MIAMI -- Ni el más experto guionista de Hollywood hubiera podido escribir el libreto de lo vivido en la última fecha de las eliminatorias al Mundial de Futbol y fundamentalmente en la zona de la Concacaf.
La película para México, sin duda, fue de Terror con la más alta dosis de suspenso y un desenlace digno de premio en donde el protagonista principal de los últimos años se convierte en el salvador de la tragedia.
Sí. El equipo de Estados Unidos que dio de sí todo en la cancha del Romel Fernández de Panamá logro en sólo cuatro minutos del cierre, voltear el resultado a su favor y de paso tirarle un último flotador a la selección de México que caía a esa misma hora por un acantilado que lo dejaba de la gran cita orbital del deporte.
Es el fenómeno llamado futbol que, este 15 de octubre, tomó el planeta deteniendo corazones en tres de sus cinco continentes. Asia ya había hecho su tarea, África ve con angustia como Egipto se derrumba ante Ghana y en Europa Rusia, Bosnia Herzegovina, Inglaterra y España se unieron a las ya clasificadas Bélgica, Italia, Alemania, Holanda y Suiza.
Europa es el primer mundo del futbol, pero allí dos grandes como Francia y Portugal también deben esperar el último recurso de la repesca para poder salvar su camino con destino a Brasil 2014.
Sudamérica añadió a Ecuador y Chile en un partido vibrante en el que el resultado con Chile vencedor por 2 a 1 y la combinación corta de Uruguay ante Argentina dejó clasificados a Chilenos y Ecuatorianos que se suman a Argentina y Colombia quedando los "charrúas" también en el angustioso punto de espera que será enfrentar a la exótica Jordania en partidos de ida y vuelta.
Pero lo cinematográfico lo vivimos en la Concacaf, aquí en donde el futbol sigue indicándole a México que la grandeza deportiva no llega por volumen ni se cuenta con dinero. Otra lección de futbol y humildad para un tricolor aporreado anímicamente que no encuentra respuestas y ya no tiene confianza ni autoestima.
México cayó ante Costa Rica y salvó su curso, por ahora, gracias a la Selección de Estados Unidos que en Panamá venció a los Canaleros y así la aritmética volvió a vestirse de verde para salvar al Tri de la catástrofe.
En la cancha, México fue un equipo sin propuestas y sin respuestas. Con jugadores que no parecen saber lo que quieren y menos poder hacer lo que deben. El sistema de México no existe y termina por delegar su creatividad en un volante de ida y vuelta como Peña que no está establecido en el equipo para ello. Sus más emblemáticos en el pasado reciente son "zombis" perdidos en el terreno que no suman como equipo y tampoco aparecen cuando las circunstancias apremian. Vucetich luce impotente, casi pasivo o casi incrédulo ante el desacierto de sus jugadores y el extravío que muestran en el terreno. Por ello los goles caen en contra por los "ticos" y solo el coraje de Peralta en una jugada de rebote le daba al Tri algo de esperanza en medio de la angustia.
Por ello, el partido para México parecía más un guión de terror que un encuentro deportivo. Siguieron apareciendo en escena los fantasmas. Errores, malas entregas, líneas con espacio para el rival, poca técnica, desconfianza, desacierto y el inevitable gol de Saborío a servicio de Novoa cuando, Zavala en la mitad de quite y Torres Nilo en la marca izquierda, entonaban un himno a la ausencia para que creciera Costa Rica.
Los goles de Panamá en el istmo eran otra escena ausente del pánico que se vivía en el futbol de México, hasta que emerge omnipresente Steven Spielberg y dicta cuatro líneas que interpreta el equipo de Klinsmann para ponerse el traje de héroe y salvar al vecino de su desastre.
De cine y de terror fue el final del día para México que a pesar de sus horrores es increíble que aún tenga vida pensando en el Mundial. Ahora el horizonte espera a Nueva Zelanda, un rival que hace días mira con comodidad lo que sucede en las filas del Tri y merodea por estos lares queriendo prepararse.
¿Habrá que escribir un nuevo guión? Lo sabremos a mediados de noviembre con un México que parece apuesta por seguir manteniendo el cuerpo técnico de Vucetich y creo lo hace bien. Un nuevo cambio sería más volver a empezar cuando se necesita es acortar la ruta. Sólo queda una terrible inquietud y es si esta es la realidad del futbol mexicano que desde su Liga MX se vende grande con base en el futbolista extranjero.