Jordi Blanco
Corresponsal
10y

De Glasgow a Glasgow

De Glasgow a Glasgow, el Barça enterró en el Celtic Park una suerte de maldición que comenzó en este mismo escenario en noviembre de año pasado, cuando derrotado por 2-1 por el equipo escocés dio paso a una de las peores rachas de los últimos años como visitante en Europa.

El Barça del Tata Martino, sin Messi, venció y dio un paso, se diría que de gigante, hacia los octavos de final, dejando atrás las dudas que pudieran existir respecto a su rendimiento lejos del Camp Nou en Champions y, también, sobreponiéndose a la ausencia de su gran estrella.

Así, comenzó a dejarse atrás un horrible enlace de partidos que comenzando con el KO en Glasgow acabó con la goleada sufrida en Múnich, en las semifinales del pasado torneo continental.

Y es que el Barça solamente había ganado uno de los cinco últimos partidos jugados en Champions lejos del Camp Nou, con un saldo de tres derrotas y un empate y diez goles encajados.

La 'racha' comenzó a los mandos de Tito Vilanova en la anterior visita al Celtic, en que el conjunto azulgrana, en la cuarta jornada de la fase de grupos, sufrió una derrota impensable, por cuanto apenas tres remates le bastaron al Celtic para ganar un partido en el que Forster, el meta local, acabó por ser el gran héroe.

La siguiente salida fue sentenciada por la vía rápida, en la quinta jornada de la fase de grupos y apabullando al Spartak de Moscú con dos goles de Messi y otro de Alves en apenas 35 minutos... Pero fue la excepción.

Lo fue porque a partir de ahí no se volvió a ganar en los partidos de eliminatoria. De entrada, el 20 de febrero, en la ida de octavos, sendos goles de Boateng y Muntari dejaron al Barça contra las cuerdas en San Siro. En la vuelta, a lomos de Messi, el equipo, aún con Jordi Roura en el banquillo, goleó por 4-0 para acudir a los cuartos de final.

El doble duelo frente al PSG de Ibrahimovic comenzó en el Parque de los Príncipes, ya con Tito Vilanova de regreso al banquillo y en una noche de locos, por cuanto Xavi marcó de penalty el 1-2 en el minuto 89 pero Matuidi, marcando el 2-2 en el 94, evitó el triunfo azulgrana. El pase a semifinales se sentenció en el Camp Nou, con un discreto pero suficiente 1-1.

Después llegó ya el derrumbe definitivo, en las semifinales que comenzaron en Munich con un 4-0 que jamás había encajado el Barça fuera del Camp Nou en la máxima competición (sin contar la final de Atenas en 1994). Aquel 23 de abril el Barça empezó a despedirse del sueño que se enterró una semana después, cuando el equipo de Heynckes, futuro campeón continental, arrasó el Camp Nou.

Comenzó en Glasgow y fue allí donde se acabó. El Barça, huérfano de Messi y otra vez con Bartra en el once, como aquel siete de noviembre de 2012, se sacó la espina y recuperó el sabor de la victoria en Europa.

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