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BRISTOL -- Predecir los contendientes al Super Bowl durante una temporada como ésta, es como caminar en un campo minado de equivocaciones potenciales. Los juegos son muy cerrados, los mariscales son muy buenos en el último cuarto y las lesiones han tenido un mayor impacto en las plantillas que nunca antes.  Un vistazo a la superficie de los playoffs en la NFC el año pasado nos dará un poco de luz al asunto. En una victoria de comodín sobre Washington, los Seahawks perdieron a su mejor caza mariscales, Chris Clemons, por lesión de LCA. Luego que Seattle tomó la ventaja 28-27 en el último minuto de su juego de segundo ronda, la ausencia de Clemons afectó específicamente, al tiempo que Matt Ryan llevó a los Falcons 41 yardas en tres jugadas y 28 segundos para perfilar el gol de campo ganador. En el juego de campeonato de la NFC, John Abraham, el mejor artista de capturas en Atlanta, sucumbió finalmente a una lesión de tobillo que llevaba acarreando por semanas. Colin Kaepernick puso a los 49ers al frente, pero Ryan activó su magia hacia el final del encuentro otra vez. Llegó a la yarda 10 de los 49ers antes de dislocarse el hombro izquierdo y después no conectó con el ala cerrada Tony Gonzalez en zona de anotación. En el Super Bowl, los 49ers estaban muy abajo antes de encarrerarse y quedar cerca de los Ravens tras el infame apagón. Traten de hallar confianza en elegir su favorito al Super Bowl a sabiendas de la realidad de la NFL actualmente. Un vistazo a los problemas de Atlanta, Baltimore, Houston, Minnesota y Washington --todos equipos de postemporada en el 2012-- muestra la dificultad de hacer un pronóstico. Rayos, Atlanta era mi selección de Super Bowl por la NFC de cara a la temporada. Ahora, los Falcons podrían estar reclutando en el Top 10 pese a contar con Ryan en controles. El número de juegos perdidos por lesión y suspensión se ha incrementado a lo largo de la liga, pero la profundidad es poca debido al tope salarial. Los reemplazos en las calles son fantasmas. Los Falcons tuvieron a cinco titulares lesionados en la Semana 3 y vieron sus esperanzas de Super Bowl fracturadas. La lesión que termina con el año de Julio Jones dos semanas después, selló el trato. Basado en lo que hemos visto durante las primeras nueve semanas de la campaña y las proyecciones para la segunda mitad, predigo que los Denver Broncos y los Seattle Seahawks se enfrentarán en el Super Bowl XLVIII. Voy con los Seahawks y los Broncos porque creo en que tienen las mejores oportunidades de asegurar ventaja de local de cara al gran partido, y jugar en esos dos estadios podría ser la garantía de los boletos al MetLife Stadium. Ahora, examinemos el argumento para cada escuadra junto con los equipos que podrían tropezarlos.  Por qué va llegar Seattle al Super Bowl Los Seahawks tienen el 5° calendario más fácil de la liga --sus oponentes tienen un porcentaje de victorias combinado para .421-- lo que deberá permitirles navegar como uno de los sembrados más altos. Tratar de vencer a los Seahawks en dos partidos de playoffs en el CenturyLink Field será extremadamente difícil. Los New Orleans Saints lo descubrieron hace un par de años. El 12° Hombre hizo tanto ruido cuando Marshawn Lynch se escapó para un touchdown largo, que se registró un temblor pequeño en la escala de Richter. El ruido en ese estadio causa salidas en falso y errores para los ofensivas opuestas, lo que brinda a la ola de caza mariscales de Seattle una ventaja. En el campo, los Seahawks tienen una fórmula probada para el éxito. Los Seahawks ganan al jugar una gran defensiva, corriendo bien el balón y dejando a Russell Wilson improvisar cuando es necesario para hacer jugadas ganadoras en el último período. Wilson gana con su mente y piernas. Al igual que muchos equipos, no obstante, los Seahawks tienen sus vulnerabilidades. Se han visto vencibles en las últimas semanas. Necesitaron una detención de línea de gol para ganarle a los Rams en los últimos segundos de la Semana 8, y los Buccaneers, que no han ganado, les sacaron una ventaja de 21-0 en el CenturyLink Field antes que Wilson se escabullera alrededor para sacar una victoria de tiempo extra el domingo. En semanas recientes, la línea ofensiva ha sido un gran problema. Russell Okung está en reservas lesionados provisionalmente y el tackle derecho Breno Giacomini lleva cuatro semanas fuera por rodilla. Ambos deberían volver para el último sendero, y podemos añadir al receptor Percy Harvin en esa lista también. Una gran diferencia en el juego de Seattle esta temporada ha sido la habilidad de sacar triunfos como visitante, remediando un problema histórico de este equipo. En un esfuerzo por combatir el pobre nivel de su equipo cuando viajaban a la Costa Este, Pete Carroll programó prácticas de campamento a las 10:00 horas PT. Los resultados han sido favorables al tiempo que Seattle ha proclamado victorias tempranas en Carolina y Houston. De cara a sus últimos tres duelos de gira, los Seahawks están 4-1 fuera de casa. Si los Seahawks pueden terminar 5-3 o 6-2 de visitante, tienen una gran posibilidad de cerrar con 13 o 14 victorias por su habilidad de dominar en casa. Hay otros dos factores que me dan confianza en Seattle. Primero, Wilson. Pese a su edad tienen la habilidad de tomar control de los partidos en el último período aún con el equipo abajo en el marcador. Él y Andrew Luck son los dos mejores pasadores para revertir desventajas que han llegado a la NFL en décadas, con Luck registrando 11 remontadas en su primera temporada y media; dos más que las nueve de Wilson. El gerente general John Schneider atendió un segundo problema al añadir más opciones caza mariscales en la temporada baja. Con regularidad el año pasado, Wilson tomaba una ventaja de último cuarto, sólo para ver a su defensiva malgastarla. Schneider y Carroll rectificaron el asunto al sumar a Cliff Avril y Michael Bennett a la línea defensiva y moviendo al veloz Bruce Irvin, recluta de primera ronda, como apoyador externo. La carrera en la NFC es por la ventaja en casa, y los Seahawks tienen la mayor cantidad de caballos para ganarla. Por qué va llegar Denver al Super Bowl
Sé que Baltimore venció a los Broncos en tiempo extra de cara al Super Bowl pasado, pero esta vez, no parece que los Broncos vayan a permitir un pase de touchdown de 70 yardas en el último minuto. Además, Peyton Manning está teniendo una de las mejores temporadas para un mariscal de campo en la historia de la NFL. Para aquellos que cuestionan a Manning, quien tiene un historial negativo en postemporada, John Elway y John Fox lo prepararon bien para el maratón de Super Bowl. La habilidad de Manning para lanzar el pase largo ya desapareció, y la edad está mermando su movilidad. Eso está bien, porque los Broncos están cargados de receptores abiertos. Las yardas después de la recepción suelen dictar lo que pasa en los partidos de los Broncos. Durante las primeras cinco semanas de la temporada, los Broncos promediaron 185.6 yardas después de la atrapada y 46 puntos por partido. En las siguientes dos, los números cayeron a un promedio de 115.5 con el despliegue de puntos cayendo a 34.5.  Las YAC (yardas después de la recepción) regresaron contra los Redskins en la Semana 8. Los Broncos explotaron para 254 yardas tras la atrapada, y registraron 45 puntos. En caso de lesión, los Broncos tienen suficientes opciones para sobrevivir y prosperar. Si Wes Welker queda fuera un par de semanas, Eric Decker puede moverse a la ranura. Gracias a sus antiguas habilidades de básquetbol, Julius Thomas se está convirtiendo en un ala cerrada líder. Pero si algo le pasa, Manning aún cuenta con Jacob Tamme y Joel Dreessen. El único receptor que los Broncos no se pueden dar el lujo de perder es Demaryius Thomas. El juego terrestre de los Broncos, con el trío de Knowshon Moreno, el novato Montee Ball y Ronnie Hillman, es lo suficientemente bueno para mantener honestas a las defensivas. Todos sabemos que los pases de Manning se desinflan un poco en clima frío. Pero siempre y cuando el cuerpo de receptores esté sano, Manning tiene las armas para regresar al Super Bowl. El camino se acaba de complicar para Denver, luego que Fox se sometió a cirugía de corazón, la cual lo marginará un mes mientras el coordinador defensivo Jack Del Rio se encarga como entrenador en jefe interino. Eso podría ser un problema porque la defensiva ha sufrido y necesitará la atención completa de Del Rio. No obstante, los Broncos tienen a Manning, y él puede arreglar las cosas al final de los partidos. Otra razón por la cual elegí a los Seahawks y Broncos, es la forma en que sus plantillas están construidas y cómo soportan las lesiones. Los Seahawks iniciaron la temporada sin sus tres caza mariscales líderes --Clemons, Avril e Irvin-- pero aun así lograron tener el mejor récord de la NFC. Los Broncos pasaron la mayor parte de la primera mitad del año sin Von Miller ni Champ Bailey. Ambos equipos perdieron a sus tackles izquierdo y derecho por buenas porciones de tiempo y han operado con centros reserva a causa de lesiones.  ¿Qué hay del resto?
Las lesiones han afectado negativamente a demasiadas ofensivas este año, diluyendo el campo de los retadores. Tom Brady entró a la temporada sin sus cinco mejores receptores del año pasado, y sus números han pagado el precio. Aunque los Patriots están 7-2, Brady ha completado únicamente el 57 por ciento de sus pases y sostenía un registro de dos touchdowns por juego hasta que Rob Gronkowski regresó al campo en la Semana 7. La temporada de los Falcons se fue a la basura en parte por la lesión de muslo de Steven Jackson, la de tobillo de Roddy White y sus problemas de la corva, y haber perdido a Jones toda la temporada. Finalmente, el JMV del Super Bowl, Joe Flacco, y la temporada de los Ravens, no es la misma sin Anquan Boldin y Dennis Pitta como objetivos. San Francisco apostó que podría sobrevivir a la primera mitad de la campaña sin Michael Crabtree ni Mario Manningham. Aunque los 49ers descansan en 6-2, los números aéreos de Kaepernick cayeron y el viaje a la banca de Kyle Williams demostró que no tienen a un receptor N° 2 detrás de Boldin. Pero, ¿qué pasa si los 49ers superan a Seattle en la NFC Oeste? Como se dieron cuenta la temporada pasada, los Seahawks tendrán dificultades para ganar tres juegos de gira para avanzar al Super Bowl. ¿Y los Broncos? Bueno, Kansas City tiene ventaja de 1.5 juegos en la AFC Oeste, pero visitan Denver el 17 de noviembre en lo que podría empatar las cosas. En el papel, no obstante, el resto del calendario es difícil para ambos. Los Broncos tienen el segundo calendario más difícil para cerrar con .644, mientras el de los Chiefs es de .593, tercero más complejo.  Cada equipo tiene cinco partidos restantes contra equipos divisionales, y las marcas en la AFC Oeste están infladas porque su división está 10-1 contra la NFC Este. Los Broncos y los Chiefs probablemente irán 4-2 o 5-1 en dichos enfrentamientos. El segundo lugar de la división probablemente será el 5° sembrado. En cuanto a los Chiefs, no tienen tanta profundidad ofensiva. Dwayne Bowe jugó contra los Browns en la Semana 7 con lesión de ingle y atrapó un pase para apenas 7 yardas. Si se ausenta un período extendido, Alex Smith y la ofensiva no será tan potente con Donnie Avery promovido como receptor N° 1. De todos modos, los Chiefs sufren con frecuencia para anotar. Ganan por el manejo de Andy Reid; una gran y agresiva defensa; y la habilidad de Smith para proteger el balón. El choque del 17 de noviembre nos mostrará mucho sobre los Chiefs. ¿Le pueden ganar a los Broncos en un tiroteo? ¿O es su defensiva lo suficientemente buena para limitar el juego en puntos? Junto con los 49ers y los Chiefs, aquí están los equipos con las mayores probabilidades de descarrilar a Denver y Seattle: Indianapolis: Si no elegía a Denver, estaba pensando en los Colts. En lo que va de la temporada, Luck los lideró sobre Denver, Seattle y San Francisco, y superaron un déficit de tres anotaciones en una victoria a Houston. Pero ganarle a Denver en el juego de Campeonato de la AFC, sería un gran obstáculo en su sendero. New England: Usualmente Brady es lo suficientemente bueno para llevar a los Patriots a una semilla Top 3, pero no pienso que tengan receptores consistentes en la postemporada. Además, la defensiva es vulnerable. New Orleans: El reencuentro de Sean Payton y Drew Brees es suficiente, por sí solo, para llevar a los Saints al Super Bowl esta temporada, pero si no consiguen la siembra N° 1, no creo que lo logren de gira. Cincinnati: Los Bengals tienen la profundidad para sobrevivir la cascada de lesiones esta temporada, pero en la forma que Andy Dalton ha jugado recientemente, ¿puede vencer a Brady o Manning de visita? Green Bay: La lesión de Aaron Rodgers lo dice todo. Los Packers aún pueden ganar la NFC Norte y recuperar a Rodgers en la postemporada, pero las derrotas sin él podrían mandarlos a una semilla N° 3 detrás de los Bears y los Lions en la división. Detroit: Los Lions pueden ganar la NFC Norte e incluso triunfar en postemporada, pero no sé si pueden ganar en San Francisco, Seattle o New Orleans en la siguiente ronda. Chicago: La victoria sobre Green Bay el lunes pone a los Bears en una gran posición para llegar a playoffs. Si está sano, tienen al mariscal para ganar en Jay Cutler, pero su defensiva es un riesgo y podría costarles la oportunidad de llegar al Super Bowl. Carolina: Los Panthers no tardaron en dar vuelta a la esquina y ya están en el acecho de los playoffs. Sólo pienso que ganar tres juegos de visita en postemporada, como equipo comodín, es demasiado que pedir. New York Jets: Llegar a los playoffs deberá salvar el puesto de Rex Ryan como entrenador en jefe, pero hay muchos signos de interrogación para que el equipo se considere una amenaza. Dallas: Probablemente los Cowboys ganen la NFC Este como equipo de 8-8 ó 9-7 . Eso los convierte en semilla N° 4 con sólo un partido en casa. Es difícil imaginar que pueden llegar al Super Bowl desde ese punto. En la pretemporada, los Broncos visitaron a los Seahawks, quienes dominaron el primer cuarto, pero Manning comenzó a mover el balón y a anotar en el segundo. Ver una versión del último cuarto de ese partido sería un festín.
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