CARACAS -- Surtió efecto, al menos de momento, la comunión en la selección de Argentina surgida después de las dos derrotas al hilo previas a la victoria ante Uruguay. Hubo gabinete de crisis entre el cuerpo técnico y los jugadores. Había que analizar la situación y buscar la manera de renacer para seguir manteniendo viva la llama del Mundial de España 2014.
La victoria ante Uruguay de este sábado entraba dentro de lo previsible, ahora la albiceleste está obligada a demostrar que la mejoría es una realidad, para ello debe ser capaz de vencer a Canadá.
"El de Uruguay era un partido sumamente importante después del tropiezo de ayer", señaló Adrián Boccia (16 puntos). "Ahora tenemos una final y hay que afrontarla como tal para tratar de reivindicarnos. Tuve la desgracia de arrancar con el pie izquierdo por una enfermedad y en estos torneos no se pueden dar ventajas. Hay que estar concentrado para cuando me necesiten", afirmó el jugador, que sufrió una gastroenteritis al comenzar el torneo.
Uruguay mantuvo el tipo durante la primera mitad, pero en el tercer periodo los argentinos gozaron de una mejor movilidad del balón y una defensa que impidió que los charrúas siguieran conectados.
"Ganamos un partido importante porque no tenemos margen de error", confesó Julio Lamas, entrenador de Argentina. "Creo que fue por la mayoría de la defensa en el segundo cuarto. Pudimos tener tranquilidad y paciencia para atacar mejor".
La victoria ante Jamaica fue un golpe muy duro para los sudamericanos, que decidieron ponerse el mono de trabajo y desean no quitárselo en lo que resta de torneo.
"Estamos con chances matemáticas de lograr la clasificación, pagando un duro precio por haber perdido ante Jamaica. Vamos a preparar el partido contra Jamaica con la mayor dedicación, tengamos posibilidades o no, para jugar como corresponde", apuntó el coach de la albiceleste.