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La dictadura del América

MIAMI -- Es definitivamente cierto que los remedios de la Selección Mexicana deben ser para ya y no hay manera de manejar tiempos para analizar las decisiones que se toman en torno al Tri en su urgencia por hallar los dos resultados claves que lo lleven a Brasil 2014, pero algo si quedó en evidencia en este presente de crisis que vive la Federación Mexicana de Fútbol.

América, o mejor dicho, su propietario, es el dueño del Fútbol de México e hizo sentir todo su riguroso poder en las decisiones de la última semana. Pasando por encima de varios "colegas" suyos que tenían opiniones diferentes de cómo manejar la situación límite a la que llegó la selección. Sé bien que Pachuca, León y Monterrey se oponían a esta "movida".

Quien manda en el Fútbol de México se llama Emilio Azcárraga Jean y en esta ocasión no le tembló la mano al empresario para tomar decisiones que a esta hora algunos cuestionan tratando de generar algo de oposición democrática en medio de la dictatorial medida. El Tuca, por ejemplo, levantó la mano y hasta disculpó a Vela, quien es tema de otra columna.

Pero, ¿Cuáles son las dos aristas del tema? Si se recurría nuevamente a la "democracia participativa" de todos los dueños, se iban a gastar muchas horas de deliberaciones y la única en salir perdiendo era la selección que hubiese estado sin timón por lo menos una semana más teniendo en cuenta que tanto Azcárraga como Vergara no estaban de acuerdo con la continuidad de Vucetich.

Azcárraga, desde el poder, y Vergara, desde la frialdad numérica de empresario, entiendo se comunicaron una vez terminado el partido ante Costa Rica y ahí mismo empezaron los movimientos que desembocaron en la caída estrepitosa e irrespetuosa de Víctor Manuel Vucetich.

Lo futbolístico es otro tema, más allá de lo visceral de las decisiones de los dos grandes directivos del fútbol mexicano y es que el rendimiento del Tri en los dos partidos ante Panamá y Costa Rica fue peor que lo que el equipo había mostrado en la funesta era del "Chepo" de la Torre. Vucetich es un técnico respetable y con su vitrina llena de títulos, copas y diplomas, pero su error fue haber aceptado los términos en los que se le ofreció la Selección.

En dos partidos no se puede evaluar el rendimiento y la capacidad de un técnico, pero la situación límite del Tri hubiera obligado a jugar diferente o al menos cambiarle la mentalidad al jugador que en su natural bloqueo mental dio tristeza, especialmente en los últimos 15 minutos ante los Ticos y ahí juega mucho el discurso previo del técnico. No lo alaridos que muchos reclaman se den desde la zona técnica. No. Lo que importa en ellos es el mensaje y el trabajo que el equipo exprese en la cancha.

A rey muerto, rey puesto... Y en medio del maremágnum llegó Herrera, quien apoyado sin culpa en la dictadura del América, convocó muchos "descontaminados" que sin duda serán titulares en los juegos ante Nueva Zelanda, apoyado en su equipo como base para respetar figura táctica y rendimiento en cancha aprovechando el trabajo de dos años con el América.

La selección está casi cantada de memoria a pesar de ser nueva la convocatoria y esto genera al menos un alivio desde la propuesta de fútbol que ojalá se traduzca en resultados para alcanzar el objetivo de llegar a Brasil.

La otra arista del tema es el peligroso manejo político del fútbol mexicano que quedó en evidencia con esta decisión. América o Azcárraga dieron un golpe a la mesa y apoyados en Chivas y Vergara decidieron de un plumazo cómo se va a manejar el fútbol de aquí en adelante.

Justino Compeán y González Iñárritu no se han ido, porque por ahora "el gran dueño" requiere apellidos que den la cara, pero es casi seguro que clasificando o no al Mundial, la alta cúpula de dirigentes también tendrá su remezón y a pesar de los millones traídos a la mesa, este "sustico" de ahora no lo quiere volver a vivir quien manda en el fútbol azteca.