<
>

Independiente mejora lentamente

BUENOS AIRES -- El semblante le cambió a los hinchas del Rojo. Y no es para menos, con la llegada de De Felippe el equipo cambió. No gana es cierto. Pero todos coincidimos que en este momento ganar no es lo más importante.

Jugar bien es como el oxígeno para este equipo de Independiente tan golpeado por la época. Sin ir mas lejos, el sábado último empató con Banfield. El partido, como recordarán los hinchas del Rojo, fue un parto. Difícil, complicadísimo. Banfield es un equipo cerrado que sale rápido y arriba te mata si le das espacio. El Rojo, El Rey del Espacio se los dio todos y Banfield lo liquidó.

Empate con sabor a derrota. Sin embargo, el Rojo tuvo momentos de gran juego, con un ida y vuelta interesante y con Montenegro bien metido en el partido. Compromiso y voluntad, era lo que le faltaba a un jugador como el Rolfi.

Los tiempos cambian, el Rojo se adapta y todo pinta para mejor. ¡Qué importante que haya aparecido De Felippe en un momento clave!

Los hinchas del Diablo ya no están tan desesperados. Parece que lo peor quedó atrás. Independiente mejoró y los hinchas sueñan, se esperanzan con que el equipo juegue bien el resto del torneo que le falta.

Para eso, para recibir una información de primera mano, me dirigí a Sarandí, a la mítica pizzería El Trébol, sobre la imponente Avenida Mitre.

Un grupito de hinchas de Independiente tomaban su café y pensaban en viajar al interior a ver al Rojo.

-- Muchachos, ¿qué les parece el cambio de Independiente?
-- Importantísimo, Cucu, el Rojo ahora es otro. Y por lo menos, no vivimos la amargura de saber que perdemos los partidos antes de jugarlos...
-- O sea que piensan que el Rojo vuelve a la Primera División lo más pronto posible.
-- Este año, está difícil, Cucu. Pero al año próximo seguramente...

La conversación con los hinchas me dejó pensando. ¡Será para tanto! Independiente de Avellaneda ¿puede permanecer en la B otro año más? Algo impensado para una institución del historial de Independiente.

Ganador de grandes batallas, dueño de la historia y de muchas hazañas, hoy Independiente no es más que uno más dentro de la actualidad deportiva argentina. Es duro. Ni sus hinchas tienen la suficiente esperanza para pensar que este equipo pueda volver en un tiempo inmediato.

¡Viva el Diablo de Avellaneda, entonces! Hay que esperar que este equipo tome valor, cambie de actitud y lea los libros de la historia, donde el nombre de la camiseta está marcado a fuego en letras de oro.

Independiente es el más grande aunque hoy no represente mayores riesgos. Es un grande con todas las letras y su paso por la segunda división es solo una circunstancia de las malas épocas deportivas de los últimos años.

¡Es uno más, aquel que supo ser todos!