Billy Russo 10y

Evidente la paridad de Tigres y A's

Antes de que arrancara la Serie de División de la Liga Americana entre los Tigres de Detroit y los Atléticos de Oakland, escribimos la paridad que había entre ambos equipos y cuáles iban a ser los puntos de ventaja para uno u otro.

Tras los dos primeros encuentros, que se disputaron en el Oakland Coliseum, de Oakland, los resultados nos mostraron una vez más que es esta la serie más pareja en la primera ronda de la postemporada.

Los Tigres ganaron el primer encuentro mostrando los aspectos en los que aventajan, por poco, a los Atléticos. Estamos hablando de pitcheo abridor y ofensiva.

El segundo juego fue más una muestra de lo compacto y consistente que es Oakland en todas sus líneas y de su mayor, única ventaja frente a Detroit en la serie, su staff de bullpen.

De esa forma ambos conjuntos salieron de la costa oeste con una victoria, siendo más representativo esto para los Tigres, que fueron en condición de visitante y ahora tendrá la oportunidad de jugar los dos próximos duelos en su casa, el Comerica Park de Detroit, donde ganaron 51 de 80 juegos en la ronda regular.

Así como el pitcheo marcó la pauta en los dos primeros encuentros de la serie, en la que solo se hicieron seis carreras –tres para cada equipo-, se prevé que sea así al menos el tercero, que se disputará mañana lunes y que tendrá como abridores a Aníbal Sánchez, por los Tigres, y Jarrod Parker, por los Atléticos.

La barra impuesta por Max Scherzer (lanzó siete innings, en los que aceptó tres hits y dos carreras, ponchó a 11 y dos una base por bolas) y Justin Verlander (pitcheó siete entradas, en las que toleró cuatro incogibles sin anotaciones, también guillotinó a 11 y otorgó un boleto) es alta para Sánchez, quien registró la mejor efectividad (2.57) de la Liga Americana en la ronda regular.

Los abridores de Detroit realizaron el trabajo que de ellos se esperaba en los dos primeros encuentros de la serie, incluso registraron un récord para el equipo al ponchar a 22 bateadores de forma combinada entre esos dos duelos, algo que ocurrió por primera vez en la historia de la franquicia para encuentros consecutivos en postemporada.

Esa capacidad de ponche es uno de los aspectos de mayor fortaleza y ventaja para Detroit en la serie. Hay que recordar que fueron ellos los que más ponches lograron (1.428) en la ronda regular.

Los Atléticos, por su parte, mostraron en los dos primeros encuentros de la serie que sus abridores tienen que trabajar de forma perfecta para dominar a la ofensiva de los Tigres y así tener chance de ganar.

En el primer juego, Bartolo Colón no pudo con ese cometido desde el inicio y ahí Detroit sacó su ventaja y decidió ese partido a su favor desde el arranque. En el segundo, el novato Sonny Gray, quien realmente no lució como tal, fue demasiado para esa alineación de los Tigres, con Miguel Cabrera incluido, que solo le pudo conectar cuatro hits.

Esa labor de Gray le permitió a los Atléticos llevarse el segundo encuentro, llevando éste al terreno favorable para ellos, obligando a Jim Leyland, manager de Detroit, a usar a su bullpen fuera de su hombre más confiable, Joaquín Benoit, el cerrador.

En esa oportunidad los tres relevistas empleados por Leyland -Drew Smily, Al Alburquerque y Rick Porcello- se combinaron para aceptar cuatro hits y una carrera. Ellos dieron además dos bases por bolas.

Seguir encadenado con esa labor que realizó Gray será la encomienda de Parker, quien en la ronda regular tuvo 19 juegos de forma consecutiva sin ser derrotado, dejando marca de 9-0, con 2.61 de efectividad.

El oportunismo ofensivo de ambos equipos estuvo subordinado en los dos primeros encuentros de la serie a las fallos e inconsistencias que de momento presentaron sus lanzadores, pero sin duda, especialmente en el caso de los Tigres, es algo que debe mejorar y que puede marcar la diferencia definitiva en Detroit, donde la serie puede acabar el martes, si cualquiera de los dos equipos gana los dos encuentros.

Detroit tiene de cuatro hits en 11 turnos al bate con hombres en posición de anotar en la serie, mientras que los Atléticos solo han conectado uno -el de Stephen Vogt para ganar el segundo encuentro- en 13 oportunidades.

Para Oakland, más que para los Tigres, es vital ganar el encuentro de mañana, que será el primero en el Comerica Park, ya que de lo contrario Detroit podría definir la serie en su casa, frente a sus aficionados el martes.

La ventaja la tendrá y la serie podrá definirse en Detroit si uno de los dos conjuntos logra quebrar la paridad y hacer valer sus fortalezas ante las debilidades del otro. Cada quien lo comprobó en Oakland, donde los Atléticos entendieron que para ganar deben aguantar por al menos siete innings a los abridores de los Tigres y por nueve o más domar a la ofensiva felina. En el caso de los bengalíes la fórmula es más simple, definir temprano y dejar en manos de su bullpen su destino.

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