Ignacio Serrano 10y

Adiós a Buddy Bailey

Oswaldo Guillén solía repetir, estando en su mejor momento con los Medias Blancas de Chicago, que no importaba cuántas veces pudiera ganar la Serie Mundial, pues igual llegaría el día en que sería dado de baja por su equipo.

"Así pasa siempre con los dirigentes", reía el mirandino.

"El único requisito obligatorio para que un manager sea despedido es que primero sea contratado", señaló el analista John Carrillo, citando una paradoja del béisbol.

Carrillo reaccionó así al saber de la salida de Buddy Bailey, quien fue cesanteado este miércoles por los Tigres de Aragua.

Bailey era el piloto con más tiempo en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional entre todos los que iniciaron esta temporada. Estaba en su duodécima zafra consecutiva, siempre con los bengalíes.

También es el estratega más exitoso de la LVBP en el último medio siglo y uno de los dos con al menos media docena de coronas, junto al cubano Regino Otero, que logró siete entre los Industriales de Valencia y los Leones del Caracas, en las décadas de los años 50 y 60.

La medida fue dada a conocer al mediodía por el presidente de los rayados, Rafael Rodríguez Rendón, uno de los dos arquitectos fundamentales -- el otro es el propio Bailey -- en la dinastía que construyeron los centrales entre 2003 y 2012, llegando a ocho finales de 10 posibles y poniendo seis títulos en las vitrinas, además de una Serie del Caribe.

Rodríguez Rendón aseguró que la decisión se tomó "de mutuo acuerdo" y soltó gratas palabras en medio del amargo anuncio.

"Para él sólo tengo respeto, aprecio y afecto", señaló el ejecutivo a ESPNdeportes.com. "He tenido una relación muy sólida con él. Y no ha sido sólo amistad. Ha sido con sus valores, su trabajo, disciplina y dedicación".

Rodolfo Hernández, un ex infielder que condujo a los Tigres hace poco más de una década, asumió el cargo. No es un interino, advirtió el presidente de la escuadra.

"Sería irresponsable improvisar en una situación como esta", explicó Rodríguez Rendón. "Rodolfo ha sido nuestro coach durante muchos años, conoce a los peloteros y la organización. Es el manager que tenemos".

UNA SITUACIÓN COMPLEJA

Bailey tuvo otros malos momentos, antes de perder siete seguidos y 14 de los últimos 19 encuentros en la justa actual.

Su equipo fue eliminado en la 2009-2010, pero regresó a la final un año después y conquistó el torneo en la temporada siguiente a esa.

Volvió a ser eliminado en la 2012-2013, con un comienzo incluso peor que el actual, que prácticamente sacó de carrera a los suyos antes de cerrar octubre.

"Esta vez fue diferente", señaló un ejecutivo con conocimiento de la situación, que pidió anonimato. "Es algo complejo, porque se convirtió en parte del problema".

Un directivo incluso señaló algunos desencuentros entre Bailey y su alto mando en el manejo estratégico reciente.

Rodríguez Rendón admitió la existencia de un mar de fondo.

"Hubo una falta de encuentro internamente, algo que hemos venido conversando y que hace muy difícil este momento", explicó. "No tiene que ver con el juego de anoche. Tiene que ver con las últimas semanas. Estoy destrozado, en lo personal, pero entiendo que Buddy por primera vez no tiene el control y la química para ganar los juegos".

El presidente de los bengalíes atajó la idea sobre el disgusto que, incluso de manera pública, hubo entre el timonel y varios de sus jugadores en torneos anteriores.

"Aquí sí hubo química en el pasado, y tanto la hubo, que no habría manera de ganar como ganamos si no la tenías", razonó. "Pero no me podría perdonar como gerente si no tomara las decisiones que pueden ayudar a cambiar las cosas".

Aragua está aún entre los cinco de la parte alta de la tabla de posiciones, a pesar de la mala racha.

De verbo irrefrenable, al mostrar su molestia, y férrea disciplina, Bailey fue el encargado de enderezar un clubhouse hostil hace dos lustros, hasta convertirlo en la dinastía más fructífera de la LVBP.

Analistas y ejecutivos se dividen a partes iguales entre la idea de que este es su final definitivo en el circuito, debido a su carácter, o que recibirá nuevamente la oportunidad de alcanzar al legendario Otero, gracias a su manejo casi quirúrgico del pitcheo, razón primordial de su éxito como conductor.

Rodríguez Rendón admitió que le gustaría mantenerle vinculado de algún modo a la organización, pero entiende que el técnico no esté dispuesto a hablar de eso en este momento. Él mismo dijo que tragó grueso para declarar a los medios.

"Estoy bien golpeado", aseguró el ejecutivo. "Nos unen la solidez de sus valores y sus convicciones en el juego. Pero en estos momentos, donde todo está tan disgregado, algún movimiento interno tiene que suceder, después de probar otras alternativas. Debemos tratar de darle un vuelco a las cosas".

Bailey seguramente sabía que esto pasaría. Quizás no pensaba en ello con tanta frecuencia, después de obtener seis coronas y comprar casa en Maracay. Pero es probable que imaginara un final así cuando firmó su primer contrato, si es verdad que los managers tienen muy presente aquel viejo axioma que constantemente repetía Oswaldo Guillén.

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