BUENOS AIRES -- La ciudad estalla, queridos lectores. Es así, luego de una semana agitada donde la verborragia fue la gran protagonista, sólo nos resta esperar el gran partido. ¿Quién ganará? ¿Boca o River? Imposible saberlo.
La semana fue movida para ambos clubes. Boca con sus jugadores enfermos, infinidad de lesiones, con las extravagantes declaraciones médicas de su director técnico, mostraba, como en la cancha, muchas falencias.
Por parte del club de Nuñez, las cosas tampoco se evidenciaban tan bien. Al magro rendimiento que tuvo el equipo a lo largo del campeonato, se sumaban las quejas eternas de Ramón Diaz con respecto a los árbitros.
¡Basta con el tema de los árbitros y dediquémonos a jugar! Un técnico que piensa más en el árbitro que en sus jugadores deja en claro una gran impericia. Hay que tratar de jugar bien y ningún árbitro podrá robarte el partido de las manos.
Una semana llena de especulaciones durante la cual nadie quiso regalar nada. ¿Quién ganará? ¿Boca o River? El clásico, sin duda, comenzó a jugarse hace rato.
Ramón Diaz probando una defensa más sólida que pudiera contener el talento inagotable de un Riquelme enfermo y un Gago con todas las luces. Boca Juniors con el mismo problema, probando defensores que puedan adaptarse a lo que pretende su técnico.
Especulaciones, quejas, reproches, de todo tuvo esta semana anterior al superclásico. Ninguno de los dos quiere perder. Ninguno quiere hacer el ridículo. Boca irá a la cancha con un par de jugadores de menos, entre lesiones, enfermedades y rendimientos bajos, el plantel está muy disminuido. Ante River, de cualquier manera, mostrará su fibra ganadora, su chapa histórica ante su clásico rival.
Una semana accidentada ideal para comerse los dedos, si usted es hincha de cualquiera de los dos, ya debe estar sufriendo. No será un partido sencillo, en cambio sí será un partido clave. Llegan con muchos problemas, con un rendimiento de regular para abajo. Sin embargo, pese a todo lo dicho, son Boca y River.
Nadie puede pasar por alto que es una rareza que ocurran estas circunstancias negativas de las enfermedades y tantas lesiones en pleno campeonato. Pero los jugadores de fútbol, no nos olvidemos, son seres humanos y pese a tener una gran preparación física, se enferman.
En fin, fieles al cambalache, al famoso conventillo, Boca y River saldrán a la cancha sin ser los grandes de siempre. Saldrán dos equipos mediocres, con poco juego y casi cero luces. Saldrán a hacer lo que puedan. Hasta donde les permita el físico brindarán todo de sí mismos, dejarán "la vida en la cancha".
Se acabarán las palabras y los hechos, solo quedará salir a la cancha de juego como sea. Ganará el que esté mejor durante los 90 minutos de juego. Es complicado pensar que Boca pueda armar un equipo que corra durante ese tiempo. Es increíble imaginar que el físico es lo más importante para jugar bien al fútbol. ¡Hasta donde ha llegado la tecnología!