LAS VEGAS -- Cualquier se hubiera emocionado con esa atmósfera, pero el haber escuchado cómo 10 mil personas se desbordaban por su hijo, el momento casi hizo llorar a don Santos Álvarez, padre de quien se robó la jornada de viernes en el MGM Grand de esta ciudad: Canelo Álvarez.
"Fue algo increíble, no lo puedo creer, sentí que se me salía el corazón de felicidad y orgullo", expresó don Santos a ESPN mientras esperaba a su hijo que hablaba en entrevista con Julio César Chávez en un estrado.
"Se siente una emoción muy grande que casi me hace llorar, esto es algo grande pero estoy seguro de que mañana esto será una locura", agregó el padre del popular peleador mexicano, quien hizo el viaje desde Juanacatlán hasta la ciudad del juego, acompañado de su esposa Ana y sus hijos Víctor, Ramón y Ricardo.
El papá del tapatío señaló que le ha gustado la forma en que se ha conducido Saúl en todo momento y confió en que mañana saldrá con la victoria de la Arena Garden y como serio aspirante a ocupar la silla del mejor libra por libra del mundo.
Rigoberto, hermano de Saúl, reveló hace unos días que don Santos estaba reacio a dejar a su hijo pelear, pero con la confianza depositada en Rigoberto y Canelo, al final las cosas les salieron a pedir de boca.