SAN MARTIN, MENDOZA. -- Todo venía muy bien para el campeón regular de la división mosca WBA, el mendocino de Malargüe Juan Carlos Reveco. Ante un rival cinco años más joven y de largos brazos como el panameño Ricardo Núñez (mide 1,64 contra 1m 57 del campeón) fue elaborando toda una clase de boxeo. Ante apenas unas mil quinientas personas que se dieron cita en el moderno polideportivo Gustavo Torito Rodríguez, el Cotón, como lo llaman a Reveco, mostró todo su bagaje técnico.
Reveco, que ahora suma 32 victorias con 17 KO y una sola derrota, fue mucho para El Matemático Núñez, que quedó con una marca de 26--4--0, 22 KO. El panameño no pudo resolver el problema que le planteó el campeón. De lejos, Reveco lo sorprendió desde la primera vuelta con una larga derecha en swing y luego, en lugar de cederle la iniciativa a su adversario, el campeón fue quien decidió adueñarse del ring.
Así, comenzó un trabajo de izquierdas que por momentos, pareció casi perfecto: cross a la cabeza de apertura, gancho al cuerpo, manos combinadas con las derechas al cuerpo y a la cabeza. A pesar de su mayor altura ----o quizás, justamente por ello-- el panameño no logró superar la calidad del argentino. Cuando llegaban a la corta distancia, en donde podía prevalecer el argentino, Núñez intentó, a veces con éxito, con descargas de golpes ascendentes, pero siempre fue superado por el ritmo del campeón.
Sin un plan B, Núñez padeció, además, el problema que le planteó el argentino al salir a los costados, rotando la cintura, evitando así sus anunciados lanzamientos de golpes largos. Parecía, a medida que iban pasando los asaltos, que para Reveco quedaba, únicamente, coronar su trabajo con algún golpe definitorio, para terminar con la pelea antes de tiempo ya fuera por nocaut o técnico. Se notaba la confusión en el rostro del visitante, quien hasta ese momento, no había pasado por situaciones de peligro real.
Quedará en el terreno de las especulaciones, puesto que cuando transcurría el octavo asalto, Reveco --quien había sufrido un breve corte en la ceja izquierda-- recibió un cabezazo debajo de la ceja derecha que obligó al referí colombiano Uriel Aguilera a llamar al médico. Vino entonces el consejo del "no va más", por lo que Aguilera, tras descontarle un punto al panameño, acudió a las tarjetas.
Si descontó un punto por cabezazo, podría haber descalificado directamente, pero lo cierto es que, de una manera u otra, no había dudas sobre el destino de la pelea. Los tres jueces, Gustavo Jarquin, Danilo Longo y Hernando Steidel, votaron igual, 80--71, decretando el triunfo del argentino por decisión técnica.
De esta manera, Reveco defendió por quinta vez su corona AMB de los moscas, tercera como titular regular, tras haber sido dos veces campeón mundial de los mini moscas. El viernes, en el pesaje, el boxeador mendocino se pasó 400 gramos de la categoría, cuyo límite es 50,802. Finalmente registró 50,600 contra los 50,650 de si rival. No fue nada más que un error de cálculo. Como luego admitieron Jorge Arias (director técnico) y Diego Giménez (preparador físico), se cometió el error de no haber controlado el peso con la balanza oficial. "Estaba todo tan bien que pensamos que no hacía falta, y corremos con la responsabilidad, fue un error elemental", dijeron, cada uno, cuando se les preguntó sobre el detalle.
Detalle que no dejó de formar parte de la anécdota, porque en el ring Reveco lució veloz, con muy buen ritmo y con una actitud permanente de lucha. Según su apoderado, Osvaldo Rivero, se podía ir pensando en desafíos mayores para la próxima temporada, pero esto aunque siga en pie, deberá contar ante todo con un análisis a fondo de cómo encarar el tema de los cortes, que Reveco sufre en casi todos sus combates.
Así, una noche a todo boxeo para Reveco, concluyó de la manera menos deseada, con un corte --que lo obligará a descansar obligatoriamente-- y con una victoria amplia, pero que podría haber sido todavía más espectacular. No pudo ser.