BUENOS AIRES -- Este domingo por la noche tuve el placer de estar con Martín Carmona, un referente indiscutible en el mundo del cine contemporáneo, alternativo y, como él mismo dice "experimental".
Con películas que, a esta altura del partido, son verdaderos clásicos del cine under, "la energía directamente"; la juntidad espeluznante" que cuenta con intervenciones de R. Zelarayán, Lamborghini, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar entre otros, éste joven y rantifuso director con ojo de vidrio, es hincha fervoroso de River Plate.
En el bar del Mercadito de San Telmo, vimos juntos el partido de River-Arsenal. La tarde estaba horrible, lluvia, truenos, vientos de 120 kilómetros por hora, Boca Juniors le ganaba 2 a 0 a Racing con autoridad. Y eso ya era un mal augurio.
Martín Carmona debe de ser uno de los intelectuales populares mas refinados del Mundo River. Habitué infatigable del Monumental, esa tarde de domingo decidió quedarse en el barrio y fuimos a comer unas milanesas con puré.
River ganaba por la mínima diferencia, pero dejaba en claro que era el equipo de Ramón, el River histórico al cual cualquier club pelandrún de los suburbios no podía ganarle así, porque sí. Debía correr sangre o algo parecido.
Mientras hablábamos de cine, de las bondades del oficio grastronómico y de las mujeres que pasaban por nuestras vidas, pensamos en volver a filmar algo. Reflotar --gracias a esa pasión riverplatense-- la vieja revista de variedades La Novia de Tyson.
A todo esto, River jugaba mal, Ramón daba indicaciones pegado a la línea de cal, pero los jóvenes simeones y compañía, no daban pie con bola. La tarde no estaba para la poesía de la pelota.
Para sacudir la modorra del aburrimiento, Arsenal empató el partido antes de lo previsto y todo se desmoronó en el ánimo de mi amigo Martín. Comenzó a protestar por los árbitros.
El gol había sido claramente en posición adelantada, se veía desde San Telmo. ¿Los árbitros perjudican a River por una cuestión especial? ¿Por qué hay tantos fallos en contra de la institución de Nuñez?
Martín Carmona, con la genialidad oral que lo caracteriza enfrío la mesa con una frase lapidaria que me hizo pensar.
-- Cucu, en la AFA no hay onda con Passarella, no lo dejan ganar...
-- Te parece que es para tanto, Martincito. Creo que River, más allá de un error arbitral, no es el Real Madrid.
-- Nooo. Nadie defiende el sistema de juego, pero no me vas a decir que no existen manos negras detrás de los partidos. A River lo quieren regresar a la B.
Me quedé pensando seriamente si es posible que Passarella tenga algún enemigo personal de gran influencia que estaría perjudicando a River. No es tan disparatado. Lo tomé como viable y con mi querido amigo cambiamos de tema.
Compartir una cena con Martin Carmona, uno de los pensadores peronistas--riverplatenses más importantes de la actualidad, es un lujo para mí, una experiencia que no se agota en sí misma, sino que se potencia. Ojalá pudiera cenar con él una vez a la semana, aprendería un montón de fútbol, cine, literatura, chicas y gastronomía.