Andre Ward aseguró que la larga ausencia de los cuadriláteros le sirvió para enfocar su carrera.
El actual campeón súper mediano de la Asociación Mundial de Boxeo regresará al ring el 16 de noviembre ante Edwin Rodríguez tras 14 meses de inactividad.
"Esto me dio un hambre gigante y me hizo madurar como hombre", resaltó.
El apodado 'Hijo de Dios' dijo que se encuentra totalmente recuperado de la operación en su hombro derecho y dio a entender que el público, y su rival, notarán la diferencia.
"Esta es una lesión vieja, que tenía desde hace muchos años", resaltó. "Antes de la pelea con Kelly Pavlik los doctores dijeron que era hora de arreglarla. Ahora tengo poder en la mano derecho que no tenía antes. Está más fuerte y poderosa".
Ward dijo no estar preocupado por el posible 'oxido' que conlleva una ausencia tan larga, y le dio crédito a su ética de trabajo.
Además, el californiano no quiso poner excusas, y decidió verle el lado positivo a la lesión.
"Ha sido difícil por muchas razones pero eso es parte del camino", explicó. "Si vez a muchos de los campeones, todos tuvieron problemas que debieron superar. No solo de lesiones sino en sus vidas".
De cara a su enfrentamiento con el dominicano Rodríguez, Ward dijo que la clave pasará por adaptarse a lo que el flujo de la pelea dicte.
"He estado en este deporte durante casi 20 años y he peleado con todo tipo de boxeadores", dijo. "Es cuestión de hacer ajustes porque lo que se ve en video puede cambiar. El que haga mejor los ajustes cuando se enciendan las luces y bajo la presión [ganará]. Estoy preparado para hacer eso la noche de la pelea".
Ward dijo estar a punto y prácticamente sobre el peso pactado.
"Vengo de hacer 14 rounds de sparring ante cuatro peleadores diferentes", contó. "Estaba en 172 libras la semana pasada. Podría pelear hoy mismo pero si quieres ser perfecto entonces siempre debes creer que hay trabajo por hacer aún".