BUENOS AIRES -- No caben dudas, queridos lectores, Independiente es un gran, es un equipo que, aunque esté en las malas, entusiasma, ilusiona, carga sobre sus espaldas una historia gloriosa y le cuesta horrores convivir con este presente negativo.
No debe haber hinchas más fieles que los del Rojo. En las malas hacen el aguante, acompañan siempre sabiendo que cada entrada al estadio puede ser un dolor de cabeza. Pero el equipo no aparece. O aparece por momentos.
De Felippe es uno de los mejores técnicos. Le cambió la cara a Independiente y está claro que el equipo mejoró y mucho. Sin embargo, todos los hinchas se preguntan lo mismo ¿por qué tanta irregularidad? ¿Cómo se puede ganar y perder de la misma forma?
Solo queda resignarse y esperar a que el tiempo pase y el equipo absorba los conceptos. Mientras esto sucede, el hincha sufre, se vuelve loco, se come hasta las cutículas.
Y vi el último partido contra Unión con un par de amigos hinchas del Diablo.
"Cucu, no tomamos a nadie, los jugadores del mediocampo se olvidaron de marcar. Entonces los de Union llegan con más gente y pelota dominada. Así es fácil ganarnos", me dice Atahualpa Leguizamón, fanático del Rojo. Atahualpa no va más a la cancha porque le detectaron un soplo en el corazón e ir a ver al Rojo es cuestión de vida o muerte, en su caso.
Mientras Atahualpa se toca el corazón y mira su reloj cada vez que el equipo de Sava ataca, mi otro amigo, Celedonio Gonzales me comenta con un vaso de cerveza en la boca: "Cucu, no podemos seguir así, vamos a descender a la B o a la C. Hay que mejorar y mucho. Unión no tiene un gran equipo, pero ya ves, los jugadores no se asocian y terminan bailándonos".
En ese momento llegó el empate de Unión y esto señala lo mal que marca y juega el equipo de Avellaneda. "No puede ser Cucu, me dice Atahualpa. El gol que nos hacen es de principiantes. Nadie marca a Palacio que tira el centro y nadie lo marca. ¡Nadie lo marca! ¡Nos cabecean en el área chica!"
Así de fácil y complejo puede ser el fútbol, queridos hinchas. Una jugada individual con un buen centro puede terminar en gol.
Unión es más, juega mejor y ya no vale la pena seguir escribiendo sobre lo mismo. Independiente de Avellaneda tiene que recuperar su juego, tiene que encontrar la fidelidad a la altura de su historia. Este no es el camino.
Un empate que suena a derrota total y un alivio de que haya sido un empate. Se ganó un punto cuando en realidad se perdió en todos lados. Independiente continúa su duro camino en la B, y nadie se atreve a dar un pronóstico sobre su futuro.