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Preso de sus estándares

Las cosas ya no son tan fáciles como antes para el N° 1 del mundo. Getty Images

BRISTOL -- A los 37 años de edad, Tiger Woods obtuvo por undécima vez el premio al "Jugador del Año" del PGA Tour, luego de una temporada de 2013 en la que ganó cinco torneos, lideró el listado de ganancias del circuito, obtuvo el Premio Vardon por el menor promedio de puntaje, y sumó más puntos que cualquier otro en el Ranking Mundial.

Woods terminó la temporada como N° 1 del mundo, con amplia ventaja sobre el N° 2, Adam Scott.

Pero no ganó Majors, y eso, por alguna razón, ensombrece sus logros. La culpa probablemente sea del propio Woods, por haber puesto tanto énfasis en los Majors a lo largo de su carrera.

Cinco victorias, incluido el Players Championship, el WGC-Cadillac y el WGC-Bridgestone, no debe ser considerada una hazaña menor. En los últimos 20 años, sólo tres jugadores la han logrado: Nick Price, Vijay Singh, y Woods, quien lo ha hecho 10 veces.

Sin embargo, Woods admite que le gustaría "ser un poco más consistente en mi juego, para tener oportunidad de ganar cada vez que inicio una ronda".

Bienvenido al mundo real del golf profesional, Tiger.

Woods jugó 17 torneos alrededor del mundo este año, falló sólo un corte, ganó cinco y en otros dos terminó en el Top 5. Pero, incluido su corte fallado en Abu Dhabi, terminó seis veces en el puesto N° 30 o peor.

Así es el golf, y le pasa a cualquiera.

Para cualquiera es aceptable. Para Woods, en cambio, es una calamidad... a pesar de que a los 37 años de edad puede esperarse una merma en su producción.

La vez anterior que Woods ganó el premio al "Jugador del Año", en 2009, ganó seis torneos en los Estados Unidos y uno en Australia, y sólo en tres eventos terminó fuera del Top 10.

Eso es extraordinario. No es normal. Pero a Woods se lo mide por su estándar.

Sin embargo, el propio Woods admite que, actualmente, "tengo que trabajar duro cada día, y hay días en que no encuentro mi juego. No me siento cómodo con los palos ni con mi cuerpo. Hay días en que nada funciona. Pero sigo luchando y todavía consigo algunos logros".

Esa declaración es un indicativo de que los tiempos para Woods han cambiado... y también deberían cambiar los estándares por los que se lo juzga.