Marc Stein 10y

El básquetbol levanta el vuelo

La Selección nacional de básquetbol, en un país donde el fútbol soccer es casi religión, nunca había tenido tanto éxito.

La Selección nacional de fútbol soccer, en una tierra donde el basquetbol usualmente pasa desapercibido, todavía coquetea con el inminente prospecto incomprensible de perderse la siguiente Copa del Mundo.

Entonces, sí, 2013 está destinado para ser recordado como el más año más alocado del deporte mexicano, donde las cosas estuvieron de cabeza.

Esa es la conclusión inevitable, realmente, no importa lo que ocurra en el día final de las eliminatorias de CONCACAF para el torneo cuatrienal del fútbol soccer.

Ustedes tienen a la institución deportiva certificable de México, universalmente conocida al sur de la frontera con Estados Unidos como El Tri, necesitando una victoria la noche del martes en Costa Rica para asegurar que tendrá una última oportunidad para ganarse un boleto a la Copa del Mundo 2014, llegando por la puerta de atrás mediante un repechaje a visita recíproca contra Nueva Zelanda.

Y luego tienen al renacido programa de basquetbol en México, hazmerreir durante décadas, todavía disfrutando en el inesperado brillo producto de un campeonato en el torneo FIBA Américas que enviará a Gustavo Ayón y compañía a la versión basquetbolera de la Copa del Mundo el próximo verano en España, por primera vez desde 1974.

"Es bastante difícil de creer", dijo Eduardo Nájera, coach de los Texas Legends de la Liga de Desarrollo y, hasta la fecha, la única exportación mexicana en el basquetbol que fue reclutado por un equipo NBA vía el draft.

Aquellos que siguen y narran las suertes deportivas de México han estado impactados desde septiembre en la forma como describe Nájera. Ahí fue cuando el inesperado equipo mexicano de basquetbol comenzó su camino de fantasía en el FIBA Américas en Venezuela, justo cuando el equipo de fútbol se despedazaba al punto de que una imperdonable derrota en casa ante Honduras en el afamado Estadio Azteca derivó en el despido del técnico José Manuel "Chepo" de la Torre.

Nájera estaba reunido con amigos y familia frente al televisor la noche del viernes cuando Raúl Jiménez, quien había entrado de cambio, mantuvo vivas las esperanzas de su país para llegar a Brasil, con una mágica chilena en los últimos minutos ante Panamá, que todavía resulta difícil de creer. Incluso con la combinación perfecta de resultados el martes por la noche -en donde en el caso de México significaría una victoria en Costa Rica, combinada con una derrota de Honduras como visitante ante el sotanero Jamaica, que ya no pelea por nada- no se puede borrar lo que las estrellas mexicanas del fútbol soccer han tenido que lidiar en el último mes, cuando recibieron de forma repetitiva una pregunta sin precedentes por parte de sus múltiples críticos en casa:

¿Por qué no pueden ser ustedes más como el equipo de básquetbol?

La prensa de México no acogió totalmente a sus recién descubiertos héroes sobre la duela, negándose a enviar reporteros a Venezuela para cubrir a las cenicientas de la FIBA, incluso cuando el torneo avanzaba a las rondas finales. Pero muchos medios estuvieron contentos de usar el primer éxito de este deporte en más de 30 años, al igual que la estrategia de "primero el equipo" que la inició, como ejemplos mordaces para lanzar en los rostros de los futbolistas, y atacar los niveles cuestionables de trabajo en equipo y unidad mostrados durante el reinado del "Chepo" De la Torre.

"Eso es algo de lo que la prensa se aprovechó", dijo Ayón, quien comenzará su primera temporada con los Atlanta Hawks. "Ellos dijeron muchas cosas buenas de nosotros, pero también dijeron muchas cosas negativas de ellos. La comparación es injusta, por el simple hecho de que el equipo de basquetbol sea exitoso actualmente. La Selección de fútbol soccer ganó la medalla olímpica de oro en Londres y eran considerados como los mejores. Ahora, ellos están batallando para calificar a la Copa del Mundo y repentinamente son lo peor de este mundo. No... no puede ser así.

"Como jugadores, no estuvimos de acuerdo con esa noción. Así que decimos que todo lo que habláramos en la prensa sería para apoyar al Tri, porque, al final, todos representamos a México".

Es una postura humilde que solamente parece fortalecer la creciente importancia de Ayón luego de un verano de éxito en términos de su perfil en su país de origen. Nacido en la diminuta comunidad de Zapotán, en el Occidente de México, Ayón afirma que creció sin ver "nada" de la NBA y que solamente adoptó al argentino Luis Scola como modelo a seguir luego de que comenzó en este deporte durante su adolescencia.

Poco más de una década después, Ayón ha emergido como una adición que marcó el cambio en la Selección Mexicana que finalizó en un promisorio segundo lugar en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, venciendo en la semifinal a un equipo de Estados Unidos compuesto totalmente por jugadores de la D-League. El gigante de 6 pies 10 pulgadas, quien llegó a la NBA con Nueva Orleans durante la campaña 2011-12, como la única figura en el roster mexicano elogiado por no tener una pizca de egoísmo y por su química, terminó promediando 17.5 puntos y 9.2 rebotes, siendo nombrado como el Jugador Más Valioso del FIBA Américas.

"Él fue un monstruo", dijo el base Paul Stoll, uno de cinco jugadores nacidos en Estados Unidos que conformaron el roster que México llevó a Venezuela.

Pero Ayón no fue el único que ha convertido a México en un peligro creciente. El coach Sergio Valdeolmillos, importado de España, ha intentado integrar un equipo con prioridad a la defensiva desde su llegada en 2011, estableciendo un nivel de cohesión que Nájera, actualmente con 37 años, envidia abiertamente.

"Por mi edad, ya no es posible, pero deseo haber sido parte de algo como eso", afirma Nájera. "Todo aquel que ha jugado en una competición de FIBA sabe que esos torneos son realmente duros. Muchos partidos, día tras día, pero Valdeolmillos ha construido un equipo muy bien balanceado con muchos tiradores y un verdadero líder en Ayón".

Álvaro Martín, comentarista de ESPN Deportes y quien trabajó muchos de los partidos del FIBA Américas el mes pasado en Caracas, dijo: "Durante mucho tiempo, he estado diciendo que México es el gigante dormido de nuestro hemisferio, y finalmente pusieron las cosas en orden. El deporte ha sido representado de una forma increíblemente deficiente en el mundo de la prensa y los patrocinadores, pero también ha habido factores que complican... peleas increíbles entre varios grupos que quieren controlar al equipo. Así que ha sido este terrible coctel compuesto por la falta de exposición y peleas federativas. Pero Valdeolmillos ha sido alguien que ha marcado una tremenda diferencia.

"Jesús Mena Campos, máxima autoridad del deporte en México, le dio completa libertad para dirigir al equipo como él quisiera. Y Valdeolmillos dijo: 'Tengo un sistema. Tengo una visión. O se alinean o se marchan'. Él hizo trabajo de scouteo con jugadores como Jorge Gutiérrez (Cal) y Héctor Hernández (Fresno State) -mexicanos que se fueron a Estados Unidos para jugar en la universidad- y méxico-americanos como Jovan Harris, Lorenzo Mata y Paul Stoll. Fue un paso enorme. En el basquetbol mexicano, fue un gran despegue".

Pablo Viruega, quien cubre basquetbol y fútbol soccer para ESPN Deportes: "La clave del éxito fue que esta fue la primera vez que todos los jugadores creían en ellos mismos y en el staff, algo que no ocurría en el pasado".

La aceptación de los mexicanos naturalizados no fue inmediata. Stoll dice que él no ha olvidado que en los primeros días vistiendo los colores de México hace algunos años, él y otros elementos nacidos en Estados Unidos eran rutinariamente menospreciados con el nombre de pochos, y que había reclamaciones para que el equipo usara "mexicanos verdaderos". Tampoco se puede negar, en términos de los equipos participantes en el FIBA Américas, que Argentina y especialmente Brasil -bien establecidas como las naciones más fuertes en basquetbol de la región después de Estados Unidos- mandaron equipos débiles de Venezuela. (Brasil, de hecho, integró un equipo sin representación NBA y terminó sin victorias en su breve estancia de cuatro partidos en Caracas, aparentemente convencido de que recibiría una invitación especial para la Copa del Mundo FIBA 2014 en España, por su posición a nivel mundial, independientemente de lo que ocurriera en este evento).

Tampoco se pude olvidar que, de hecho, México no calificó originalmente para el FIBA Américas, y que obtuvo su pase como invitado luego de que Panamá fuera suspendido indefinidamente de toda competencia internacional, producto del caos que reinaba en su federación de básquetbol.

Pero, tras perder ante Canadá, México hilvanó cuatro victorias y llegó a la final del FIBA Américas, donde se topó ante un Puerto Rico en su máxima potencia. Confrontado por jugadores más experimentados como J.J. Barea, Carlos Arroyo, Renaldo Balkman y el eternamente joven Daniel Santiago, México logró imponerse 91-89 en un emocionante partido, incluso luego que Valdeolmillos fue expulsado.

"Así de bueno fue el trabajo que hizo", dijo Martín. "Ellos no lo necesitaron. Lo que la gente pensaba que Canadá (un equipo que siempre mejora) haría, México lo hizo".

Gutiérrez jugó lo suficientemente bien en el escenario del FIBA Américas para ganarse una invitación al campamento de entrenamiento de los Brooklyn Nets, donde ha impresionado con su fortaleza y defensiva.

Mientras tanto, el reto inmediato para Ayón es recuperarse luego de haber sufrido una lesión en el hombro durante el primer partido de pretemporada de Atlanta, que lo dejó fuera de acción hasta por ocho semanas. Quedarse atrás con su nuevo equipo es lo último que Ayón, de 28 años, quería, ya que intenta usar su éxito en el FIBA Américas como una plataforma para finalmente establecerse como jugador de rotación en un mundo NBA que es mucho más atlético.

No es momento ahora para preocuparse de que México mantenga su primera explosión de fuerza basquetbolera en la era moderna. Ayón es apenas el tercer mexicano que juega en un partido de campaña regular en la NBA, junto a Nájera y a Horacio Llamas -con los Phoenix Suns- y sabe que es una temporada clave en sus intentos para mantenerse en la liga tras estancias cortas con Nueva Orleans, Orlando y Milwaukee.

"Lo disfrutamos (el paso en Caracas)", dijo Ayón, "y lo más importante es que quizá sentamos un precedente para el basquetbol mexicano. Pero ahorita, solamente pienso en la NBA".

Pero para la comunidad internacional de basquetbol, el surgimiento de México a niveles prominentes sigue siendo un tema irresistible, especialmente dada la desesperación que ha asfixiado al fútbol mexicano esencialmente al mismo tiempo.

"Ahora viene una nueva prueba para el basquetbol mexicano" señala Martín. "¿Pueden lidiar con el éxito? Usualmente, estas peleas federativas se intensifican cuando hay más dinero a distribuir. ¿Pueden dejarlos en paz?"

El valeroso Stoll volvió del FIBA Américas insistiendo que el primer campeonato grande en la historia del basquetbol mexicano no era la mayor sorpresa del 2013. Luego de jugar junto a Gal Mekel, novato de los Dallas Mavericks, en el Maccabi Haifa, que en junio se convirtió apenas en el cuarto equipo en los últimos 59 años que evita que el poderoso Maccabi Tel Aviv se corone en Israel, Stoll señala que la victoria del Haifa fue una historia fantástica más grande.

"México se encendió en el momento correcto, pero teníamos mucha confianza luego que jugamos partidos de preparación ante Brasil y Argentina (previamente ese verano) y aguantamos, pese a que nos faltaban algunos elementos", dijo Stoll. "La meta en Venezuela era calificar a la Copa del Mundo, pero una vez que estuvimos entre los cuatro primeros y lo habíamos logrado, cambiamos nuestra meta a 'Ganemos el torneo'.

"Ha sido un proceso, pero no solamente de este año. Tenemos un núcleo de jugadores que ha estado junto durante un tiempo. Desde los Panamericanos 2011, ha sido la discusión de nuestro equipo: 'Tenemos que cambiar la mentalidad y la forma en cómo se ve el basquetbol en México. Debemos poner a México en el mapa como país de basquetbol. Intentemos cambiar la forma en cómo la gente piensa acerca de México'".

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