<
>

Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Bartoli, el arte y los sueños cumplidos
Hay una cámara prendida, un periodista que pregunta y una figura que responde. Se llama Marion Bartoli y es la vigente campeona de Wimbledon, pero también, ya, una exjugadora. Lo que no hay es un estudio de televisión o un fondo neutral como para no comprometer la filmación. El escenario elegido por la CNN es parte de la nota: se trata de los impresionantes jardines de Monet, en Giverny, al norte de Francia.

"Gracias por traerme aquí, amo este lugar. Monet es uno de mis artistas favoritos", irrumpe Bartoli de entrada. Y apunta: "A mí pintar me permitió liberar estrés durante toda mi carrera. Y en cierto sentido podría decirse que mi juego era un hecho artístico, porque lo hacía a mi propia manera". Con sus reglas, con sus límites. Celebrando la excepción.

Bartoli también recordó sus comienzos, siempre bajo la tutela de su padre Walter. Y trasladó aquellos días a su jornada más feliz: el 6 de julio de este año, cuando levantó el trofeo de Wimbledon: "Cuando me toca sacar 6-1, 5-4, 40-0, tomo la pelota, miro al ball boy y antes de jugar se me viene la imagen de mí misma a los 10 años, practicando ese exacto movimiento con mi padre, rememorando aquellos entrenamientos a la medianoche, porque él trabajaba hasta tarde, entonces las prácticas eran de noche, aun cuando yo al otro día me tenía que levantar temprano para ir a la escuela...".

Además, dijo sentirse "conmovida por todo el cariño de la gente" y volvió a enfrentar con elegancia la polémica instalada al momento de su coronación, cuando un periodista de la BBC afirmó que su éxito residía en que "dado que nunca iba a ser linda como Sharapova, tenía que volverse fuerte y luchar": "Yo nunca soñé ser una modelo, siempre soñé ganar Wimbledon", repitió la francesa. Y descartó de plano cualquier regreso futuro: "Nunca doy marcha atrás con mis decisiones. Y aquí tampoco veo la necesidad de rebobinar. El libro ya se cerró y afortunadamente pude escribir el mejor final que alguna vez haya imaginado".

De N°1 a N°1
Roger Federer tiene fanáticos por todo el mundo. Extrovertidos, silenciosos, pasionales, más calmados. El abanico es bien amplio. Pero entre sus seguidores famosos, imposible no darle la bandera a Chris Evert. Sí, la ex N°1 del mundo, líder del circuito WTA por 260 semanas y campeona de 18 títulos de Grand Slam, se reconoce como una ferviente admiradora del suizo. Y la predilección es realmente visceral...

"¿Por qué lo amo? No sé, simplemente lo hago. Hay algo acerca de Roger que te toca una fibra sensible. No sé qué es y no lo puedo describir con exactitud, pero me llega. Tal vez sea porque uno de mis hijos lo idolatra y yo proyecto alguna similaridad entre ambos. Vendría a ser como si Roger fuera mi hijo. Pero la verdad es que apenas lo conozco, no he compartido demasiado tiempo con él. Y no soy una acosadora, lo prometo", le contó, descontracturada, a la web británica The Tennis Space.

"He estado en este deporte por más de 40 años y no ha habido un jugador que me haya hecho emcionar como Roger. Ni cerca. Y no soy la única. A veces, en alguno de sus partidos, me pongo a mirar alrededor y veo eso mismo
en otras personas. Esto tal vez suene raro, pero cuando pierde me afecta más de lo que me dolían mis propias derrotas", agregó. Y recordó: "En el US Open lo estaba viendo jugar contra Tommy Robredo y tuve que irme. Veía que Roger iba a perder y sencillamente no podía seguir viéndolo. No quería vivir lo que estaba a punto de pasar. Lo mismo con Stakhovsky en Wimbledon. ¿No fue horrible?".

McShow
A miles de kilómetros del doctor Djokovic y sus divertidas ocurrencias en Buenos Aires, esta semana de exhibiciones también llevó a John McEnroe a Japón, donde el ex N°1 del mundo y séptuple campeón de Grand Slam jugó con el ídolo local Kei Nishikori, a beneficio de las víctimas del terremoto y tsunami de 2011.

El partido quedó en manos del nipón por 1-6, 6-4 y 10-7 (supertiebreak) y mostró a un McEnroe en forma a los 54 años. "Me quedé sorprendido, jugó mucho mejor de lo que hubiera pensado", lo elogió Nishikori. "Me moví y bien y pude hacer algunos buenos tiros, pero él también me tuvo cierta piedad", completó el estadounidense.

De todas formas, con Big Mac hubo espectáculo más allá del tenis. Riéndose de su temperamental comportamiento en cancha, el norteamericano protestó fallos de los jueces, tiró su raqueta y hasta gritó cuando el llanto de un bebé interrumpió un saque: "¿Qué es esto? ¿Un partido de tenis o una guardería?". Para cerrar la escena, en un pasaje del partido se calzó una peluca "de los 80", con alguna reminiscencia a su look de entonces. Todo al servicio del show.

De las Finales ATP, a un Future
Así de curiosa fue la continuidad en el calendario de David Marrero. El español, campeón en dobles de la ex Copa Masters junto a su compatriota Fernando Verdasco, con victoria sobre los Byran incluida, participó la última semana en el Future de Tenerife, con 10 mil dólares en premios. La postal, más que llamativa, se suma a los casos del ahora retirado Nicolás Massú, Nicolas Mahut y hasta Dominik Hrbaty, que, con distintas razones de fondo, también fueron parte del año ITF.

Marrero se anotó en singles y dobles, especialidad en la que ocupa el quinto lugar del ranking. En individuales, combinó debut y despedida, a manos del máximo favorito, José Checa Calvo (285°), luego finalista. Y en dobles, dio lugar a otra curiosidad, ya que se anotó con su amigo Marcos Conde Jackson, que no disputaba un torneo oficial desde 2008. La pareja no pudo avanzar más allá de la segunda ronda.

En declaraciones a la televisión local, Marrero, oriundo de Canarias, destacó que disfruta de jugar torneos "en casa" y advirtió que habría más: efectivamente, esta misma semana formará parte del Future de Lanzarote. Licencias que permite esta parte del calendario. Una mezcla de vacaciones, placer y competencia.

El antes y el después de Nicolás Massú

Noviembre es tiempo de retiros, como el caso de Nicolás Massú. El chileno se despidió del tenis en su país y, con el estilo que lo caracteriza, sin pelos en la lengua, habló de sus sensaciones y también del tenis chileno, dejando una crítica, además, al sistema del tenis mundial.

"Hay cosas que jamás en mi vida hice. No podía esquiar, me podía quebrar. Tampoco jugar fútbol porque me podían meter la pata (sic) y lesionar. Ahora hago de 10 y he jugado harto, tanto como quiero. También es el primer invierno que paso en Chile. Son cosas nuevas", afirmaba el Vampiro en una entrevista concedida a la revista sabatina del diario El Mercurio, de su país.

Sin embargo, en la balanza también ubica las cosas que más extrañará del circuito: las relaciones personales. "Eso va a ser lo que más voy a echar de menos: los amigos. Estar en el vestuario con los compañeros, no saber cuándo voy a volver a ver a esa gente con la que compartí durante 20 años. Era gente que tú veías más que tu propia familia. Eso me pone triste, pero ahora es distinto, yo compartí cuando no había Facebook, ni Internet, ni celular. Espero que no sea tan terrible".

Pero también hizo referencia a su nueva actividad: ser capitán de Copa Davis. Su función, claramente, no será solo estar vinculado al fin de semana de competencia. Es conciente de lo que genera su imagen en su país y lo quiere aprovechar: "Si tengo que ir a las empresas a luchar por los menores lo voy a hacer. Que la imagen del Chino Ríos y Nicolás Massú ayuden a conseguir plata".

Pero, claro, más allá de que el recambio del tenis chileno tomará su tiempo, hay una realidad a nivel mundial y es la desigualdad entre los mejores del mundo y los que forman parte del segundo pelotón. Sin ir más lejos, los premios de los torneos más importantes (y los costos de formar una gira) siguen subiendo, mientras que los Futures y Challengers permanecieron durante años con las mismas escalas. A partir de 2014, estos últimos elevan las escalas de sus números. Por caso, los menos importantes ya no repartirán 25 mil dólares en premios: el mínimo será 40 mil. Pero esto hace que algunos torneos desaparezcan y otros, algo más importantes, opten por una escala inferior a la original. Hecha la ley, hecha la trampa. Y Massú lo sabe: "El tenis es cada vez un círculo más cerrado: antes tal vez ganaban plata los 200 primeros, pero ahora no. Y creo que en cinco años más van a ser los primeros 50".

Ferrero, por los chicos
Jugador emblema de su región, Juan Carlos Ferrero sigue con sus proyectos en Valencia. El exnúmero uno del mundo hace de todo. Un verdadero hombre orquesta. Tiene un torneo, una academia de tenis y hasta se dio el gusto de acompañar como colaborador a su amigo Nicolás Almagro. Ahora, tiene un nuevo reto personal...

Bajo ese lema, el español se une a Unicef por los chicos. Y como nexo, el tenis, claro. Ferrero promueve una cena benéfica de Navidad, con el fin de ayudar a los más pequeños. ¿Dónde será el acto? En el Hotel Ferrero, otro emprendimiento del exjugador.

El exnúmero uno llama a hacer un bono solidario de al menos 10 euros, que da la posibilidad a un sorteo por entradas a la cena, de la que también serán parte Almagro, Tita Torró y los jugadores de su Academia. "Abro mi propio reto porque estoy convencido de que hay muchas personas que, como yo, quieren ayudar en una causa tan fundamental como conseguir cambiar la vida de los niños que viven en las condiciones más difíciles", señaló el español.

El nuevo podio del tenis
Roger Federer, Andy Murray y Tomas Berdych ocupan los tres primeros puestos del ranking... pero no de la ATP. En este caso, la clasificación alternativa obedece al Top 20 que designó la revista estadounidense GQ en torno a "los deportistas con más estilo de 2013". "Se está produciendo un estallido revolucionario del estilo en el mundo del deporte. El resultado es que muchas figuras no tienen qué envidiarle a las estrellas de Hollywood con su desfile en pasarelas y prendas de diseño", argumenta la publicación.

Federer ocupa el 7º lugar y el Nº1 es LeBron James, la estrella indiscutida de Miami Heat, actual bicampeón de la NBA. Para GQ, "Grand Slam es el título que más fácilmente se le podría aplicar a Federer fuera de las pistas, con una gracia para moverse tan bien en la arcilla o el césped como en la alfombra roja". El suizo superó en esta decisión a Murray, ubicado 18º, y a Berdych, que cerró el particular listado en el puesto 20.

"A Federer -agrega la revista- lo favorecen los colores suaves y sus simples mezclas de caballero, generalmente anclado con una camisa blanca. El vestuario casual lo separa del deportista tradicional. Incluso su uniforme habitual, con iniciales de oro entrelazadas, se parece más a la moda masculina de lujo que a cualquier indumentaria para el juego". Lo que se dice un campeón con estilo.