por nocaut técnico. Fernández nunca dejó de quejarse de que había sido robado en ese combate.
Como se sabe, la vida de Oscar Natalio Bonavena terminó en el estado de Nevada, el 22 de mayo de 1976, cuando fue fusilado de un balazo. Si bien por entonces Ringo vivía en Reno, en donde murió, había peleado en Las Vegas. Según su viuda, Dora Raffa, Ringo se sintió muy mal allí "Tuve que pelear mientras la gente cenaba, me sentí como en el Circo Romano", le escribió. Fue en ese período en el que conoció a Elvis Presley.

En 1973, Bonavena venció a Leroy Caldwell en el Circus Circus (23 de julio, 1972) y a Roy "Cookie" Wallace (6 de agosto, KOT 6) luego de haberlo tenido como seis veces por el suelo. Tres años más tarde, llegó a Nevada. Su manager oficial fue Sally Conforte, la esposa de Joe, dueño del prostíbulo The Mustang Ranch. Conforte dio la orden a William Ross Brymer, quien fusiló a Bonavena en la puerta del Mustang Ranch el 22 de mayo de 1976. Tenía 33 años.

Imposible no mencionar a Juan Domingo Roldán, el inefable Martillo, oriundo de Freyre, provincia de Córdoba. Tuvo tres intentos mundiales en Las Vegas: ante Marvin Hagler (1984), Thomas Hearns (1987) y Michael Nunn (1988) y en todos perdió antes del límite. Pero, además, peleó en el semifondo de dos grandes shows. De la mano de Tito Lectoure y Bob Arum, Roldán enfrentó a Frank "The Animal" Fletcher, el 10 de noviembre de 1983 y se impuso por nocaut en 6 asaltos. Fue el semifondo de Marvelous Hagler-Roberto Durán. Y, cuando Leonard venció a Hagler, le tocó medirse con James Kinchen, el 6 de abril de 1987. Fue tal el castigo que le propinó el argentino que el venerable Eddie Futch se subió al ring para detener la pelea en la novena vuelta.

Lo más curioso fue lo que le ocurrió a Frank Fletcher, tras haber sido noqueado por Martillo. Dijo estar bien, ya repuesto, pero cuando le preguntaron dónde se encontraba, respondió con toda la naturalidad del mundo: "En Atlantic City".

El boxeo argentino debió esperar hasta que el catamarqueño Hugo Rafael Soto tras ganarle por puntos al venezolano José Bonilla, fuera el primer campeón mundial argentino consagrado en Vegas. Ello ocurrió en el Hilton -el hotel de las sorpresas-, el 29 de mayo de 1998, título mosca WBA. Un fallo que sorprendió hasta al propio ganador. La alegría no le duró mucho porque perdió en la primera defensa, efectuada en Nueva York, el 13 de marzo de 1999: KO 3 ante el venezolano Leo Gámez.

Látigo Coggi le dio la revancha al colombiano Eder González y también se midió con Frankie Randall en Las Vegas, ambas en 1994. Ganó la primera, el 18 de marzo, y retuvo su corona welter junior WBA: KO 3. En su segunda presentación, fue derrotado por Frankie Randall por puntos, en 12 vueltas, y perdió su corona. Conducidos por Osvaldo Rivero y bajo la promoción de Don King, Coggi y Julio César Vásquez llegaron al MGM. Vásquez no tuvo rival en el filipino Armand Picar, a quien venció en 2 asaltos el 4 de marzo de 1994.
Hoy por hoy, que el boxeo argentino tenga a tres representantes que hayan hecho peleas estelares en Las Vegas, es por cierto, un hecho de gran importancia. Recordar a Marcos El Chino Maidana y sus tremendos combates con Amir Khan, ante quien perdió, como ante Erik Morales o Jesús Soto Karass, a quienes derrotó. Lucas Mathysse tendrá el sábado próximo la gran ocasión de su vida en demostrar que puede ser una estrella al medirse con Danny García, de la misma forma en que, el año pasado, el 15 de septiembre, Sergio Maravilla Martínez venció a Julio César Chávez Jr. en una pelea largamente esperada.

Quedan para el final, algunos recuerdos para Juan Carlos Lectoure. El primero tiene que ver con una pelea que no se hizo. Fue en febrero de 1979, en el Pavilion del Caesars Palace. Tenían que enfrentarse Mike Rossman, campeón mundial medio pesado WBA, y su retador, Víctor Galíndez. Rossman le había ganado la corona al argentino en Nueva Orleans, en septiembre de 1978.

Como las autoridades del estado de Nevada pusieron a sus oficiales, Lectoure amenazó con cancelar la pelea. "Si no ponen jurados de la WBA, Galíndez no va a pelear", dijo. Y, efectivamente, cuando ya Mike Rossman estaba en el ring, esperando, Galíndez, conducido por Lectoure, salió de su vestuario y, en lugar de ir al cuadrilátero, se dirigió a sus habitaciones. Lectoure dio la cara y explicó por qué no había pelea, un hecho que, todavía hoy, sigue siendo único en Las Vegas. "Me amenazaron mucho, pero nunca pasó nada. Volví varias veces y siempre me recibieron bien", contó un día. A su vez, Mike Rossman agregó lo suyo: "Esa noche no hubo pelea porque en realidad, Galíndez no estaba bien entrenado, fue una jugada magistral de Lectoure". Lo cierto es que la revancha se efectuó meses más tarde, el 14 de abril, en Nueva Orleans, y Galíndez ganó por retiro de Rossman en el noveno asalto.

Años después, cuando ya Lectoure prácticamente había abandonado la actividad, recibió una oferta de Bob Arum para presentar a dos argentinos en una velada. Pedro Décima, que había sido campeón mundial WBC supergallo, con la conducción del también argentino Miguel Díaz -considerado hoy el mejor cura heridas del mundo- y Rubén Darío Cabral, hermano del fallecido Alfredo Horacio.

Ambos combates fueron en el Caesars Palace, como preliminares de la pelea en la que Evander Holyfield venció a Larry Holmes, el 19 de junio de 1992. Décima perdió frente a Rudy Zavala por KOT en 6 y Cabral, a su vez, fue derrotado por Randy Smith, KOT 4. Tras las peleas, Lectoure se sacó su legendario buzo azul, con el que subía en todas los combates y, estrujándolo, con la voz quebrada, dijo: "Perdimos... no subo nunca más a un ring". Y, efectivamente, la promesa formalizada bajo el tremendo solazo de Las Vegas, fue cumplida y Tito no volvió a atender nunca más a un boxeador.

Entre las historias del boxeo argentino están la de Sergio "Rocky" Medina, que pasó un papelón histórico al perder frente a Juan Manuel López por el mundial supergallo OMB en apenas 98 segundos, tras ir tres veces a la lona. Lo tragicómico vino luego cuando afirmó que "Me amenazaron para que perdiera", frase que provocó más risas que indignación. La pelea fue en junio de 2008, semifondo de Manny Pacquiao-Oscar De La Hoya.

Otro papelón de aquellos fue el de Rodrigo Barrios, quien perdió su corona superpluma WBO en la balanza, cuando debía defenderla frente al dominicano Joan Guzmán, convirtiéndose así en el primer argentino en quedarse sin título por problemas de peso. El combate se efectuó en el MGM Grand, el 16 de septiembre de 2006, fue de trámite muy ajustado y la victoria, por puntos, le correspondió a Guzmán, quien se quedó con la corona.

Estos han sido los casos más reconocidos del boxeo argentino en Las Vegas. Ahora es el turno de Lucas Matthysse, quien, seguramente, subirá al ring tonificado por muchas emociones y circunstancias. Es que el 14 de septiembre es el Día del Boxeador en la Argentina, recordando la pelea entre Luis Ángel Firpo y Jack Dempsey, celebrada en Nueva York, el 14 de septiembre de 1923.

A 90 años de aquel combate, en el que Firpo perdió tras haber lanzado a Dempsey fuera del ring, Lucas intentará lo suyo rente a Danny García. Matthysse está radicado justamente en Junín, la ciudad natal de Firpo. Y las memorias estarán uniendo sus historias y voluntades a través de la leyenda...