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Los dueños del fútbol

CIUDAD DE MÉXICO -- "Fútbol de otra galaxia", "reencarnación de la Naranja Mecánica", "no se puede jugar mejor", "salvaron a este deporte". Estas sos sólo algunas de las cosas que se dijeron sobre la Selección de Dinamarca durante la primera fase de la Copa del Mundo 1986. El conjunto liderado por Michael Laudrup maravilló a todos y pese a la eliminación en octavos de final, dejó una marca imborrable en México.

El Seleccionado danés llegó a su primer Mundial tras superar a Unión Soviética, Suiza, Irlanda y Noruega en las Eliminatorias. La Dinamita danesa ya había dado que hablar en 1984, cuando accedió a las semifinales de la Eurocopa de Francia, a la cual había clasificado después de derrotar a Inglaterra en Wembley, ni más ni menos. Desde ese momento, todo el continente comenzó a mirar con otros ojos al combinado del norte que gracias a una generación extraordinaria se hizo grande de un día para otro.

El entrenador Sepp Piontek logró formar una estructura que hizo recordar al fútbol total de la Naranja Mecánica como nunca antes. Los argumentos que siguió el conjunto danés fueron los mismos que hicieron posible la revolución holandesa de los setenta: movilidad constante, despliegue absoluto y toque preciso. Aunque no tenía un fuera de serie como Johan Cruyff, la conciencia de equipo era la misma que la aquel plantel maravilloso que condujo Rinus Michels.

El diario español La Vanguardia así describió el estilo de juego danés: "Se trata de un fútbol par relevos, con desdeblamiento constante de sus jugadores y de un marcado sentido atacante sostenido por notables cualidades técnicas en todos sus interpretes. En lugar de rotaciones, los jugadores daneses ejecutan sus relevos en vertical, es decir, hacia adelante y hacia atrás. Así, Lerby y Laudrup operan generalmente por la izquierda y Arnesen y Bertelsen por la derecha. Su estilo es, sin embargo, envolvente. Controlan el balón en el centro del campo y lo mueven hasta descubrir el agujero en la defensa contraria, Entonces ejecutan la jugada de gol con enorme rapidez, al primer toque y con una precisión sublime".

A diferencia de otros grandes Seleccionados de la historia, la mayoría de los talentos de esta Dinamarca jugaban fuera de su país, sobre todo en Italia. Por ejemplo, las dos figuras ofensivas, Preben Elkjær-Larsen y Michael Laudrup, lo hacían en Hellas Verona y Juventus respectivamente. Además, el líder espiritual del equipo, el líbero Morten Olsen, lo hacía en Anderlecht de Bélgica y el patrón del mediocampo, Jesper Olsen, en Manchester United.

Después del triunfo 1-0 sobre Escocia con gol de Larsen en el debut, llegó la más brillante actuación de cualquier equipo en este Mundial. Dinamarca le marcó seis goles a Uruguay, pero podrían haber sido diez. La superioridad fue abrumadora, los europeos hicieron el partido perfecto frente a una Celeste que llegaba a México esperanzada en hacer una buena campaña. Larsen (3), Lerby, Laudrup y Olsen convirtieron los goles de un conjunto lujoso, que se llenó de elogios tras esta goleada histórica.

En el tercer duelo de la primera fase, la Dinamita roja rindió el último examen para graduarse de gran candidato. Derrotó por 2-0 con tantos de Olsen y Eriksen a Alemania Federal y se clasificó en el primer lugar del llamado "grupo de la muerte". Según los medios de prensa, el conjunto dirigido por Piontek fue el único que le escapó a "la especulacion con los resultados, la violencia y malos modos" en la ronda inicial del campeonato. "Los discípulos de Piontek han especulado con nada y se han entregado desde el primer día al límite de sus posibilidades, como el propio entrenador ha reconocido", afirmaron enviados especiales del diario La Vanguardia antes de los octavos de final.

Como ha pasado una y otra vez en las Copas del Mundo, la Selección que mejor fútbol practicó se despidió demasiado rápido. Sí, al igual que Austria en 1934, Hungría en 1954, Holanda en 1974 y Brasil en 1982, Dinamarca quedó eliminada mucho antes de lo que merecía. En octavos de final sufrió a un extraordinario Emilio Butragueño y España le ganó 5-1, con cuatro goles del artillero de Real Madrid. Fue, quizas, la gran sorpresa del torneo, ya que nadie esperaba que el estupendo combinado danés se despidiera después de semejante humillación.

"Nunca habíamos metido cinco goles en un partido de fase final del Mundial, pero la importancia no está en esos cinco goles, si no en habérselos marcado a un rival tan extraordinari6 como Dinamarca, que había impresionado a todo el mundo en tres partidos", afirmó el entrenador español Miguel Muñoz tras el triunfo de la Roja. Por su parte, Frank Arnesen declaró: "Pecamos de soberbia. ¿De que sirvió el show danés si ahora tenemos que irnos? Creímos que llegaríamos muy lelos pero España nos paró en seco. Yo hubiera preterido hacer un fútbol menos vistoso y llegar a la final".

La derrota no podrá borrar todo el fútbol desplegado en los primeros tres partidos. Tampoco podrá borrarse el cariño que se ganaron los daneses durante el torneo, que fue coronado con una gran fiesta el día del choque con España. En su primera experiencia mundialista, la Dinamita roja fue el Seleccionado que mejor fútbol desplegó. Nadie podrá quitarle eso a los talentosos daneses.