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Manny Ramírez: un triunfo forjado

Louis Vasquez y Manny Ramirez protegen a Peyton Manning en la ofensiva de los Broncos. AP Photo/Paul Spinelli

ENGLEWOOD, Colorado -- Recordando el pasado, el jugador de Denver Manny Ramírez no puede recordar el momento, el día o incluso la semana en que cambió la forma en que veía al fútbol americano y su lugar en el juego.

Solo sabe que en algún momento, mientras asistía a la secundaria Willowridge High School en Houston, empezó a fijarse en las reuniones previas a las jugadas, el vestuario, y una realidad simple se hizo patente.

"No solía prestar atención a ninguna cosa sobre la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League, NFL) hasta que empecé la secundaria", manifestó Ramírez. "Cuando era niño jugaba en la calle porque me encantaba hacerlo y en séptimo grado, probablemente empecé a jugar de forma organizada (al fútbol americano) para no meterme en problemas. Pero luego jugué mientras asistía a la secundaria. Simplemente jugué y jugué, y mis compañeros de equipo eran mis compañeros de equipo.

"Pero durante la secundaria, recuerdo que empecé a fijarme en algún momento y realmente me puse a pensar sobre ello. De repente, de alguna manera, me di cuenta de algo, 'Sabes, soy el único jugador hispano aquí'. Pienso que a partir de ese momento se convirtió en algo que valoro y respeto. Es importante para mí que los niños me tengan como ejemplo, quizás chicos mexicano-estadounidenses que están creciendo como yo lo hice, y vean que la NFL está ahí y que es una oportunidad para ellos si trabajan y creen".

La NFL es la reina indiscutible en lo que se refiere a deportes, un fenómeno que cruza virtualmente todas las barreras económicas y culturales presentes. Además, no es ninguna sorpresa que el que ha sido caracterizado como el grupo demográfico de más rápido crecimiento de la nación también esté presente en los cálculos. De acuerdo con algunos pronósticos, la población hispana de los Estados Unidos podría triplicarse para el 2050.

Las estadísticas de la NFL muestran que más de 50 jugadores de origen hispano figuraron en la lista de la NFL de toda la liga durante el campamento de entrenamiento. Jugadores como el mariscal de campo de los Cowboys de Dallas Tony Romo, el mariscal de campo de los Jets Mark Sánchez, el central de los Bears Roberto Garza y Ramírez. Pero como central de los Broncos de Denver, Ramírez solo debe mirar hacia la derecha cuando entra en formación sobre la pelota para ver a otro hispano, el guarda Louis Vásquez.

Al igual que Ramírez, Vásquez es originario de Texas (Corsicana), y durante su juventud solo jugaba al fútbol americano por diversión y, estaba en camino de alcanzar su impresionante físico actual de 1,95 m de alto y 151 kg de peso.

"Crecí a 80 km (50 millas) al sur de Dallas, y cuando era niño, todo el tiempo solo escuchabas acerca de los Cowboys. El equipo era [Troy] Aikman, Emmitt [Smith], Michael Irvin, y ganaban siempre", señaló Vásquez. "Me gustaba el fútbol americano, y ese equipo era el mejor equipo de todos, así que era algo natural. A todos nos encantaban los Cowboys, ¿sabes? Los Cowboys eran los Cowboys, y probablemente, no veía nada más que eso".

Y al igual que Ramírez, cuando Vásquez empezó la secundaria, en el momento en que las universidades empezaron a tomar en cuenta al gigantesco jugador de línea (lineman) con manos poderosas y una técnica excelente, fue cuando de repente empezó a notar a las personas y a los lugares.

"En realidad no miraba la NFL en ese sentido, pensaba que no habían muchos hispanos, eso era algo que aún no era evidente para mí", expresó Vásquez. "Pero cuando jugaba en la secundaria, a veces, la gente me preguntaba '¿Por qué eres el único mexicano del equipo?', y realmente empecé a fijarme en ese momento y dije, '¡Vaya!, no es que haya muchos mexicanos en la NFL, o algo así'".

Y Vásquez dijo que cuando estaba tratando de decidir si jugaría fútbol americano universitario, visitó la Universidad de Texas, como muchos jugadores de secundaria esperan hacerlo, con visiones de convertirse en un Longhorn rondando en sus cabezas. Dijo: "Pero por algún motivo, no me parecía que esto era lo correcto para mí". Así que siguió buscando, y escuchando a distintos reclutadores realizar sus ofertas. Siguió revisando el mapa para ver qué tan lejos debería ir sobre el horizonte para seguir jugando.
Dijo que descartó a Texas A&M, y luego visitó Lubbock.

"En ese momento empecé a preocuparme un poco acerca de dónde terminaría y ese tipo de cosas, entonces visité Texas Tech", señaló Vásquez. "Me hicieron recorrer las instalaciones, conocí algunos de los muchachos y me pareció muy posible que ese fuera el lugar. Luego conocí a Manny y él era igual que yo. Manny es como mi hermano ahora. Durante mucho tiempo hemos estado en contacto, pero Manny fue algo así como mi anfitrión durante ese viaje de reclutamiento y ahora estamos juntos de nuevo".

Pero en medio de todas las inevitables preguntas del por qué esa idea empezó a revolotear en sus cabezas a medida que empezaban a pensar en ellos mismos como futuros adultos con carreras profesionales, familias y responsabilidades, también había un nombre que empezaba a tener un lugar en las conversaciones sobre fútbol americano. Un pilar fundamental, alguien que se les parecía, que vino antes que ellos.

Alguien que Ramírez y Vásquez tendrían que descubrir.

"Mis entrenadores de secundaria empezaron a llamarme 'Muñoz'", expresó Ramírez. "Cuando hacía algo bueno durante la práctica, hacía la recogida correcta, o mostraba una buena técnica, me decían algo como, 'Buen trabajo, Muñoz'. Así que, empecé investigar acerca de él y descubrí que no era solamente un cumplido. Anthony Muñoz era alguien en quien podría aspirar a convertirme como jugador de fútbol americano. No para llegar al Salón de la Fama, sino solamente alguien que como jugador profesional de fútbol americano hizo su trabajo y lo hizo bien. Podría identificarme con eso".

Vázquez también dijo que el nombre Muñoz empezó a sonar una y otra vez, y que también investigó un poco para conocer más acerca de la carrera deportiva de este jugador del Salón de la Fama.

"Básicamente, en el Salón de la Fama vi a alguien parecido a mí", dijo Vásquez, "y eso era un logro muy importante".

Puede ser más sencillo dar indicaciones una vez que has recorrido el camino, es más sencillo mostrar el camino una vez que has llegado adonde otros desean llegar. Muñoz se retiró de la NFL en 1992, y este miembro del Equipo del 75 ° aniversario de la NFL accedió al Salón de la Fama en la Clase de 1998. Pero, en 2013, el recuerdo de dos jugadores de línea ofensiva de los Broncos de Denver, después de haber analizado las estadísticas de su carrera profesional pinta una sonrisa en su rostro.

ORGULLO NATO

"¡Vaya!, para mí escuchar eso es algo increíble", manifestó Muñoz con una risa sincera. "Todas las culturas pueden tener sus pioneros, como Tony Dungy, el primer entrenador afroamericano en ganar un Súper Tazón (Super Bowl). Pero recuerdas al equipo de los Raiders que ganó el Super Bowl con Tom Flores como entrenador principal y Jim Plunkett como mariscal de campo; eso fue hace 30 años, ¡increíble! Esas eran las personas a quienes admiraba. Cuando piensas que alguien te admira, te sientes orgulloso".

"Sé que en mi propia vida, ese tipo de conexión entre ser mexicano-estadounidense y jugar al fútbol americano no era algo en lo que realmente pensaba demasiado hasta que llegué a la NFL", siguió diciendo Muñoz. "Mientras crecíamos, nunca perdimos nuestra cultura. Aunque siempre me consideré a mí mismo orgulloso de ser estadounidense, y lo estoy, siempre me describí a mí mismo como mexicano-estadounidense. Uno tiene mucho orgullo por la cultura. Incluso en la universidad, en USC, me sentía muy orgulloso de representar a las personas. La mejor parte de eso fue durante 10 años, con los Bengals, éramos dos hispanos, Max Montoya y yo".

Ramírez señaló que cuando retorna a Earth en la temporada baja; hablando de Earth, Texas, donde él y su familia tienen su hogar durante la temporada baja; su origen y su profesión están en las mentes de todos los niños que están frente a él en todos los lugares donde hace presentaciones.

"Especialmente cuando regreso a casa pienso que es algo de lo que las personas están conscientes, con lo que los niños pueden identificarse, algo que es posible", expresó Ramírez. "Y de vez en cuando en Denver, visito las escuelas y los niños quieren saber si pienso que es algo que ellos puedan lograr. Es decir, en principio pensaba que el fútbol americano me ayudaría a obtener un título académico, que podría jugar al fútbol, obtener el título académico y regresar a casa para ayudar a mi familia ya que mi padre (también llamado Manuel) había tenido un ataque cardíaco y atravesaba por un momento difícil. Todo eso se convirtió en muchas cosas más".

"Creo que también puedo sentirlo, de parte de los niños, de vez en cuando", manifestó Vásquez riendo. "Si bien quizás no desde el principio, por lo general los niños, especialmente los más pequeños, se sienten un poco abrumados al comienzo por mi estatura, mi altura, lo grande que soy, así que es posible que no siempre se den cuenta al instante de que soy hispano. Pero pienso que algunos niños me miraron y han visto lo que es posible, probablemente, y ese es un sentimiento espectacular. Pienso que quizás es lo que él [Muñoz] sintió, también, pero que alguien te mire y crea que algo es posible debido a eso, hace que realmente quieras estar a la altura de las circunstancias y valorar lo que eso significa. Y espero poder hacer ambas cosas".