Jayson Stark 10y

Cosas diferentes en juego

SAN LUIS -- El calendario dice que es el Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Nacional. Pero eso ni comienza a describir lo que está por suceder en el Busch Stadium en lo que debe ser una noche épica el miércoles.

Estas son las noches donde todas las historias chocan, cuando se forjan las reputaciones, cuando se definen las temporadas, cuando quedan cambiadas las carreras.

Y no nos podemos olvidar, también va a seruna noche en la que dos de las mejores fanaticadas del béisbol van a congelar sus vidas, van a dejar de respirar por unas tres horas, y orarán para que este no sea su final.

En un lado del terreno, tendremos al equipo considerado como el más poderoso en la Liga Nacional, los Cardenales de San Luis, listos para utilizar a uno de los mejores lanzadores en el béisbol, Adam Wainwright, en un montículo que ha llegado a conocer, a amar, a hacerlo suyo.

Y en el otro lado del terreno, tendremos a los favoritos sentimentales, a los subestimados, a los Piratas de Pittsburgh, que siguen en búsqueda de su sueño, y recurrirán al tirapiedras de 23 años, Gerrit Cole, en apenas su 21ª salida de su carrera en Grandes Ligas, para que les ayude a reescribir la historia de la franquicia.

Alguien va a ganar y seguirá adelante. Alguien va a perder y se quedará con un sentimiento vacío a lo largo de un extenso invierno. Esa es la magia de un juego como este. Y todo el mundo sabe lo que está en juego.

"El juego va a estar al alcance quien lo quiera más", dijo el manager de los Piratas Clint Hurdle el martes. "Uno tiene que hacer las jugadas. Uno tiene que ejecutar los lanzamientos. Uno tiene que tener buenos turnos al bate. Y de vez en cuando, algo completamente diferente a eso podría suceder. Uno no sabe en qué momento va a pasar. Pero eso es lo que hace este deporte tan excitante".

Pero lo otro que lo hace tan excitante, tan fascinante, es que estos dos tipos llegan a este escenario luego de atravesar caminos tan diferentes, a pesar de haber chocado en un mismo terreno de juego en 23 ocasiones este año.

Los Cardenales han estado aquí, y han hecho esto tantas veces en los últimos años, que practicamente los podemos proclamar como los reyes del juego de eliminación. Esta sera la sexta vez en las últimas tres postemporadas que se han presentado a trabajar sabiendo que una mala noche los puede enviar a practicar en sus campos de golf favoritos.

¿Les tenemos que recordar los resultados de la mayoría de esos juegos?

Los Cardenales no solo han ganado cuatro de los anteriores cinco juegos de supervivencia -- El Juego 5 de la Serie Divisional del 2011 en Filadelfia, los Juegos 6 y 7 de la Serie Mundial del 2011 contra Texas y el Juego 5 de la vibrante Serie Divisional del año pasado en Washington -- sino que cada una de esas victorias se ubicaría muy, muy, muy arriba en la lista de cualquier persona de los juegos de postemporada más inolvidables del siglo 21.

Clásicos. Cada uno de ellos. Y ahora este equipo está aquí de nuevo, listo para un juego más de estos.

Por el contrario, los Piratas no podrían haber viajado a este destino a través de un camino más diferente. ¿Cierto?

Antes de este mes, ellos no habían jugado un partido de postemporada en toda la vida de Jurickson Profar. Si no contamos el juego de comodines de la semana pasada, ellos siguen sin haber ganado una serie de postemporada en toda la vida de Russell Martin.

Así que pregúntense esto: ¿Están las probabilidades de los Piratas más altas o más bajas en este juego? En muchas maneras, ellos son el equipo que no tiene nada que perder. Por otro lado, ellos han llegado tan lejos, y han hecho tanto para alegrar la vida de una ciudad entera, que no están listos para ver que finalice este viaje mágico.

"Es una gran diferencia de cuando llegué aquí por primera vez mediante cambio", dijo el lastimado lanzador Jeff Karstens, quien es la respuesta a la trivia "¿Cuál jugador de los Piratas lleva más tiempo en este equipo (desde 2008)?"

"En ese entonces, uno salía del bullpen y veías a fanáticos con bolsas sobre sus cabezas. Y de primera intención, pensaba, '¿Qué es esto? Esto no es béisbol'".

Pero ahora, cinco años después, él encuentra al mismo equipo jugando frente a asistencias record,en una ciudad que se ha enamorado de nuevo del béisbol -- y de su equipo de béisbol. Así que es un pensamiento doloroso el imaginarse que, si ellos pierden este juego, de repente ya no tendrán más partidos que disputar.

Si pierden, seguirán siendo héroes folclóricos. Pero si ganan -- y siguen ganando -- se van a convertir en leyendas.

"Esto", dijo Andrew McCutchen, "es lo que uno siempre ha soñado".

Entonces piensen en lo increíble que es el lanzador en el cual confía Clint Hurdle para pitchear en el juego más importante de la franquicia en las últimas dos décadas es un tipo que estaba en un corral la última vez que los Piratas jugaron en una serie postemporada que llegó al máximo (allá por 1992). Pero Hurdle ha dejado en claro que el seleccionar a Cole no tiene nada que ver con la edad o con la experiencia.

"El joven que va a estar en el montículo para nosotros mañana [hoy], Gerrit Cole, no ha hecho más que mejorar a lo largo de la temporada", dijo Hurdle el martes. "Ha sido tan bueno como cualquier otro que hayamos colocado allá afuera en las últimas seis semanas".

Por favor reconozcan la fuerza interior que necesita el manager para tomar una decisión como esta. La opción fácil habría sido decir, "Es el turno de lanzar de A.J. Burnett. Él es nuestro as. Vamos a hacer todo lo que hemos hecho todo el año". Hemos escuchado esas palabras docenas de veces, de parte de docenas de managers, en docenas de escenarios en octubre.

Pero no las escuchamos de este manager. En cambio, él aplicó la única lógica que debería importar en esta época del año. "Tenemos un juego que ganar", dijo. "Como lo he hecho, y he desafiado a mis muchachos a hacerlo, tenemos que hacer lo mejor que podamos para ganar el siguiente partido".

Así que el destino de los Piratas estará en manos de un hombre con el talent para hacer grandes, grandes cosas en su carrera.

Cole ya fue el mejor seleccionado en el sorteo de su deporte (en 2011). Ya ha demostrado que no se deja intimidar por el estadio, por la alineación que vaya a enfrentar o por la electricidad de octubre, al lanzar seis poderosas entradas (dos hits, una carrera, cinco ponches, un boleto) ante los Cardenales en el Juego 2 de esta serie, y alcanzar las 100 millas por hora en cuatro ocasiones en la entrada final de su estancia en el montículo.

Él ha sido el mejor lanzador de los Piratas en el último mes (5-0, 1.66 de efectividad en sus últimas seis salidas). Ha ganado sus últimas cinco aperturas luego de una derrota de los Piratas. Es el único lanzador de los Piratas que ha ganado un juego en Busch Stadium desde el 14 de agosto. (Ellos fueron superados en carreras 41-16 en los cinco partidos que no lanzó.)

Así que este es su tiempo. Este es su momento. Esta es su oportunidad de hacer algo que nadie en Pittsburgh pueda olvidar jamás.

"Para esto es que uno se prepara todo el año", dijo Cole el martes. "Para esto es que uno trabaja duro en la temporada baja, para momentos como este, para estar listo física y mentalmente. Sí, es algo muy emocionante. Y no puedo esperar".

Pero es entendible que su rival se sienta de igual forma.

"Toda mi vida, he querido estar en los momentos de presión", dijo Wainwright el martes -- y él sabe que estos momentos no provocan más presión que en partidos como este.

Había una vez, en otra vida, por allá en su encarnación como cerrador de emergencia en el 2006, Wainwright fue el tipo que lanzó el último pitcheo, obtuvo el out final, de tanto la Serie Mundial como del Juego 7 de lo que fue una intensa Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Pero nunca ha hecho lo que tiene la oportunidad de hacer en la noche del miércoles.

Nunca ha iniciado y ganado un partido de muerte súbita como este.

Oh, él sí ha abierto un partido como este, tan recientemente como en octubre pasado en Washington. Solo que no ganó, ni lanzó bien, o cumplió con sus propias expectativas en ese Juego 5 -- porque, como sabemos ahora, él no estaba físicamente apto para hacerlo en su primera temporada luego de sufrir la cirugía Tommy John.

El hecho es que su equipo logró sacar una victoria milagrosa al recuperarse del hueco de seis carreras en el que él los metió, y eso ayudó a mitigar su pena y su culpa. Pero él sera un chico diferente, un lanzador diferente esta vez, según prometió el martes.

"Este año, tengo toda la confianza del mundo en mi repertorio", dijo. "Voy a estar preparado. Tendré confianza en mi juego. Solo es una situación completamente diferente".

Hace dos años, cuando todo lo que pudo hacer mientras se rehabilitaba de su cirugía era observar y hacer porras, fue su amigo cercano, Chris Carpenter, el que estableció la vara para la grandeza en los Juegos 5/7 que ahora Wainwright espera alcanzar.

"Internamente", dijo, sobre el camino que lo ha llevado a su salida especial, "eso es lo que me impulsa, el llegar a ese mismo nivel de 'Carp'".

Así que esta es su oportunidad. Este es su juego. Esta es la noche en la que puede recrear la historia de Chris Carpenter, justo aquí en la loma del Busch Stadium. Y todo esto está muy presente en la mente de Adam Wainwright.

Si él gana, si él domina, si deja su marca en el juego más importante que jamás haya iniciado, se ganará un puesto en la misma página de Carpenter/Gibson/Dean del folclor de los Cardenales. Pero los Piratas tendrán algo que decir también sobre esto, porque no nos podemos olvidar que habrán dos equipos en la búsqueda de un lugar en los libros de historia esta noche.

Así que prepárense para una noche memorable -- ya que veremos dos equipos duros y talentosos vacir sus tanques por el derecho de seguir jugando, y seguir soñando. Sí, es "apenas" el Juego 5 de una tremenda Serie Divisional de la Liga Nacional. Pero en honor a la verdad, ustedes saben, y nosotros sabemos, y ellos saben, que es mucho, mucho más que eso.

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