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¿Quién será invitado al Mundial?

Pese a no clasificar en la cancha, Rubén Magnano estará en el Mundial por una wild card FIBA Américas

BUENOS AIRES -- Aquella decisión tomada en mayo de 2003 por la Federación Internacional de Básquetbol de guardarse para sí la decisión de invitar a cuatro países a participar del Campeonato Mundial parece hoy una jugada estratégica casi perfecta. Es cierto que deportivamente no significa la forma más prestigiosa de integrar un elenco mundialista, pero para los objetivos económicos que se ha planteado la FIBA con respecto a su torneo de mayor jerarquía, le resultará de enorme utilidad.

Como nunca antes las invitaciones que otorgará la FIBA están cobrando una trascendencia fuera de lo habitual. Es que los resultados de los torneos continentales de Europa, América y Asia dejaron fuera de la carrera clasificatoria a países de enorme tradición y poderío.

Los nombres de Rusia, reciente bronce olímpico en 2012, Turquía, último subcampeón mundial en 2010, Italia, plata en los Juegos de 2004, Grecia, segundo en el Mundial de 2006, Brasil, campeón americano en 2005 y 2009, y China, ganador de 15 de las 20 últimas ediciones del torneo asiático, solo por citar a algunos, ya están generando una situación convulsiva, a la que FIBA pretende manejar con extremo cuidado y buscando un resultado claramente positivo.

Por eso, porque sabe que la elección no será sencilla, que habrá mucho por considerar, la conducción que lidera el secretario general Patrick Baumann decidió correr la fecha del anuncio de los cuatro nombres bendecidos, pasándola de la reunión del Buró Central (allí se conocerán las que solicitaron la invitación), el 23 y 24 de noviembre en Buenos Aires, Argentina, a la de la Junta Central, el 1° y 2 de febrero de 2014 en Barcelona, España. Justo un día antes del sorteo del calendario de la Copa del Mundo.

Otro síntoma elocuente del cuidado con el que se maneja la casa central del básquetbol es que rápidamente se hizo un comunicado en el que se explican los elementos a considerar. Allí se observa que las exigencias aumentaron y, además, se las detalla con gran minuciosidad, para dejar todo claro y evitar confusiones.

En 2005, la FIBA apenas mencionaba que para acceder a una invitación una federación debía demostrar: 1) Popularidad del basquetbol en el país que la solicita; 2) Buenos resultados deportivos; 3) Un buen trabajo federativo a nivel interno; 4) La compra de los derechos de televisión y 5) La importancia de ese país para el comité organizador del Mundial.

Esta semana la misma entidad comunicó en qué se basará para seleccionar las cuatro federaciones, buscando cubrir todos los flancos posibles. Bien merece repasarse en las exigencias.

Aspectos deportivos y de promoción
- La popularidad del baloncesto en el país
- La calidad y los resultados deportivos de los equipos nacionales del país
- El haber sido sede o hacer una oferta para la organización en anteriores torneos de FIBA
- El impacto de la participación en la Copa del Mundo FIBA en el país, en vista del desarrollo del baloncesto en el país
- El compromiso de los mejores jugadores del país para participar en la Copa del Mundo FIBA 2014

Aspectos económicos
- La participación de las televisiones locales y el sector empresarial en las competencias de baloncesto nacionales e internacionales
- La importancia del país para los organizadores de la Copa del Mundo FIBA 2014

Aspectos de Gestión
- Cumplimiento del Reglamento Interno y los Estatutos Generales de FIBA
- La calidad de la labor de la federación nacional del país
- El apoyo gubernamental a la federación nacional de país
- Participación en la FIBA y/o actividades del continente y/o comisiones.

La FIBA también deja en claro que considerará como merecedoras a las federaciones que hayan hecho donaciones a la Fundación Internacional de Basquetbol (IFB), entidad ligada para la promoción de este deporte. Detalle no menor...

Con este panorama, ¿cómo quedan los equipos de América? Primero conviene aclarar que la sola presentación del pedido ante FIBA no exige el pago de dinero alguno.

Tanto Brasil como Venezuela ya iniciaron gestiones para conseguir otra plaza extra y también Canadá anunció que pretende postularse. FIBA Américas se prepara para colaborar con las tres en su cometido.

De inmediato a confirmarse su inesperada eliminación del Premundial de Caracas, Brasil comenzó los trámites. Aunque el propio Baumann les aclaró lo obvio, que no será una decisión sencilla.

Brasil cumple con muchos de los requisitos pero sobre todo lo avala el ser el organizador de los próximos Juego Olímpicos. ¿Puede faltar en la Copa del Mundo 20014 el dueño de casa de la cita olímpica dos años a después? Es evidente que no, pero para eso necesitará de un apoyo extra del Comité Olímpico Internacional para afrontar una batalla durísima.

También Venezuela entra en varios de los ítems de requerimientos, sobre todo en los que involucran aspectos económicos y de relación con FIBA.

Tanto brasileños como venezolanos se descarta que conseguirán un sólido apoyo empresarial, indispensable en estos casos. No obstante, no parecen ser los únicos aspectos que influirán.

Es que la decisión será mucho más complicada. Primero aparece en escena un protagonista insólito, China. Más allá de su crisis deportiva, su poderío económico (tiene empresas que son sponsors oficiales de FIBA) convierte a su selección casi en la más firme candidata.

Por otro lado, Europa aportó en las dos veces anteriores en las que se cursaron invitaciones, tres países. Por eso FIBA se apuró en aclarar que no habrá más de tres boletos por continente, como forma de frenar el avance acaparador de los europeos.

Conviene recordar que este método de las invitaciones, entre otros motivos, surgió ante la presión de Europa, luego del cambio que sufrió su mapa deportivo por las desintegraciones de la Unión Soviética y Yugoslavia.

Aquí conviene también repasar la historia: para el Mundial de Japón 2006 se invitaron a Italia, Serbia, Turquía y Puerto Rico, mientras que para el de Turquía 2010 los beneficiados fueron Alemania, Lituania, Rusia y El Líbano.

Para que se sume un americano debería quedar marginado un europeo. ¿Será eso posible? ¿Qué postura tomará España, el organizador, a la hora de opinar? ¿Pesará solo lo económico, en medio de la crisis que viven los españoles? Si fuera así, no habría que descartar tampoco a Alemania, con el poderío de sus muchas empresas instaladas en España.

En 2005, cuando Puerto Rico, que había terminado séptimo en el clasificatorio continental, logró la invitación al Mundial de Japón, lo hizo amparado en el respaldo de la influencia política de su principal referente dirigencial, Genaro Tuto Marchand, y el pago de 500 mil dólares, entre derechos de televisión y aportes publicitarios.

Hoy para los pretendientes ese monto se sospecha insuficiente y el apoyo político siempre será crucial. Está claro que la FIBA buscará hacer a la próxima Copa del Mundo lo más redituable posible para ella y para el organizador.